Documento oficial: un funcionario cercano a CFK admitió un dato clave en la pelea con Guzmán por los subsidios
Un trabajo técnico de la Subsecretaría de Energía Eléctrica, que conduce Federico Basualdo, reconoce que, desde 2019, se redujo fuerte el costo de generación que pagan los usuarios
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La decisión política de mantener prácticamente sin actualización las tarifas de electricidad tuvo varias consecuencias en las cuentas del Estado. Según un trabajo técnico que realizó la Subsecretaría de Energía Eléctrica, que está bajo la tutela de Federico Basualdo, desde que asumió el Gobierno, el porcentaje de lo que paga el usuario sobre el costo de generación eléctrica cayó del 66% que alcanzó en 2019 a 35% el año pasado. El resto se cubre con transferencias del Tesoro.
Este trabajo cobra mayor relevancia, desde que el Fondo Monetario Internacional (FMI) señaló a los subsidios a la energía como el área donde el Gobierno deberá hacer el ajuste fiscal para reducir el déficit.
Las tarifas de luz están compuestas por cuatro segmentos: generación, transporte, distribución e impuestos. El precio de la generación eléctrica que está representado en las boletas es igual en todo el país y le corresponde a la Secretaría de Energía establecerlo. Desde 2019 es de alrededor de $2500 el megavatio-hora (MWh).
La tarifa que tiene distinta performance es el valor de distribución. A diferencia del gas, las distribuidoras eléctricas están reguladas por las provincias. Las únicas dos empresas exceptuadas son Edenor y Edesur, que dependen del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE). Por lo tanto, es el Gobierno quien autoriza cuándo y en qué porcentaje aumentan.
El año pasado, el 68% de los subsidios a la energía se concentró en la electricidad, donde hubo un incremento de 59%, según datos de la consultora Economía & Energía, que dirige Nicolás Arceo. En concreto, se le destinaron US$7315 millones a través de Cammesa, la compañía con control estatal encargada de los despachos de electricidad.
El informe que realizó la Subsecretaría de Energía Eléctrica para presentar en la audiencia pública del próximo 19 explica que, el año pasado, debido a la emergencia hídrica y a la necesidad de utilizar más combustibles, se encareció casi 29% en dólares el costo de generación eléctrica (pasó de US$59 el MWh a US$76). Los costos del combustible aumentaron 78,6% en dólares y explicaron gran parte de la suba.
“El aumento del rubro combustible se explica principalmente por las dos variables constitutivas del costo: precio y cantidad. En lo que respecta al primer punto, la causa radica en la incidencia de los programas estímulo para la producción local y el aumento de los precios de las commodities. En cuanto a los volúmenes, la emergencia hídrica y el aumento de la demanda propiciaron un mayor uso de los combustibles”, explica el documento al que tuvo acceso LA NACION.
La bajante histórica del río Paraná tuvo un impacto directo en el costo de generación, ya que la energía hidráulica es la más económica de todas las formas de generación (térmica, nuclear, solar y eólica, entre otras). La caída del caudal en 2021 fue de 8,3% respecto del año anterior, y un 36% comparado con el promedio histórico. Esto implicó que la generación hidroeléctrica fuera 17,1% inferior a la de 2020.
“En un contexto de demanda creciente, se ‘perdieron’ casi de 5000 GWh de generación hidroeléctrica de un año a otro. Por ejemplo, la energía generada por Yacyretá durante 2021 fue un 41,8% menor que la de 2018″, dice el informe. Para suplir esta situación, se recurrió a las centrales térmicas que requieren combustibles para su funcionamiento. Esto implicó que haya un aumento del consumo de 0,8% del gas natural, 137,5% en gasoil, 82,3% en carbón y 29,4% en fueloil.
Por otro lado, con la implementación del programa de estímulo a la producción de gas, el precio local promedio anual pasó de US$2,3 el millón de BTU (medida inglesa que se utiliza en el sector) a US$3,4. También se redujo la importación de gas de Bolivia, por el declino de sus pozos gasíferos, y se debió importar más gas licuado (GNL). “El precio de esta commodity mostró una tendencia alcista, que continúa en la actualidad. Mientras que en los primeros meses de 2021 se importó a US$5,4 el millón de BTU, hacia finales del año alcanzaba valores superiores a US$13″, dice el informe. Para este año, el Gobierno proyecta precios promedio de GNL de US$23, más del doble del que en 2021.
Con respecto al gasoil, su demanda aumentó 137,5% el año pasado y los precios importados aumentaron de US$389 el metro cúbico (m3) a US$600 el m3 hacia finales de 2021.
De los US$76 el MWh que costó la generación eléctrica en la Argentina, los usuarios pagaron con sus tarifas US$26 (35%), mientras que los US$50 restantes los aportó el Tesoro a través de transferencias a Cammesa. En el último año de mandato de Mauricio Macri, el costo de generación era de US$69 y los usuarios cubrían US$45 (66%), según los datos publicados por la subsecretaría que dirige Basualdo.
“Por las circunstancias expuestas a lo largo del documento, se prevé que los costos de generación aumenten en el año 2022 con respecto al año 2021. Con la recuperación económica que está experimentando el país, se cree oportuno avanzar en la revisión de los precios estacionales (...) Por ello, se plantea que la fijación de precios se defina de forma tal cuyo impacto final en la factura de los usuarios oscile entre 17% y 20%”, concluye el informe.
Para reducir los subsidios y que las tarifas aumenten solo hasta 20%, la gran duda es qué incremento les autorizará Basualdo a Edenor y Edesur para recomponer sus ingresos. Estas empresas tuvieron un aumento de 26% en los últimos tres años.
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