Un déjà vu argentino: blanqueo y moratoria
En épocas de inflación se generan deudas y surgen reclamos
En la Argentina tenemos nuestro propio déjà vu. Aparece siempre en períodos inflacionarios. Es allí cuando se generan deudas morosas con la AFIP y con organismos de rentas provinciales. Agrava el cuadro de situación que los famosos planes "Mis facilidades" poco ayudan al empresariado, más si de pymes se trata.
Esos planes, de románticos, no tienen nada. La cancelación de la deuda se establece en varias cuotas, pero los intereses financieros distan de ser poéticos. En esos períodos, las voces de los contribuyentes y de nosotros, sus asesores, se unen en coro para clamar por una norma que establezca una "moratoria" y un "blanqueo".
Tanto la moratoria como el blanqueo nacen de una ley del Congreso Nacional y no dependen de la voluntad del fisco, que sí se encargará de reglamentar la norma.
La pregunta que los asesores debemos responderles a los clientes es: ¿cuándo se dicta una moratoria? No lo sabemos, pero opinamos que ya sea en este período presidencial o en el siguiente es urgente una ley que establezca el pago de las deudas fiscales en cuotas, con intereses coherentes y con la respectiva condonación de las sanciones no firmes (multas y clausura).
El "blanqueo" es mucho más complejo y es conocido en el derecho comparado como un "plan de revelación voluntaria".
La OCDE informa que entre 2009 y 2014 estos programas lograron que más de medio millón de contribuyentes haya revelado, voluntariamente, ingresos y riqueza por más de 37.000 millones de euros. Nuestro país tiene fuertes compromisos con la OCDE, ya que adhirió al programa de Asistencia Mutua en Materia Fiscal, es país miembro del Foro Global y comenzó con los Intercambios Automáticos de Información como un early adopter country en 2017. La Argentina ya usó su bala de plata, su Programa de Revelación Voluntaria, o su "blanqueo": ya lo realizó en 2016, a través de la ley 27.260.
¿Podría la Argentina hacer un nuevo "blanqueo" internacional? Entendemos que no. Que dada su condición de país adoptante de normas internacionales OCDE-GAFI que luchan contra el lavado, el financiamiento del terrorismo y los paraísos fiscales, y que además, tiene en funcionamiento los Intercambios Automáticos de Información, no podría.
Sí podría legislarse un "blanqueo interno", alentando a los contribuyentes, a través de una norma condonatoria, a que declaren "el dinero que está en el colchón". También podría dictarse una moratoria fiscal, con intereses convenientes y ofreciendo condonar las sanciones no firmes. El Estado debe alentar y ayudar a saldar las deudas con el fisco. No hablamos de evasores contumaces, sino de contribuyentes endeudados.
Estas normas no solo beneficiarían a muchas pymes, sino también a la recaudación tributaria.
La autora es socia de Teresa Gómez-Carlos Quian Asesores Tributarios
Teresa Gómez
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