Tras la recuperación, otro desafío para Ford
Debe hallar un sucesor de la talla de Alan Mulally
En los últimos cinco años, Ford Motor Co. ha logrado una recuperación impresionante bajo el presidente ejecutivo Alan Mulally.
Ahora, la automotriz encara el reto de gestionar delicadamente la sucesión.
Se prevé que Mulally, de 66 años, renuncie al máximo cargo de la automotriz en los próximos dos años, según personas familiarizadas con el asunto. Ford ha comenzado a considerar posibles sucesores y maneras de abordar la transición, incluso la idea de nombrar un director operativo que trabajaría junto con Mulally antes de tomar el timón, dijeron estas personas.
"Creo que han decidido que querrán a alguien con tareas superpuestas a las de Mulally por algún tiempo", dijo un ex ejecutivo de Ford. "Quieren que la próxima persona emule a Mulally, alguien con el mismo temperamento, el mismo estilo de gerencia.
Querrán que se parezca lo más posible a Mulally". Una portavoz de Ford dijo que la compañía no está llevando a cabo una búsqueda de presidente ejecutivo. El martes, durante una aparición en Fox News, Mulally señaló que no se iba. "No es verdad…pero puedo entender que la gente siga a Ford de cerca porque es muy importante y su éxito es muy importante para Estados Unidos".
La salida de Mulally puede ser la primera de una serie de cambios en Detroit en los próximos años.
En General Motors Co., se espera que el presidente ejecutivo, Dan Akerson, de 63 años, permanezca con GM durante al menos tres o cuatro años. Ha estado contemplando candidatos internos para la sucesión desde que asumió el puesto el año pasado. Chrysler Group LLC es dirigida por Sergio Marchionne, de 59 años, quien también lleva las riendas de Fiat SpA, de Italia, y ha dicho que podría retirarse en algún momento después de 2015.
Encontrar un sucesor de la talla de Mulally no será fácil. Es conocido por su estilo relajado y su rostro siempre sonriente, pero puede ser gélidamente desapasionado de ser necesario. Por ejemplo, despidió al ex director financiero de Ford por disputas con otros ejecutivos.
Mulally se incorporó a Ford en 2006 tras una larga carrera en Boeing Co., en una época en que la automotriz de Dearborn, estado de Michigan, y sus rivales de Detroit incurrían en miles de millones de dólares en pérdidas. Ford hipotecó la mayoría de sus plantas, propiedades y activos para tomar prestados US$23.500 millones, lo que le dio un colchón de efectivo para seguir operando durante el bajón y poner en marcha su plan de reestructuración.
El ejecutivo también enfocó la compañía en su división Ford, y vendió o cerró marcas de nicho, entre ellas Jaguar, Land Rover y Mercury, como parte de la estrategia de "Una Ford". Disminuyó la producción para corresponder los inventarios con la demanda, mejoró la calidad y redujo incentivos que socavaban ganancias. Mulally también puso fin a las disputas internas en Ford, insistiendo que sus operaciones globales funcionen como un solo equipo.
En 2009, cuando GM y Chrysler necesitaron rescates respaldados por el gobierno de EE.UU., Ford registró una ganancia de US$2.700 millones. En los tres primeros trimestres de este año, la compañía ha ganado US$6.600 millones. Entretanto, Mulally se ha convertido en una celebridad corporativa y el rostro global de la automotriz.
Entre los candidatos internos están Mark Fields, de 50 años, presidente de las operaciones de Ford en América del Norte y del Sur; y Joe Hinrichs, de 44 años, jefe de las operaciones de Asia, dijeron estas personas. Al menos dos candidatos externos han estado en contacto con Ford acerca de reincorporarse a la compañía como potenciales sucesores de Mulally, dijeron estas personas.
Son Phil Martens, de 51 años, presidente ejecutivo de la compañía de productos de aluminio Novelis Inc.; y John Krafcik, de 50, director de la filial norteamericana de Hyundai Motor Co.
El mes pasado, Fields reconoció en una entrevista que le gustaría el puesto de presidente ejecutivo. También dijo que todos los integrantes de la gerencia de Ford están conscientes del temor de que, después de que se vaya Mulally, la cultura y las prácticas podrían revertirse al "viejo Ford", donde personalidades dominantes y agendas privadas enturbiaban el progreso. Pero agregó que no creía que ello ocurra.
"Somos prácticos", dijo. "Esto está funcionando".
No fue posible comunicarse con Hinrichs. Martens no quiso decir si se habían contactado con él y afirmó: "Estoy seguro que la junta tomará la decisión correcta".
Fue jefe de desarrollo de productos de Ford antes de irse en 2005. Krafcik, quien trabajó en desarrollo de productos para Ford durante 14 años antes de irse en 2004 para incorporarse a Hyundai, se negó a hacer comentarios.