Turquía lidera la reacción al desplome de las divisas de economías emergentes
ESTAMBUL—El banco central de Turquía anunció una serie de pronunciados aumentos de las tasas de interés, una medida de emergencia que superó ampliamente las expectativas del mercado e impulsó la lira. Se trata de un experimento que sienta precedentes para otros países emergentes que luchan contra la devaluación de sus monedas.
El banco central subió su tasa de referencia de 4,5% a 10%, con el fin de ajustar y simplificar su política monetaria. En la práctica, sin embargo, el aumento no fue tan drástico, ya que la entidad cambió su tasa de referencia para préstamos desde la tasa interbancaria, que ya se encontraba en 7,75%.
La moneda turca, que desde mayo ha perdido cerca de un tercio de su valor con respecto al dólar, avanzó alrededor de 3% en los primeros minutos después del anuncio del organismo.
Turquía y otros mercados emergentes están tratando de poner fin a un mes de bruscas caídas de sus divisas y las últimas medidas han generado expectativas sobre una reacción más concertada. Los líderes de Turquía y Argentina, por ejemplo, ya pasaron a la ofensiva verbal, acusando a los medios de comunicación extranjeros y a grupos empresariales de tratar de explotar las dificultades de los países en desarrollo.
El gobierno argentino acusó a los grandes grupos empresariales de orquestar los ataques especulativos contra las monedas de los mercados emergentes, incluyendo el peso argentino, al tiempo que inyecta dólares en la economía en un intento por calmar los nervios tras la devaluación de la semana pasada.
"El modus operandi de los ataques especulativos se da en todas las dimensiones por una sola razón: para comprar activos financieros y reales depreciados", manifestó el jefe de gabinete, Jorge Capitanich, en una conferencia de prensa realizada el martes. "Estas películas las vimos repetidamente a través de la historia".
A su vez, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien asiste a una cumbre latinoamericana en Cuba, atribuyó los problemas del peso a los bancos, los exportadores y las empresas. "Parece que algunos quieren hacernos comer otra vez sopa, pero además con tenedor", escribió la mandataria en su cuenta oficial de Twitter.
La decisión del banco central de Turquía se produjo horas después de un sorpresivo aumento de tasas en India, que combate un aumento de la inflación así como el menor crecimiento de la economía en una década.
El banco central de Argentina también ha elevado las tasas en los últimos días, mientras que el de Sudáfrica, que enfrenta una mezcla similar de crecimiento débil e inflación alta, está bajo presión para hacer lo mismo en su reunión del miércoles.
Por otra parte, se prevé que la Reserva Federal de Estados Unidos anuncie hoy un nuevo recorte de su programa de compra de bonos, de US$75.000 millones a US$65.000 millones mensuales. Eso podría dificultar aún más la financiación de los mercados emergentes.
El caso de Turquía podría ser una especie de prueba de lo que puede ocurrir en otros mercados emergentes que tratan de combatir la fuga de capitales y un alza de la inflación sin paralizar sus economías al elevar demasiado las tasas de interés. Si Turquía, que registra un déficit de cuenta corriente de 7% del Producto Interno Bruto y un rápido aumento del riesgo político, puede recuperar la confianza de los mercados, podría tener un efecto positivo en otros países considerados vulnerables.
"Turquía podría ser un punto de inflexión en esta ola de ventas y el mundo ha estado observando a este banco central porque la medida resultar altamente simbólica", dice Benoit Ann, economista jefe de mercados emergentes de Société Générale en Londres.
Este año comenzó con la economía mundial en su mejor forma en mucho tiempo, gracias a la recuperación en EE.UU. y el Reino Unido, y a la resistencia de China, además de signos de estabilidad en la zona euro. Sin embargo, recientes tensiones en países como Turquía, Sudáfrica y Argentina han generado fuertes caídas en las bolsas mundiales y revivido los temores de un contagio financiero que podría descarrilar la expansión.
El descenso en los mercados refleja las dudas sobre un choque entre fuerzas externas (como los cambios en la política monetaria de EE.UU. y los esfuerzos de China por reorientar su economía) con tensiones internas.
El banco central de Argentina, que no es independiente, está ofreciendo una tasa de 25,89% en bonos denominados en pesos a tres meses, un aumento de seis puntos porcentuales frente a la subasta de la semana anterior. Sin embargo, la mayoría de los economistas dice que la entidad tendrá que elevar las tasas de interés por encima de 30% para que tengan impacto sobre la inflación, que según el sector privado oscila entre 25% y 30% .
—Ken Parks, en Buenos Aires, contribuyó a este artículo.