Un petrolero sin algo para regalar
Intimidades de la economía y los negocios
Alejando Bulgheroni dedicó la mayor parte de su vida empresaria al negocio petrolero. Sin bien le redituó en ganancias generosas, también le ocasionó una frustración casi constante en un punto. "Nunca tenía nada para regalar que hubiera sido producido por mi empresa. No puedo regalar un barril de petróleo", le dijo a otro empresario en un encuentro que se realizó la semana pasada. El mayor de los hermanos Bulgheroni pensó que tenía resuelto el tema cuando comenzó a desarrollar emprendimientos alimentarios en Uruguay, donde es uno de los mayores inversores privados. En esas tierras hace, por caso, un aceite de oliva de muy buena calidad. "¡Pero no me lo dejan importar!", se lamentó enfáticamente el empresario.
Entre la oportunidad y la revancha
La convocatoria surgió de apuro: fue tras comprobar que las siete exportadoras cerealeras más grandes del país venían cumpliendo con cuentagotas el acuerdo verbal sellado con autoridades del Banco Central para que liquiden dólares. "Se habían comprometido a aportar unos 500 millones en octubre y no acercaron ni un tercio", dijeron en la entidad monetaria. La revancha llegó con una norma que transformó aquello a lo que se había querido llegar por persuasión en una obligación lisa y llana. Fue la comunicación "A" 5493, aprobada de apuro y en una reunión extraordinaria del directorio del BCRA. La razón: al día siguiente vencían unos 1000 millones de pesos que las cerealeras tenían tomados del sistema bancario a corto plazo. Créditos que, por esta norma, no pudieron renovar. Y debieron soltar los dólares (unos US$ 170 millones) para obtener los pesos que les permitieran cancelar esos préstamos en un día que, sólo para escarmentar, el BCRA dejó caer el precio del dólar mayorista casi dos centavos. Nunca mejor usada la palabra liquidación, entonces.
El ritmo de un empresario
Algunos invitados a la celebración por el 60° aniversario de la Federación Argentina de la Industria Gráfica (Faiga) quedaron impresionados con un detalle: la destreza de Juan Carlos Sacco, presidente de la entidad, sobre la pista de baile. Fue hace dos viernes, en Parque Norte, durante una fiesta que reunió a unos 1500 ejecutivos. Sacco fue de los primeros en ponerse de pie con los acordes de César Banana Pueyrredón, uno de los que animaron la comida, y le dio a la noche un toque de romancitismo al no esquivar ni siquiera un histórico lento de los 80, que bailó con su mujer: "Cuando amas a alguien".
Las pipetas de la discordia
No fue una pelea, pero sí un efecto tragicómico de la manera en que el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, maneja las importaciones argentinas. Sucedió hace unas semanas cuando Moreno recibió una llamada del ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo. El motivo era la necesidad de destrabar una importación que afectaba la gestión de Randazzo. Desde hacía meses dormía en la Aduana a la espera de la autorización un despacho de boquillas para hacer los controles de alcoholemia. Moreno esgrimía sus razones, relacionadas con el déficit en la balanza de esa empresa importadora, cuando Randazzo lo cortó en seco y le recordó que hasta los controles de alcohol en sangre de los maquinistas de trenes se hacen con esas pipetas. El cada vez más permeable Moreno entro en razón a la fuerza. Ahora los conductores pueden soplar tranquilos.
Reaseguros en la mira oficial
El superintendente de Seguros, Juan Bontempo, negó que el Gobierno estuviera pensando en ampliar el "inciso K", como se conoce la norma que obliga desde fines del año pasado a las aseguradoras a volcar una porción de sus inversiones en proyectos de la economía real. Sin embargo, el rumor en el sector está lejos de aplacarse. Más aún, en estos días trascendió la versión de que el Gobierno podría ampliar el "inciso K" para el negocio de reaseguros. A julio pasado, la industria ya había volcado 9000 millones de pesos en inversiones de la economía real; el 65% fue para bonos de YPF. En los últimos meses, fueron muy pocos los activos que el Gobierno autorizó a contabilizar dentro de este famoso inciso. Incluso, según confiaron en el mercado, el Comité de Elegibilidad, del que forman parte desde Guillermo Moreno hasta el viceministro de Economía, Axel Kicillof, estuvo sin reunirse por dos meses. Sólo a mediados de octubre pasado autorizó como "inciso K" la emisión de bonos que hizo la provincia de Chubut.