Tres gobernadores analizan fijar un “aporte especial” a las empresas de litio

Los gobernadores de Salta, Jujuy y Catamarca definieron hoy, en una nueva reunión de la Mesa del litio, que buscarán cobrar a las empresas que explotan este recursos en sus provincias un “aporte minero especial” para aquellos casos en que los márgenes de rentabilidad lo permitan.

La iniciativa, según confirmaron fuentes que estuvieron presentes en la reunión, tiene como objetivo que, además del pago de regalías, vuelva a las provincias “algo más” de lo que se genere por la explotación del litio presente en sus territorios. En esto coincidieron los gobernadores Gustavo Sáenz (Salta), Gerardo Morales (Jujuy) y Raúl Jalil (Catamarca).

Un hombre muy cercano a uno de los gobernadores participantes de la idea comentó que, de todos modos, “se trata de algo que está en análisis y que deberá consensuarse con las propias empresas”. La misma fuente confió que se pensó en un “aporte especial” porque un impuesto iría en contra de la estabilidad fiscal fijada por ley para las compañías que desarrollan actividades mineras.

Tampoco se determinó por ahora el monto de ese aporte, ni si será anual o trimestral, aunque se analiza que sea algo relacionado con el aumento de la rentabilidad que las empresas puedan tener si se da un salto en la cotización internacional del litio. Hay que recordar que el litio es el mineral del momento, puesto que se emplea para la fabricación de baterías de autos eléctricos y celulares, entre otros tantos usos.

La Argentina ocupa el cuarto lugar a nivel mundial en producción de litio y el segundo en reservas; las estimaciones apuntan a que tiene alrededor de 19,3 millones de toneladas concentradas en Salta (41 %), Jujuy (37 %) y Catamarca (22 %), frente a más de 21 millones en Bolivia y 9 millones en Chile.

Actualmente Chile es el principal exportador de los países que conforman este triángulo –y segundo a nivel global– con el aporte de 150.000 toneladas por año, lejos de la Argentina, que despacha menos de 35.000.

Según publicó LA NACION el jueves pasado, las estimaciones de inversión más austeras alcanzan los US$5000 millones, sin embargo, distintos cálculos privados coinciden en que podrían ascender a US$10.000 millones en un período de cinco años si se generan condiciones atractivas para el sector privado.

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