¿Turismo todo el año? Cambiaron los hábitos de viajes, hay más escapadas y el empleo de la actividad se estabiliza
El modelo de trabajo híbrido que llegó para quedarse impacta en las formas en que los argentinos viajan. El sector liderando los indicadores de crecimiento económico y laboral
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CÓRDOBA.- La actividad del turismo, según indican mediciones de consultoras privadas, adquirió una nueva dimensión en estos tiempos de la pospandemia. Y los programas PreViaje, cuya tercera edición será ejecutada en los meses de octubre y noviembre, potencian el cambio de conducta de los consumidores argentinos. “Viajar es como comer helado, se rompió la estacionalidad”, define Guillermo Oliveto, especialista en tendencias sociales y de consumo y fundador y CEO de Consultora W, quien considera que, más allá del momento económico de la Argentina –atravesado por problemas como la alta inflación–, hay una búsqueda de bienestar. Los referentes del sector de distintos puntos del país afirman que es así y que, si el fenómeno se prolonga, el impacto en empleo será significativo.
Según datos de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), 32 millones de personas se movilizaron en la temporada de verano y el fin de semana largo de carnaval de este año; hubo, además, un movimiento récord durante Semana Santa (3 millones de personas) y en el fin de semana extralargo de junio (2,3 millones, la mayor cifra desde que se instaló ese feriado, en 2016). En las vacaciones de invierno, en tanto, se movilizaron 5,2 millones de viajeros y en el fin de semana largo de agosto, 820.000.
El Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) que elabora el Indec, marca que, en junio, con un alza interanual del 39,2%, el rubro “hoteles y restaurantes” volvió a liderar en la medición. El índice general mostró un avance mucho más suave, de 6,4% en la comparación interanual y de 1,1% en relación con el mes de mayo.
Desde el Grupo Gestión (consultora enfocada en la búsqueda de recursos humanos para hotelería y turismo), su ejecutiva comercial Marcela Bottazzi describe que, después de la pandemia, la necesidad de cobertura de puestos registra “muchos menos picos”. Se observan, a la vez, una actividad “más consolidada” y con búsquedas que están 100% arriba con respecto a la era pre-Covid. Claro que las empresas debieron salir a cubrir personal, después de haber producido despidos en los meses más duros del coronavirus y las cuarentenas.
“Se cubrieron y se sumaron nuevos; el mercado se está moviendo mucho más y el tipo de cambio ayuda”, indica Bottazzi. Admite que “cuesta” encontrar gente, en especial, para los puestos de camareros y limpieza, que tienen mucha exigencia física. En esa línea, se avanzó en acuerdos con facultades y asociaciones para dar capacitación.
La Ciudad de Buenos Aires mantiene su liderazgo como la más dinámica en cuanto a la demanda y creció Mendoza, de la mano de los hoteles boutiques y de la ruta del vino. Bottazi señala que, después de un 2021 con salarios muy retrasados, “este año se reacomodaron los números” y las propuestas son “competitivas y tentadoras”.
Para Oliveto, el programa PreViaje apuntala una modificación de conductas que va venía y que, en la pospandemia, se profundizó. Es la del viaje no solo “como objeto de deseo, sino como una alternativa de salud, de desintoxicación frente a una vida cargada de intensidad”. El consultor se basa en trabajos de su firma para concluir que “cambió la lógica vacacional”. Las “escapadas” son más frecuentes y ya no se espera a un período largo anual.
En la actual versión, el Gobierno dejó habilitado el 6 de este mes el sitio oficial del programa PreViaje 3, para que quienes vacacionen en la Argentina en los próximos meses tengan, por determinados consumos vinculados a esta actividad, una devolución del 50%, que será posible aplicar a diferentes compras. Los afiliados a PAMI recibirán una devolución mayor, del 70%, según se anunció.
Las compras que generan crédito a favor de los viajeros son exclusivamente las que tienen como contraparte a prestadores turísticos que están inscriptos en el programa oficial. Se trata de agencias de viajes, empresas de servicios de alojamiento, de transporte aéreo de cabotaje, de transporte terrestre, de alquiler de automóviles y equipamiento, por ejemplo.
“La consecuencia más novedosa que dejó la pandemia –subraya Oliveto- es la modificación estructural del vínculo de la gente con el trabajo. Eso permite tener un ‘fin de semana largo’ cuando se quiere; la hibridez como modelo laboral es la clave que cambia al turismo”.
Aldo Elías, presidente de la Cámara Argentina de Turismo, plantea que el PreViaje “amplió” las fechas que tradicionalmente estaban destinadas a viajar, aunque todavía no cree que haya una ruptura de la estacionalidad. “Hay que seguir apuntalando para que los empleos se mantengan también con escasez de demanda [de servicios turísticos]; deben seguir los incentivos como en otros países del mundo”, insiste. Y afirma que a la inversión privada en infraestructura se le debe sumar “más inversión pública”.
Según Elías, el sector está creciendo y también el nivel de empleo, pero “hay que lograr una continuidad de demanda a lo largo del año”. Él rechaza que se califique al PreViaje como un subsidio. “Es lo opuesto; promueve la venta de un determinado producto o servicio y, a cambio, otorga un beneficio”, dice y grafica que del 50% de reintegro, entre 80% y 83% proviene de la formalización de la operación.
Percepción generalizada
Matías Lammens, ministro de Turismo de la Nación, subraya que uno de los objetivos de la gestión es incentivar la actividad turística durante todo el año. “Con ese horizonte diseñamos PreViaje, la política pública más importante de la historia del turismo en términos de impacto económico y de inversión. Con el impulso del programa, logramos extender la temporada récord, con un intenso movimiento turístico tanto en noviembre y diciembre de 2021, como en marzo y abril de 2022″, describe. Según dice, se logró ampliar las estadías, aumentar el gasto promedio de cada turista y potenciar destinos emergentes en todas las regiones del país.
El funcionario afirma tener la convicción de que “más turismo es más trabajo” y adelanta que “redoblarán esfuerzos” para el crecimiento de esta industria, por su rol “fundamental en la generación de empleo formal, de oportunidades de inserción para jóvenes a nivel local, y en la llegada de divisas”.
Darío Ratinoff, gerente comercial de JetSmart, coincide en que hay menos picos en la demanda de tickets; el factor de ocupación promedia el 85% todo el año y en todos los destinos. Reconoce que los precios son un factor crucial para “incentivar” la ocupación. “Las escapadas son más comunes; ya no se espera un fin de semana largo y los jóvenes son dinamizadores de esa conducta”, añade.
La empresa, agrega Ratinoff, registra un 20% más de demanda que en el mismo período de 2019. Si bien el PreViaje empujó, el ejecutivo dice que la tendencia ya venía desde antes. La recuperación de la actividad fue “gradual” con una oferta de vuelos que se incrementó conforme a lo que pedía el mercado. Hoy la compañía aérea cuenta con seis aviones (dos más que en la prepandemia) y sumará otros dos (uno este mes y otro en noviembre).
De norte a sur, de este a oeste
La afluencia de visitantes tiene características particulares en los diversos puntos del país. En Iguazú, por ejemplo, los meses de baja son mayo, junio y, parcialmente, agosto. Este año hubo más cantidad de visitantes. “Acá el empleo es estable; no hay tanta contratación de corto plazo -sostiene Santiago Lucenti, presidente del Grupo Americano de hotelería-. La estructura montada es importante; trabajan 11.500 personas entre empleos directos e indirectos. Faltan recuperar vuelos regionales, porque, sino, los costos se encarecen para los turistas del interior”.
Abril, mayo y junio son los meses de baja temporada para Tierra del Fuego, pero este año estuvieron un 25% por encima de la ocupación promedio histórica. “No hay que restarle importancia al PreViaje, que impactó, aunque no en la medida de este crecimiento. Hay visitantes más permanentemente. En todos los meses la gente sale, vacaciona más corto, pero en un destino único y con una estadía más prolongada, lo que genera un derrame diferente, porque no hace solo lo tradicional”, explica Dante Querciali, presidente del Instituto Fueguino de Turismo. Además, comenta que, por esta nueva lógica, el sector -que emplea 16.000 personas en ocupaciones directas e indirectas- tomó trabajadores y los “sostuvo”. Hasta ahora, una vez que terminaba Semana Santa, automáticamente caían los contratos. “Este año eso se dio en mucho menor medida”, sintetiza.
Willy Vaccani, director de Turismo de Nono (Traslasierras, Córdoba), aporta que, “de a poco”, la estacionalidad “se viene rompiendo”. Este año, señala, los fines de semana largos tuvieron una ocupación de tres o cuatro puntos porcentuales menos que antes (82% promedio), pero el movimiento “se da en otros días”. También remarca que hay más gente sola y parejas que, en muchos casos, buscan buena conectividad para trabajar desde el lugar donde para. Agosto y mayo -habitualmente temporada baja- fueron los “mejores” de los últimos años.
La secretaria de Turismo de la provincia de Salta, Natalia Loza, indica, por su parte, que la provincia viene trabajando en romper la estacionalidad desde hace tiempo y, según su visión, se están logrando resultados. En mayo y junio, la ocupación promedio pasó, con respecto a otros años, de 20% a 50%. “Gracias el nuevo comportamiento de la demanda y al empuje del PreViaje estamos viendo más demanda -añade-. Ayudamos con un nutrido calendario de actividades a lo largo del año en todo el territorio y que van desde naturaleza, religión, deportes, cultura y gastronomía”. Destaca la afluencia de visitantes por reuniones corporativas y congresos, que “ayudaron a colmar las plazas de la ciudad y los alrededores”.