Un recorte de producción de la OPEP no aliviaría el desequilibrio del crudo
La decisión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de recortar la producción podría haber llegado tarde.
Después de producir a plena capacidad durante los últimos dos años, el organismo considera un plan para reducir la producción en hasta 700.000 barriles diarios este año. No obstante, numerosos analistas señalan que los recortes propuestos no son lo suficientemente grandes, ni se ejecutarán lo suficientemente rápido, como para abordar el exceso de suministro mundial que ha deprimido los precios.
Muchos analistas pronosticaron antes de comenzar el año que la oferta y la demanda de crudo alcanzaría un equilibrio para fin de 2016. Ahora, incluso tomando en cuenta el consenso que alcanzó la OPEP la semana pasada, la mayoría estima que el equilibrio se logrará recién a mediados del próximo año, o incluso más tarde. Los inventarios globales de petróleo rondan sus máximos y a la organización le ha salido competencia de los productores de esquisto de Estados Unidos que pueden elevar rápidamente su producción cuando suben los precios.
“Las empresas de perforación estadounidenses, que son ágiles y veloces, le han quitado parte del poder a la OPEP”, dice Daniel Yergin, vicepresidente de IHS Markit y un experimentado observador del mercado. “Ahora, hay mucho más petróleo que no es de la OPEP”.
El cartel acordó en Argelia reducir la producción a entre 32,5 millones y 33 millones de barriles diarios, frente a los 33,2 millones de barriles por día producidos en agosto. La organización ultimará los detalles en una reunión prevista para noviembre.
La noticia tomó por sorpresa al mercado. El precio de referencia del petróleo en EE.UU. subió 8% en las últimas tres jornadas de la semana pasada para cerrar en US$48,24. Este año, los precios han aumentado 30% después de caer por debajo de US$30 el barril a inicios de año, su menor nivel en los últimos 13 años.
Todavía no hay claridad sobre qué países disminuirán su producción y cuáles cifras se usarán como referentes. No hay que perder de vista que los integrantes del organismo tienen un historial de no cumplir con las cuotas de producción acordadas.
Aunque la OPEP ratifique y logre que sus miembros se ciñan al acuerdo, muchos expertos dicen que los recortes tendrán un impacto limitado en la corrección del exceso global de suministro. La sobreproducción refleja, en parte, el cambio en los papeles que desempeñan los productores estadounidenses y la OPEP, en el que las empresas de esquisto han obtenido una mayor participación de mercado y más influencia sobre los precios globales.
“La OPEP no controla la producción marginal y, por ende, no tiene un control duradero sobre los precios”, afirmó una reciente nota del banco alemán Commerzbank AG.
Los países que no integran la organización representan 58% de la producción mundial de petróleo, que en el segundo trimestre ascendió a 95,9 millones de barriles diarios, por encima de una demanda estimada en 95,6 millones de barriles al día, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
Los recortes propuestos por la OPEP reducirían el exceso de suministro global solamente si no fueran compensados por alzas de la producción de los países que no son miembros de la organización. Incluso si los recortes logran equiparar la producción de crudo con el consumo, los inventarios en todo el mundo seguirían siendo altos.
En julio, el período más reciente del cual hay datos disponibles, las existencias de petróleo crudo y productos refinados en manos de los países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) superaron los 3.100 millones de barriles, un alza de 15% frente a los niveles de hace dos años, según la AIE. Los inventarios de los países que no son miembros de la OCDE también se ubican cerca de máximos históricos, según estimaciones de Bernstein Research.
“A fin de cuentas, se reduce a fundamentos muy muy básicos: ¿cuánto petróleo hay en el sistema?”, dice Joe Tanious, estratega sénior de inversión de Bessemer Trust. “Uno quiere ver una reducción de esos inventarios”.
En general, la AIE prevé que la producción de países que no pertenecen a la OPEP disminuya en más de 800.000 barriles al día este año, pero aumente en casi 400.000 barriles al día en 2017 debido a una mayor producción de Canadá, Rusia y Brasil. Algunos inversionistas señalan que el consenso peca de ser demasiado pesimista y opinan que el exceso de suministro se aliviará. Resaltan, por ejemplo, que las empresas han reducido sus gastos en producción de petróleo y gas natural en cientos de miles de millones de dólares desde 2014 y que 2017 puede ser el tercer año consecutivo de una caída en el gasto en energía, según la AIE.
“El esquisto puede parar y reanudar la producción rápidamente, pero no es el caso del 96% restante del mercado petrolero”, dice Robin Wehbé, director de portafolio de Boston Company Asset Management, una filial de Bank of New York Mellon Corp. Wehbé añade que una “hambruna de capital sin precedentes para las empresas petroleras” desaceleraría la producción y elevaría los precios en los próximos años.
No obstante, la menor inversión no se ha traducido en una menor producción con la celeridad que algunos anticipaban. Los proyectos que se iniciaron hace años empiezan ahora a producir. La semana pasada, Bernstein Research publicó una lista de 136 iniciativas offshore que siguen en construción, algunas de las cuales no se completarían hasta 2021.
Además, la producción que fue interrumpida por motivos políticos u otros factores está regresando al mercado. La producción iraní de agosto quedó casi 800.000 barriles al día por encima de su promedio en 2015, cuando estaba restringida por las sanciones internacionales, según la AIE. Tal cifra prácticamente contrarresta el descenso de la producción es-tadounidense en igual período. La producción canadiense ha repuntado después de los incendios forestales que la afectaron en mayo. Igualmente, Nigeria y Libia podrían incrementar su producción en la medida en que amainen los conflictos políticos.
Por el lado de la demanda, el consumo ha estado por debajo de las previsiones. La AIE proyecta que la demanda aumente en unos 1,3 millones de barriles diarios este año, pero el crecimiento se vino abajo en el tercer trimestre ante una “desaceleración drástica en China e India”, indicó la agencia.
La propia OPEP ha contribuido al exceso de oferta global al producir a niveles récord en los últimos meses. “El mercado ha cambiado desde junio, y nuestras expectativas sobre el proceso de reequilibrio también lo han hecho”, reconoció el miércoles el ministro de Petróleo de Qatar, Mohammed bin Saleh al-Sada. “Es evidente que ahora hay un mayor grado de urgencia para lograr que el mercado regrese a un equilibrio lo antes posible”.
—Georgi Kantchev y Benoit Faucon contribuyeron a este artículo.
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