Un avance en la relación bilateral con Estados Unidos
Podría rever sanciones que aplicó al país por mantener en default la deuda con el Club
WASHINGTON.- El acuerdo con el Club de París está llamado a tener impacto en la relación bilateral con los Estados Unidos, que aplicó sanciones al país por esa mora y que en el futuro cercano podrían ser removidas.
A la vez, centra ahora la presión en una eventual negociación con los llamados fondos buitre, que demandaron al país y que permanecen como únicos acreedores, con cerca del 7% de la deuda en default en sus manos.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) se mantuvo al margen de la negociación y ayer, consultado por LA NACION, insistió en que "no se le pidió ayuda para monitorear" su cumplimiento.
El único punto en mora que ayer le quedó al país es esa deuda con los holdouts, que se ha convertido en centro de la larga disputa legal con los fondos Elliot, del millonario Paul Singer, y Aurelius Management.
Negociar con ellos sería un trago amargo para el Gobierno. Pero no hacerlo lo expone a un camino judicial en el que los demandantes vienen acumulando fallos en su favor. La última instancia es la Corte Suprema de Justicia de este país, que el próximo 12 de junio dirá si acepta o no tomar cartas en el asunto.
Casi al mismo tiempo en que se anunciaba el acuerdo, tanto el Gobierno como voceros de los fondos dieron nuevas señales de una posible negociación. "Nos queda la vía judicial o la del acuerdo voluntario para poder terminar con este proceso de reestructuración de deuda", dijo ayer el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich.
La expresión no pasó inadvertida. Hasta ahora, los fondos se quejaron del "silencio de radio" del Gobierno ante la posibilidad de una negociación. "Si nos dijeran que nos quieren pagar parte en bonos y parte en efectivo, sería un buen comienzo", dijo el principal estratega del fondo Elliot, Jay Newman.
Pese a las consultas, los fondos permanecieron ayer en silencio. Entre quienes siguen el litigio con la Argentina la coincidencia era que se estaba ante un nuevo escenario. "Cerrar el asunto de los holdouts es lo único que separa al Gobierno de la normalización de su relación con los mercados", dijo una de esas fuentes a LA NACION.
La otra expectativa es que el anuncio de ayer tenga impacto en la relación bilateral con los Estados Unidos. El gobierno de Obama venía alentado una negociación con el Club de París, del que es parte. Como parte de esa presión, aplicó sanciones comerciales al país, a la vez que se opuso a su financiamiento en organismos de crédito internacionales, entre ellos, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial (BM).
Pese a la consulta de LA NACION, no hubo ayer comentarios formales en la administración. La expectativa, sin embargo, es que esas sanciones empiecen a revertirse.
La normalización con el Club de París se suma al acuerdo al que, previamente, se había llegado con empresas que tuvieron fallos favorables en el tribunal del Ciadi, así como a la corrección de las estadísticas de inflación y crecimiento económico.
Un giro que, además, deviene en un acercamiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que aún mantiene una "moción de censura" sobre el país hasta que ese proceso se complete.
Consultado por LA NACION, el organismo de Christine Lagarde no emitió opinión sobre el acuerdo. "Éste es un asunto entre el gobierno argentino y sus acreedores en el que el Fondo no ha participado", dijo un vocero del organismo. La fuente insistió además en que el Fondo "no recibió ningún pedido del Club de París para que monitoree la implementación del acuerdo", añadió.