Un respiro para los hoteleros ricos y famosos
Bill Gates, Gloria Estefan y Pierre Omidyar celebran la recuperación de la industriaSu
Acostumbrados a ser consentidos cuando salen de viaje, los ricos y famosos se aventuraron en años recientes al nicho de la hotelería de lujo, justo a tiempo de ver cómo la economía entraba en recesión.
Pero los hoteleros novatos como Gloria Estefan, el fundador de eBay Inc. Pierre Omidyar y el presidente de la junta directiva de Microsoft Bill Gates pueden respirar algo más tranquilos: conforme empiezan a recuperarse los viajes de negocios, los hoteles de lujo están repuntando, ofreciendo así a sus famosos dueños algo de consuelo ante el temor de que sus adquisiciones acabarían siendo poco más que trofeos costosos.
El Costa d’Este Beach Resort, un hotel de cuatro estrellas y 94 habitaciones en Vero Beach, Florida, propiedad de Estefan y su esposo Emilio, abrió justo antes de la recesión de 2008 tras varios años de demoras a causa de daños de huracanes en el área. "Mucha gente dijo, ‘Deberías olvidarte de esto’", recuerda Estefan. "Pero soy muy persistente. Nos arriesgamos mucho".
Pero ahora, dice que la gente está regresando y el ingreso por habitación disponible, una medida clave para la rentabilidad de los hoteles, ha visto un alza de 16,7% en los primeros 11 meses de 2011 comparado con el mismo período del año anterior.
Todas las categorías de hoteles han visto mejoras, pero los de lujo están teniendo un mejor desempeñando que la mayoría. Éstos reportaron en EE.UU. alzas en ingresos por habitación de 21% en los primeros 10 meses de 2011 frente al mismo período de 2009, según Smith Travel Research.
La subida se debe en parte a que las fortunas de los viajeros de negocios y de placer se han recuperado con más fuerza que las del resto de la gente, de acuerdo a analistas.
El negocio hotelero ha cautivado a magnates empresariales y artistas, quienes se percataron de que su fama y su toque personal atraían a huéspedes, al igual que ocurre con los restaurantes. El actor Robert DeNiro es dueño del Greenwich Hotel en Manhattan, por ejemplo. Pero el boom en los bienes raíces llevó a una serie de adquisiciones de alto nivel, incluyendo la compra de dos hoteles Four Seasons en Hawai por el fundador de Dell Inc., Michael Dell, y la inversión de Omidyar en una nueva cadena de hoteles de ultralujo.
Las celebridades y los magnates de negocios tienden a invertir en los hoteles "por razones más allá de las ganancias económicas", incluyendo el elemento artístico en el diseño y la experiencia de actuar como anfitriones, explica Bjorn Hanson, decano del Centro Tisch para la Administración de la Hospitalidad, Turismo y Deportes de la Universidad de Nueva York. "En cualquier caso, estoy seguro de que incluso los hoteleros famosos están aliviados de ver el reciente repunte en la industria".
De hecho, algunas propiedades que sufrían de incumplimientos de pagos de deudas hace solo un año ahora están cerrando acuerdos de refinanciamiento hipotecario.
El Four Seasons New York, propiedad del magnate Ty Warner, ahora tiene una hipoteca de US$240 millones por cinco años de Bank of America Corp. y Morgan Stanley a un tasa de interés de 4,75 %, de acuerdo a fuentes familiarizadas.
En el Montage Hotels and Resorts, de Omidyar, el presidente ejecutivo Alan Fuerstman dijo que los hoteles se están beneficiando de una ola de visitantes adinerados en viajes de negocios y de placer, sobretodo de Asia y de Sudamérica. "Los consumidores claramente tuvieron que apretarse el cinturón en 2008 y principios de 2009. La tendencia es muy positiva ahora", dijo.