
Un empresario que quiso ser periodista
Desde 1991 se dedicó a invertir en empresas
Marcelo Mindlin quería ser periodista, pero un tío suyo muy famoso dentro del gremio lo desanimó. La mujer de Jacobo Timerman, Risha, era hermana del padre de Marcelo. Timerman le hizo conocer la redacción de La Opinión a un adolescente deslumbrado, pero que finalmente decidió dedicarse a los negocios.
Quizá por su antigua pasión por el periodismo insiste en la precisión de las palabras: "Soy empresario porque arriesgo también mi plata, no soy el administrador de un fondo de inversión". Casado, tres hijos, licenciado en Economía en la Universidad de Buenos Aires, nació en La Carlota, Córdoba, hace 40 años. Sus padres son médicos y tenían una clínica en esa ciudad mediterránea. Es el hermano del medio: tiene dos hermanas mayores y dos hermanos menores. Cuando cumplió seis años, la familia se mudó a Olivos.
Hizo la secundaria en el Nacional de Buenos Aires, donde conoció a Eduardo Elsztain, con el que fundó IRSA en 1991. Ese fondo de inversión, que contó con el aporte del financista húngaro norteamericano George Soros, invirtió en campos (Cresud), shoppings (son dueños de la mayoría de ellos por medio de Alto Palermo) y el negocio inmobiliario. En 2000, Soros se retiró de IRSA.
En el mercado cuentan que después de más de una década como socio de Elsztain, Mindlin se separó por diferencias sobre cómo expandir las inversiones. En noviembre de 2003, se fue de IRSA para dedicarse al Dolphin Fund Management y enfocarse en el mercado energético. El ejecutivo se resiste a precisar cuánto dinero maneja hoy mediante Dolphin, aunque logró poner fichas en toda la cadena del negocio energético. Posee el 7,35% de Hidroneuquen (la controlante de la hidroeléctrica Piedra del Aguila), cuya mayoría accionaria está en manos de Total y Petrobras; el 50% de Transener (transportadora de electricidad), también en sociedad con Petrobras, y ahora, el 65% de una de las dos principales distribuidoras de electricidad del país, Edenor. Tiene una buena relación con el gobierno de Néstor Kirchner, especialmente con el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, pero no le gusta que lo califiquen como un empresario "kirchnerista".
El último año presidió la Cámara de Comercio Argentino Israelí, y su última aparición al frente de esa entidad fue un almuerzo, a principios de mes, en el que la invitada especial fue Cristina Kirchner, lo que muchos leyeron como un espaldarazo a la compra de Edenor por parte del empresario nacional. Quizás en honor a su vieja vocación, Mindlin también analiza incursionar en el negocio de los medios de comunicación.