Tras los aumentos tarifarios, los subsidios a la energía cayeron 20% en el primer semestre
Las boletas de electricidad aumentaron en términos reales 209% desde agosto pasado para los usuarios de altos ingresos y 14% desde marzo para el servicio de gas
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El Gobierno cumplió en la primera parte del año con el objetivo de reducir los subsidios a la energía, luego de los aumentos tarifarios que llevó a cabo a través de la segmentación. En el primer semestre, los subsidios representaron $1,3 billones, que equivale a un aumento del 82% respecto del mismo período del año pasado, por debajo de la inflación interanual, que superó el 110%.
La reducción de los subsidios se da pese a que en los últimos dos meses subieron en torno al 150% interanual, según los últimos datos del resultado fiscal que publicó el Ministerio de Economía. Sin embargo, en el sector coinciden en explicar que esto se debió a que el Estado se puso al día con algunos pagos que habían quedado retrasados del mes de marzo.
“Los principales subsidios económicos a los sectores de agua, energía y transporte tuvieron en junio un crecimiento acumulado anual del 75,3% respecto de igual período del año anterior. A su vez, la variación real indica una reducción del 17,3%”, dice el último informe del Instituto Interdisciplinario de Economía Política de Buenos Aires (IIEP), que depende de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet).
Los subsidios correspondientes a la energía, a su vez, fueron los que más cayeron en términos reales en el primer semestre, con una reducción del 20,1%. Sin embargo, todavía explican el 79% del total de las transferencias por subsidios.
“Las transferencias devengadas por Energía Argentina (Enarsa) en el primer semestre de 2023 aumentaron 183,6% nominal y 40,8% real [descontada la inflación], mayormente explicado por la compra anticipada de barcos de gas natural licuado (GNL)”, dice el informe. En el segundo semestre, estas transferencias deberían caer fuertemente, ya que no hay más compra de buques.
“A su vez, Cammesa tuvo transferencias nominales 23,1% mayores, mientras que disminuyen 43,2% en términos reales. Las transferencias por el Plan Gas.Ar aumentaron 323,3% (109,4% en términos reales)”, agrega el IIEP.
Tarifas dispares
Entre marzo de 2019 y agosto de 2022, previo a llegada de Massa a la gestión económica, la tarifa residencial para un consumo promedio de energía eléctrica se redujo 51% en términos reales. A partir de entonces, hubo un aumento real de 209% en el caso de un usuario de altos ingresos (el nivel N1), mientras que los de ingresos bajos y medios (niveles N2 y N3, respectivamente) continúan su caída real.
“La factura promedio de energía eléctrica para los usuarios de N2 (bajos ingresos) y N3 (ingresos medios) cayeron en términos reales un 16% y 6% respecto de la factura pre-segmentación respectivamente”, dice el IIEP.
El caso del gas muestra una dinámica similar. Entre enero de 2019 y febrero de 2023, la tarifa residencial para un consumo promedio de gas natural se redujo 46% en términos reales. A partir de entonces, hubo una recomposición real del 14% en el caso de un usuario de altos ingresos. Es menor a la eléctrica porque el precio en sí del gas también disminuyó con respecto al año pasado. En cuando a los usuarios de ingresos bajos y medios continúan su caída real.
“La factura promedio de gas para los usuarios de N2 (bajos ingresos) y N3 (ingresos medios) cayó en términos reales un 28% y 18% respecto de la factura pre-segmentación, respectivamente”, agrega el informe.
En cuanto a la relación entre el gasto total de los servicios energéticos (gas y luz) en relación al salario representativo de cada segmento, para los usuarios de bajos ingresos, el peso en el pico de invierno representa alrededor del 7,4% del ingreso en el área metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
Para los usuarios de ingresos altos y medios, en tanto, representa el 2,2% y 3,1%, respectivamente. El peso máximo de los servicios públicos energéticos sobre el salario se observa en junio de 2019, con una carga del 5,6% sobre el salario promedio registrado, según los cálculos de Economía Política de Buenos Aires (IIEP).
Actualmente, los usuarios N1 cubren con sus boletas la mayor parte del costo del servicio eléctrico, mientras que los N2 y N3, apenas entre el 14% y 18%. Esto implica que para estos dos segmentos el estado cubre con subsidios el 86% y 82% del costo.
En cuanto al gas, la cobertura del costo de abastecimiento es del 53% por parte de los usuarios de altos ingresos, ya que el Gobierno subsidia la diferencia a través del programa Plan Gas.AR. Los usuarios N2 y N3 pagan el 16% y 20% del costo de abastecimiento, respectivamente.
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