El periodista y economista Sebastián Campanario es especialista en temas de innovación. Desde hace un año se centró en la discriminación etaria hacia los mayores de 45 años en el mundo del trabajo. Una problemática a futuro que sería un desafío mayor que el reemplazo de humanos por robots, sostiene.
"Hay huracanes de cambio como son lo tecnológico, lo político o lo climático que son difíciles de predecir, pero con respecto a la pirámide demográfica ya sabemos cómo viene la mano y nadie se está preparando. Ni los gobiernos ni las empresas", afirmó invitado al programa "Comunidad de Negocios", donde presentó su último libro "Revolución Senior".
Según él, hay una paradoja en la economía: por un lado, hay más personas mayores plenas gracias a los avances de la ciencia, mientras que las empresas contratan a empleados cada vez más jóvenes por presiones presupuestarias. "Entonces tenés ahí varias décadas en una especie de Triángulo de las Bermudas sobre el cual nadie sabe qué hacer", puntualizó.
"Nadie quiere meterse en esa charla porque está muy mal presentada como una especie de carga que nadie quiere asumir ni tampoco nadie está feliz con esa representación. Pero hay una enorme ineficiencia. porque obligar a un ingeniero de 60 y pico a jubilarse. Es una pérdida neta de valor para la sociedad, para las empresas y para ellos mismo también", afirmó.
En este sentido, dijo que hay que librarse de la estigmatizaciones. "Cuando decís ´no me siento viejo´ estás tomando a la vejez como una carga. Tampoco es cierto que los 70 son los nuevos 50 porque siguen siendo 70 por más que sean muy distintos a los de otro momento. Hay que sacarle la negatividad a los conceptos. Hay gente para la cual la edad es un concepto líquido. Y hay que entender que la discriminación etaria es la única en la que uno la ejerce contra uno mismo, porque en algún momento vas a llegar a esa edad", concluyó.
LA NACION