Un argentino gasta $ 100 semanales en comer al paso
Según un estudio privado, en América latina el mercado de comida en la calle mueve US$ 127.000 millones
El choripán, las hamburguesas y las tortas fritas de los puestos no reconocen marca, pero sí un variadísimo target y un mercado que, aunque suene increíble, mueve millones. La comida al paso, que en sus improvisados puestos acoge por igual a oficinistas, estudiantes, motoqueros, taxistas y albañiles, representa unos US$ 127.000 millones en consumo en América latina.
La cifra surge de un estudio hecho por Cann Worldgroup, en el que se encuestó a 12.000 personas en 25 ciudades de 18 países de América latina, sobre sus hábitos de alimentación y gastos de consumo en la calle.
A nivel regional, el promedio de gasto es de US$ 15 por semana (tres ocasiones de consumo) en productos tan diversos como las costumbres de sus habitantes: carne, mandioca, papa, salchichas, maíz o banana. Eso, explica Enrico Campochiaro, chief growth officer senior de McCann Buenos Aires, representa un gasto promedio de US$ 720 al año, que haciendo una proyección con los 177 millones de habitantes que integran la población trabajadora de clase media de la región arrojan esos US$ 127.000 millones.
En la Argentina, donde se realizaron unas 576 encuestas más fotos y videos, la cifra es un poco más alta: se gastan en promedio $ 100 por semana (unos US$ 21). La carne, consumida en hamburguesas, o salchichas, es el alimento preferido en el país, junto con el mate. Eso se evidencia en la cantidad de gente que va por un choripán en la Costanera o se agolpa en torno de un puesto de hamburguesas en el microcentro.
Uno de estos locales venden a diario entre 60 y 80 hamburguesas, cuyo precio oscila entre $ 9 y $ 13 (la que viene con huevo y jamón y que es la más demandada). El choripán cuesta $ 8 y se venden unos 10 por día. Los turnos se extienden "hasta que se acabe todo", dice uno de los jóvenes que atiende.
En el estudio se hizo énfasis en los niveles socioeconómicos C2 (hasta $ 13.000 de ingreso familiar promedio), C3 (hasta $ 6600 promedio familiar mensual) y D1 (hasta $ 3000). Por eso se centró en zonas donde transitan miles de personas de todas las clases sociales, como Congreso, Constitución, Facultad de Medicina, Flores, Luna Park, Obelisco, Once, Plaza de Mayo, Tribunales, Puerto Madero, Retiro y las avenidas 9 de Julio, de Mayo, Belgrano, Cabildo, Carabobo, Corrientes y Callao, entre otras.
En Buenos Aires, el consumidor de las clases C y D necesita entre $ 15 y $ 30 por día para comer al paso, lo que significa un gasto mensual de entre $ 300 y $ 600, para muchos un monto mucho más elevado de lo que destina a transportarse.
El estudio también rompe con el mito de la preferencia por la comida saludable. El 67% de los entrevistados afirma comer en la calle más de una vez por semana, movido por el sabor de la comida y por el trato directo que se genera con quien atiende, algo que no ocurre en las cadenas de comida rápida en la ciudad.
"Los resultados de esta investigación confirman que conocer al consumidor, sus hábitos y costumbres de consumo en la calle son una fuente importante de nuevas oportunidades para las marcas de la categoría alimentos y bebidas", explica Santiago Puiggari, presidente de McCann Worldgroup Argentina y CEO de McCann Erickson en las conclusiones del estudio.
No hay un profundo compromiso de las marcas para entender las conversaciones que se generan en este tipo de lugares, agrega Campochiaro, y hay todo un mercado por explotar detrás. "Hay espacio para crecimiento de las marcas bien grande y complejo también. Hay que salir a la calle y entender al consumidor. Desde un power point es muy difícil."
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