Tras limitar la demanda, el Central se dedicó a planchar el dólar
El Banco Central (BCRA) removió ayer la última atadura que le había impuesto el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) al volver a intervenir de modo directo sobre la plaza cambiaria para asegurar que el dólar opere estable, es decir, para cumplir con el objetivo que el Gobierno definió desde hace unos días como "primordial".
En la segunda rueda de operaciones tras la imposición de restricciones a la demanda de divisas, la primera de mercado pleno (dada la actividad reducida de anteayer), la entidad dejó de lado el sistema de subastas públicas para volver a ofrecer vender dólares de las reservas en forma directa con tal de volver a tener incidencia sobre el valor del billete.
Se trata de algo expresamente vedado en el memorándum de entendimiento firmado con ese organismo y que, hace casi un año, eyectó al exsecretario de Finanzas Luis Caputo de la conducción del BCRA tras un breve mandato marcado por la corrida cambiaria desatada en tiempos en que esa entidad era comandada por Federico Sturzenegger.
La receta funcionó: el dólar tuvo su jornada menos volátil en la plaza local en casi dos años: tocó mínimos de $55,50 y máximos de $56,17 antes de cerrar a $55,99 (-5 centavos) a nivel mayorista y quedar a $ 58,49 promedio al público (-8 centavos), según el relevamiento oficial, aunque en bancos privados se lo ofreció más cerca de los $59 o aun arriba de ese valor.
La irrupción del organismo oficial en la operatoria fue fácilmente detectable dado el relativamente bajo volumen de divisas negociado, aunque para los operadores el monto de negocios es probable que repita estos niveles de aquí en más tras las limitaciones impuestas a la demanda de empresas y las especulativas de mayor porte. "A lo sumo, podrá escalar algo más cuando aparezca la oferta privada forzada por los plazos dispuestos para la liquidación de exportaciones. Lo que falta respecto del nivel previo que tenía el volumen se desplazó a los otros negocios con dólar", explicó un operador en obvia referencia al denominado dólar MEP y al "contado con liqui" (CCL), como dicen en la jerga.
Ayer, por caso, se operaron US$426 millones, una cifra cinco veces superior a los testimoniales US$84,3 millones de anteayer, pero 42% inferior a la transada el viernes. De este total apenas el 7% (unos US$30 millones) habría aportado el Central, que se puso del lado vendedor cuando el billete tocó $56,15 y se mantuvo hasta que bajó de ese nivel. "Luego apareció algo de oferta privada que hizo el resto del trabajo una vez que el BCRA marcó el precio", explicó un operador. Para otros, esa tarea fue complementada con algunas ventas del Banco Nación,
Los analistas juzgan lógica la adecuación de la estrategia oficial dado el cambio dispuesto el fin de semana en el esquema cambiario, tras quedar la prohibida la compra para atesoramiento para las personas jurídicas (y bajo control los giros de utilidades al exterior) y limitadas hasta los US$10.000 por mes para las personas físicas.
"El sistema de subastas sin precio en este contexto no tiene sentido: el de intervenciones sin duda puede ser más eficaz si lo que se intenta es tener bajo control el billete, algo que a esta altura se sabe es clave", juzgó la economista Marina Dal Poggetto, directora de la consultora EcoGo.
"El esquema de intervenciones directas puede ser un instrumento superior al mecanismo de las subastas, si es bien administrado", coincidió su colega y exsecretario de Finanzas Daniel Marx, actual director de Quantum Finanzas.
"Es una simple adaptación al esquema de controles. Y las ventas tienen lógica si lo que se busca es tranquilidad mientras se gana tiempo para que ingresen las divisas por la obligación de liquidar exportaciones en un plazo de hasta cinco días", apuntó por su parte el economista Amílcar Collante, de CeSur.
La jornada mostró que la estabilidad del dólar oficial se complementó con la de los precios que surgen para el dólar por operaciones con activos financieros. El CCL promedió $61,50 y el dólar MEP o Bolsa cerró en $59,97. Incluso el paralelo cayó casi 4%, al operarse a $61.
La nota divergente la dio la tasa de interés de referencia, que trepó un escalón más para quedar en 85,73% anual (nuevo máximo desde mediados de 2002), aunque esta vez sirvió para que el BCRA absorbiera unos $38.260 millones, tras expandir casi $365.000 millones en solo cuatro días.
Y el dato preocupante lo siguen aportando las reservas, que cayeron otros US$995 millones (cerraron en US$52.149 millones), básicamente por el retiro de depósitos en dólares, una oleada que solo ayer -según los bancos- dio alguna señal de moderación tras varios días en alza.