Un artista diario
Quién le dibujará las alitas al gran Menchi Sábat , que voló ayer a la posteridad, se preguntan en Twitter.
No es una incógnita menor: será un faltante a partir de ahora, al que costará acostumbrarse. También echaremos de menos esos "detalles" editoriales tan simples, pero que decían tanto (un Videla diminuto sentado en un enorme sillón presidencial; esa cara de Cristina Kirchner, con un perfil de Néstor adosado, a manera de siameses; las salpicaduras de sangre sobre las caras de algunos personajes y tantos más). Un artista diario.
Durante casi cincuenta años fue un sagaz cronista visual de la realidad con el sello del eximio creador plástico que demostró ser en tantos libros y muestras.
Escueto, reconcentrado, la seriedad del Maestro podía intimidar a quien se acercara por primera vez. Sello familiar, se dirá, con un árbol genealógico que para arriba y para abajo ofrece más dibujantes talentosos.
Durante casi cincuenta años fue un sagaz cronista visual de la realidad con el sello del eximio creador plástico que demostró ser en tantos libros y muestras
Su muerte soltó una cantidad monumental de cariño y admiración. Pero también los resentidos, que no le perdonan algunos dibujos de Cristina, se hicieron notar con sus odios insignificantes. Lástima que ya no esté: con un par de trazos sutiles los pondría en su lugar.