Un gigante chino le echa una mano a Irán
Huawei Technologies provee equipos y redes que le permiten a Teherán censurar las telecomunicaciones y vigilar la disidencia
Cuando hace dos años las compañías occidentales se retiraron de Irán tras la sangrienta represión del gobierno contra sus ciudadanos, un gigante chino de telecomunicaciones llenó el vacío.
Huawei Technologies Co. ahora domina el sector de la telefonía móvil de Irán, y de paso permite que las fuerzas de seguridad del gobierno sigan controlando la red inalámbrica.
De acuerdo con entrevistas con empleados de telecomunicaciones en Irán y otros países y con documentos de licitación corporativa revisados por The Wall Street Journal, Huawei recientemente firmó un contrato que incluye el suministro de equipos para instalar un sistema en el mayor operador de telefonía móvil de Irán, que permite a la policía seguir a los usuarios a partir de las ubicaciones de sus celulares. La empresa china también ha brindado soporte para servicios similares en el segundo proveedor más grande de telefonía móvil de Irán. Huawei observa que casi todos los países requieren acceso de la policía a las redes celulares, incluso Estados Unidos.
El papel de Huawei en Irán demuestra la facilidad con la que los países pueden obtener tecnología extranjera para censurar y vigilar la disidencia. Muchas de las tecnologías para las cuales Huawei brinda soporte en Irán —como servicios de ubicación— están disponibles también en redes occidentales. La diferencia es que, en manos de regímenes represivos, puede ser una herramienta crucial para reprimir movimientos disidentes.
En Irán, tres activistas estudiantiles describieron en entrevistas cómo fueron arrestados poco después de prender sus teléfonos móviles. El gobierno de Irán no respondió a pedidos de comentarios.
El país intensificó la vigilancia de sus ciudadanos después de que unas controvertidas elecciones en 2009 desencadenaran la mayor revuelta antigubernamental en décadas. Las autoridades lanzaron una amplia campaña de represión contra las libertades personales y la disidencia. Más de 6.000 personas han sido arrestadas y cientos de ellas siguen en la cárcel, según organizaciones iraníes de derechos humanos.
Este año, Huawei hizo una oferta a funcionarios del gobierno iraní para vender equipos de un servicio móvil de noticias a ser instalado en el segundo operador de telefonía celular de Irán, MTN Irancell. Según una persona que asistió a esa reunión, representantes de Huawei enfatizaron que, al ser de China, tenían experiencia en la censura de noticias.
La compañía ganó el contrato y el operador lanzó el servicio, según esta persona. MTN Irancell no hizo ninguna referencia a la censura en su anuncio sobre su servicio de "periódico móvil". Pero Irán censura rutinariamente Internet usando tecnología de filtración compleja. Este diario informó en junio que el país planeaba crear su propia Internet nacional para combatir las ideas, la cultura y la influencia de Occidente.
Para ganar contratos iraníes, Huawei a veces se ha asociado con Zaeim Electronic Industries Co., una firma iraní de productos electrónicos cuyo sitio web dice que tiene como clientes a los ministerios de Inteligencia y Defensa, así como a la unidad de fuerzas especiales de elite, el Cuerpo de Guardias Revolucionarios Islámicos. Hace poco, EE.UU. acusó a una rama de los Guardias Revolucionarios de planear el asesinato del embajador de Arabia Saudita en EE.UU. Irán rechaza la acusación.
El principal portavoz de Huawei, Ross Gan, dijo que el compromiso corporativo de la empresa era cumplir con todas las sanciones económicas de la ONU, así como con las regulaciones y las normas nacionales sobre el control a las exportaciones en China. "Creemos que nuestras operaciones empresariales en Irán cumplen plenamente todas estas regulaciones relevantes", agregó.
Bajo normas globales
William Plummer, vicepresidente de asuntos externos de Huawei en Washington, dijo que las ofertas de la compañía de servicios basados en la localización de los usuarios cumplen con "especificaciones globales" que requieren capacidades de interceptación legal. "Lo que estamos haciendo en Irán es lo mismo que estamos haciendo en cualquier otro mercado", dijo. "Nuestra meta es enriquecer las vidas de la gente mediante las comunicaciones".
Huawei tiene unos 1.000 empleados en Irán, según personas familiarizadas con sus operaciones en el país. En una entrevista en China, un ejecutivo de Huawei minimizó las actividades de la compañía en el sector de teléfonos celulares de Irán, diciendo que sus técnicos solamente hacen tareas de mantenimiento de equipos de Huawei, principalmente routers.
Pero una persona familiarizada con las operaciones de Huawei en Medio Oriente dijo que el papel de la compañía es considerablemente mayor, e incluye un contrato para "servicios administrados" —la supervisión de tramos de la red— con MTN Irancell, que en su mayoría es propiedad del gobierno iraní. Durante las protestas de 2009, dijo esta persona, Huawei siguió órdenes gubernamentales para suspender mensajes de texto y bloquear el servicio de Skype de teléfono por Internet, que es popular entre disidentes. Plummer, de Huawei, disputó que la compañía haya bloqueado tales servicios en la red de MTN Irancell.
Huawei, uno de los principales fabricantes mundiales de equipos de telecomunicaciones, ha estado tratando de expandirse en EE.UU., pero ha encontrado resistencia debido a inquietudes de que podría estar vinculada al gobierno y al ejército chino, lo cual la compañía niega.
En septiembre, el Departamento de Comercio de EE.UU. prohibió la participación de Huawei en el desarrollo de una red nacional inalámbrica de emergencia para policías, bomberos y personal médico debido a "preocupaciones de seguridad nacional". Un funcionario del Departamento de Comercio declinó brindar más detalles.
Huawei ha operado en el sector de telecomunicaciones de Irán desde 1999, según la embajada de China en Teherán. Antes del descontento político en 2009, Huawei ya era un importante proveedor de redes de telefonía móvil de Irán, junto con Telefon AB L.M. Ericsson y Nokia Siemens Networks, una empresa conjunta de Nokia Corp. y Siemens AG, según documentos de MTN Irancell.
El mercado de telecomunicaciones de Irán, que generó unos US$9.100 millones en ingresos el año pasado, ha estado creciendo significativamente, especialmente su negocio de teléfonos celulares. Hasta el año pasado, Irán tenía unos 66 millones de suscriptores móviles, alrededor de 70% de la población según la firma de investigación Pyramid Research. En contraste, alrededor de 36% de los iraníes tenía teléfonos de línea fija.
Por ende, los celulares dan a la red policial iraní muchas más oportunidades para vigilar y rastrear a sus ciudadanos. Organizaciones iraníes de derechos humanos fuera de Irán dicen que hay decenas de casos documentados en los que los disidentes fueron localizados y arrestados por la capacidad del gobierno de rastrear la ubicación de sus teléfonos.
Abbas Hakimzadeh, de 27 años, activista estudiantil de un comité que publicó un artículo cuestionando las acciones del presidente de Irán, dijo que temía ser arrestado a fines de 2009 después de que varios amigos fueron encarcelados. Como medida de precaución, apagó su celular, le quitó la batería y se fue de Teherán para ocultarse en la casa de su padre en Mashhad, en el nororiente del país.
Un mes después, volvió a encender su celular. A las 24 horas, afirmó, las autoridades lo arrestaron en la casa de su padre. "Los interrogadores tenían mis registros telefónicos, mensajes de texto e e-mails", dijo.
Posteriormente fue dejado en libertad y luego huyó a Turquía, donde busca asilo. En entrevistas con The Wall Street Journal, otros dos activistas estudiantiles dijeron que también creían que las autoridades descubrieron dónde se escondían mediante la ubicación de sus celulares.
Un ex ingeniero de telecomunicaciones de MTN Irancell dijo que la empresa se empezó a interesar más en servicios basados en la ubicación de los usuarios durante las protestas antigubernamentales. El ex empleado agregó que un equipo del centro de monitoreo de comunicaciones del gobierno visitó al operador celular para verificar que los organismos de seguridad tuvieran acceso a los datos de ubicación de los clientes. El ingeniero asegura que el rastreo de los usuarios se ha expandido significativamente.
Farnaz Fassihi, Loretta Chao y Steve Stecklow