Un clima de queja y ansiedad reina en las cumbres cada vez más frecuentes entre empresarios y políticos
Los representantes del sector privado buscan previsibilidad en el corto plazo y respuestas sobre el plan económico para 2023; el summit de la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en Argentina (AmCham) fue el sexto encuentro en las últimas dos semanas
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En las últimas dos semanas se llenaron las agendas de empresarios y políticos con encuentros que nuclean al llamado “círculo rojo”. La avidez del sector privado por obtener respuestas sobre el panorama para el mediano plazo se conjuga con las -cada vez más frecuentes- pruebas de traje presidenciales de múltiples candidatos, particularmente de la oposición. En menos de 14 horas, hombres y mujeres de negocios se encontraron en dos cumbres, una organizada por la Fundación Libertad y otra por la Cámara de Comercio de Estados Unidos en Argentina (AmCham), para escuchar a los mismos dirigentes.
Antes de estos dos eventos, transcurrieron un puñado de otros, en general con los mismos asistentes y oradores. Experiencia IDEA, el 27 de abril en Neuquén, fue la antesala de un encuentro más íntimo y blindado a la prensa: el foro Llao Llao, el día siguiente, en Bariloche. Tan solo 72 horas después, se volvieron a encontrar en el Centro de Convenciones de Buenos Aires, en la cena anual de Cippec. El día siguiente, a seis cuadras de allí, los empresarios expusieron su apoyo a Guzmán en un almuerzo organizado por el Consejo Interamericano de Comercio y Producción. Mientras, también proliferan las reuniones de distintas cámaras sectoriales.
El clima en estos encuentros es similar, aunque la frecuencia los hace cada vez más amigables. Los representantes del sector privado buscan algún nivel de previsibilidad para los próximos 19 meses, en los que prefieren a la figura de Guzmán más que a cualquier otra que pueda surgir en medio de la interna oficialista. Mientras tanto, indagan en pistas sobre el plan económico que se pondrá en marcha el 10 de diciembre de 2023. Para esa fecha hacen apuestas, se sientan con los “candidateables” en reuniones privadas y “rosquean” en encuentros públicos, como los seis que se hicieron en los últimos 13 días.
En el análisis de los empresarios hay dos prioridades. Primero, buscan un panorama de cómo llegará la economía a diciembre del año próximo. Segundo, un atisbo de qué será de ella si es que asume un nuevo ministro de Economía, hecho que creen probable. Bajo esas premisas, coinciden en sostener a Martín Guzmán -la continuidad en el mediano plazo- mientras que tejen expectativas en conversaciones con presidenciables y con los economistas más importantes de la oposición.
En las charlas abundan las quejas por las trabas en las importaciones, la molestia por la falta de interlocutores claros en el Gobierno, los chistes sobre lo que tal o cuál funcionario le dijo a cada empresa y el intercambio de opiniones respecto de quién será el mejor presidente el año que viene. Sobre la inflación, las expectativas son pesimistas y cercanas al 70% para este año. En relación con el mediano plazo, ven con buenos ojos cierto “aislamiento” a La Cámpora. En todos estos eventos hubo escasa presencia de funcionarios y políticos cercanos a Cristina Kirchner. Los empresarios se contentan por esta suerte de consenso ad hoc provocado por la interna en el oficialismo y el endurecimiento de algunos discursos opositores. De acuerdo con múltiples visiones, hace más improbable el avance de propuestas de esa ala sobre el sector privado, aunque no descartan sorpresas.
En el evento de hoy ganó el aplausómetro Patricia Bullrich, presidente del Pro. Sorprendió con una propuesta: “Si soy presidente, va a haber un bimonetarismo”. Aseguró que permitirá la libre circulación del dólar, una propuesta expresada por Javier Milei hace meses, política con la que se podrá “contratar libremente” e ir a un cajero y extraer la divisa estadounidense. La ovación, sin embargo, tuvo su punto cúlmine en una respuesta al entrevistador, Alejandro Fantino, respecto de si se consideraba presidenciable. “Tengo la personalidad que hace falta”, contestó con una sonrisa y la mirada dirigida al público.
En los eventos de ayer y de hoy disertaron algunos de quienes se están posicionando en la maratón hacia la banda y el bastón presidencial por parte de la oposición. En ambos se hizo espacio para Bullrich; Horacio Rodríguez Larreta, jefe de Gobierno porteño; José Luis Espert, diputado nacional liberal y Alfredo Cornejo, senador nacional por el radicalismo. La ausencia de Milei también fue una similitud entre ambos encuentros, en contraste con el Foro Llao Llao, en Bariloche, hace 10 días, cuando el referente liberal se dirigió directamente al empresariado.
Hasta último momento se dudó sobre la presencia de Martín Guzmán. De acuerdo con diversas fuentes, el ministro de Economía iba a viajar con el presidente a Europa pero se quedó en la Argentina debido al contexto de fricción en la interna oficialista, entre otros motivos.
Entre los oyentes se encontraban CEO y gerentes generales de compañías estadounidenses y argentinas de diversos sectores, como Amazon Web Services, Whirlpool, Accenture, Arcos Dorados (McDonald´s), Coca Cola, Cervecería y Maltería Quilmes, Telefónica y Flybondi, entre otras. A diferencia de otros años, no estuvieron presentes los dueños de las empresas más importantes del sector privado.