Tras su suspensión, Sepp Blatter abre las cortinas de los manejos de la FIFA
ZÚRICH—Sin afeitar, con la camisa abierta, un curita debajo de su ojo derecho, Joseph Blatter se inclinó hacia adelante en su silla tapizada de rosado. Un día después de recibir la prohibición de participar en actividades de la FIFA por ocho años, el ex dirigente hizo una declaración que muchos en el mundo estaban esperando.
"He terminado mi trabajo en el fútbol", dijo.
Aunque Blatter, de 79 años, planea apelar la prohibición impuesta por el comité de ética de la FIFA y asegura que no tenía conocimiento de irregularidades dentro del organismo rector y sus confederaciones miembros, ha entrado claramente en la etapa de despedida de su largo reinado sobre el fútbol mundial, que comenzó en 1998, cuando asumió la presidencia de la FIFA. En una entrevista con The Wall Street Journal en el hotel Dolder Waldhaus en las colinas de Zúrich, a cuatro minutos en auto de la sede de la FIFA, Blatter restó importancia a algunos asuntos. En un momento comparó su cuerpo a un Ferrari que ha sido tratado como un Citroën 2CV, mientras que en otras ocasiones se mostró desafiante, llamando la prohibición un "disparate".
Blatter también abrió las cortinas de los tejemanejes al interior de la FIFA, ofreciendo nuevos detalles sobre su decisión de suspender al ex secretario general del organismo, Jérôme Valcke, y el sorprendente vuelco que llevó a su heredero aparente, Michel Platini, a expresar su apoyo a la candidatura de Qatar para organizar la Copa del Mundo de 2022. Poco antes de cambiar su voto, señaló Blatter, Platini le dijo: "Cuidado. Si votamos por Qatar, al día siguiente todo el mundo dirá que la FIFA se vendió". Una semana después, según Blatter, le comunicó que algo había cambiado.
Blatter cree que Platini cambió de parecer acerca de Qatar durante un almuerzo de 2010 en el Palacio del Elíseo entre Platini, el entonces presidente francés, Nicolas Sarkozy, y un miembro de la familia real de Qatar, en el que Sarkozy dio instrucciones a Platini para que apoyara al país de Medio Oriente. Francia y Qatar comparten intereses comerciales impor-tantes en la industria aeroespacial. "Desde que he estado en la FIFA, la Copa del Mundo siempre ha sido asignada por la recomendación, para no decir más, de los gobiernos", afirmó Blatter.
Sarkozy ha negado estas acusaciones en el pasado. Un portavoz de Platini no respondió a una solicitud de comentarios. Platini ha dicho anteriormente que siempre votó con los mejores intereses del fútbol en mente.
Blatter también apuntó a las recientes declaraciones de los principales patrocinadores de la FIFA que han pedido una reforma. "Empresas, socios comerciales están haciendo fila para entrar", afirmó. "Si los estadounidenses quieren irse, otros vendrán. Pero no se quieren ir. No se irán".
Un día antes, Blatter realizó una rueda de prensa para rechazar el veredicto del comité de ética de la FIFA, actuando como el sociable políglota que ha pasado cuatro décadas convirtiendo al organismo en un imperio con una reserva de efectivo US$1.520 millones. El martes, poco antes de viajar a su casa en los Alpes suizos para pasar la Navidad, moderó el tono y por momentos se mostró triste. "Perdí la fe en nuestra organización el 27 de mayo con esta intervención de la justicia estadounidense", dijo, refiriéndose a la detención en un hotel de Zúrich de siete directivos de la FIFA y ejecutivos de fútbol por cargos de corrupción. "Y ese mismo día presentaron a la FIFA como una organización de tipo mafioso".
Blatter no fue nombrado en ninguna de las acusaciones de Estados Unidos relacionadas con la corrupción en el organismo, pero está bajo investigación penal de la Oficina Federal de Justicia de Suiza. Las indagaciones de Suiza y de la FIFA se centran en lo que las autoridades llaman un "pago desleal" de 2 millones de francos suizos (unos US$2 millones) realizado en 2011 por la FIFA a Platini, el presidente de la UEFA. El dirigente francés dijo que el pago, que salió a la luz en septiembre, fue por trabajo de asesoramiento llevado a cabo entre 1998 y 2002 como parte de un acuerdo oral. Blatter ha indicado que si se cometió algún error fue administrativo, no ético.
Ambos recibieron el lunes la prohibición de participar en actividades de la FIFA durante ocho años, además de multas. No obstante, la de Blatter fue de sólo 50.000 francos suizos, mientras que la de Platini fue de 80.000 francos. "Él es un poco más caro que yo", dijo Blatter riendo. "Pero esto es un disparate. De acuerdo con la ley suiza, para ser suspendido por ocho años, usted debe haber cometido un asesinato o un robo bancario".
Blatter señala que sus problemas empezaron en diciembre de 2010, cuando el comité ejecutivo de FIFA votó para conceder los Mundiales de 2018 y 2022 a Rusia y Qatar, respectivamente. El martes, habló de al menos dos factores que llevaron a la elección de Qatar en lugar de EE.UU., que él prefería: la decisión de Platini de dar su apoyo a la candidatura de Qatar, y un acuerdo entre los representantes de España y Qatar para que el primero votara por el país de Medio Oriente para 2022 a cambio del apoyo de este para su candidatura conjunta con Portugal para organizar el Mundial de 2018.
Menos de dos semanas después de la supuesta reunión con Sarkozy, Platini votó por Qatar, junto con varios miembros europeos del comité ejecutivo, de acuerdo con gente de la FIFA. Entre ellos se encontraba el representante de España.
Los equipos español y catarí que realizaron las candidaturas no pudieron ser contactados de inmediato para que comentaran. En el pasado han negado haber hecho un trato para intercambiar votos. Sin embargo, Blatter dijo que el acuerdo era ampliamente conocido al interior de la FIFA. "Lo dijeron en el comité ejecutivo", afirma Blatter. "No era ningún secreto que España estaba con Qatar y viceversa".
"No queremos la intervención política en el fútbol", añadió. "Creo que hemos llegado a un punto en que la gente entiende esto".
Semanas antes de las suspensiones de Blatter y Platini, el ex líder de la FIFA perdió a su mano derecha, Jérôme Valcke, a quien Blatter suspendió tras acusaciones de que trató de sacar provecho de la venta de un paquete de entradas para el Mundial.
En un e-mail, Valcke dijo que no había hablado con Blatter desde el 19 de septiembre y que no había participado en los procesos de venta desde diciembre de 2006. Valcke agregó que nunca soñó con convertirse en presidente de la FIFA.
Blatter dijo el martes que los dos no han hablado desde entonces. "Nunca me perdonó por eso", contó. "Para mí, las entradas no tenían nada que ver con eso. Era su actitud personal". Blatter explicó que su trabajo en la FIFA era asegurar que la Copa del Mundo llegara a las cuatro esquinas del mundo y asignar fondos a las 209 federaciones nacionales para construir la infraestructura del deporte. El ex dirigente dijo que cree que esa fue la cumbre de sus logros. "Pasé 40 años en la FIFA", sentenció. "No me molesta hablar del pasado, porque el pasado fue más brillante para mí que el futuro".
Matthew Futterman contribuyó a este artículo.