Argentina y el mundo. Qué países ya abrieron sus fronteras al tráfico aéreo
Según un registro de IATA, hay dos zonas donde las restricciones siguen siendo especialmente fuertes y que coinciden con los países en los que el virus golpeó más tarde: Latinoamérica y África. Otras regiones del mundo como Europa, Asia y América del Norte han dado paso a una reapertura gradual.
Con miedo a los rebrotes y sin haber logrado todavía controlar totalmente el virus, muchos países del mundo decidieron comenzar a abrir sus fronteras aéreas en el último tiempo. La decisión se tomó luego de meses de una virtual paralización del tránsito de personas que golpeó tanto a las finanzas de las empresas aéreas como a las economías nacionales, dependientes en algunos casos del motor del turismo. Y si bien el planisferio se llena cada vez más con el color de las reaperturas parciales, hay dos zonas donde las restricciones siguen siendo especialmente fuertes y que coinciden con los países en los que el virus golpeó más tarde.
Unmapa elaborado por la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), organización que representa alrededor de 300 aerolíneas del mundo, permite observar que actualmente las restricciones más severas se encuentran en Latinoamérica y África, mientras que otras regiones del mundo como Europa, Asia y América del Norte han dado paso a una reapertura que si bien no es total, permite una normalización gradual de la actividad aerocomercial.
Según los cálculos de la organización internacional, este año la caída global de transporte de pasajeros será del 55% y la industria recuperará el volumen prepandemia de tráfico internacional -que en tiempos normales representa cerca de dos tercios de los viajes aéreos mundiales- no antes de 2024 y el de cabotaje, hacia 2023.
El cierre en América del Sur es casi absoluto, con la excepción de Brasil, que es uno de los pocos países del mundo que tienen sus fronteras internacionales totalmente abiertas. Sin embargo, es probable que la organización -que recoge la información de aerolíneas y agencias gubernamentales en todo el mundo- actualice la situación en las próximas horas, dado que septiembre es la fecha de reinicio estipulada por de varios países. Por ejemplo, el gobierno boliviano anunció que abre sus fronteras para vuelos internacionales a partir de hoy, con la exigencia para los pasajeros de contar con un test de Covid-19 negativo y una declaración jurada de salud.
Según explicó a este medio el consultor aeronáutico Franco Rinaldi, si bien IATA registra varios países de la región como cerrados, si se mira la letra chica puede advertirse que la restricción en la Argentina es más severa en muchos casos. "Chile no cortó nunca los vuelos domésticos y en Colombia tenía previsto reanudarlos hoy", ejemplificó, mencionando aspectos que la radiografía de IATA no refleja.
Las reaperturas tienen matices en cada país. En algunos se limitan a recibir a los pasajeros provenientes de determinados países o, al revés, se prohíbe el ingreso de ciertos ciudadanos. Por otro lado, algunos gobiernos han dispuesto la obligación para los recién llegados de realizar cuarentena, mientras que otros han optado por alternativas como el test o el seguimiento del estado de salud.
En el otro extremo, los cierres de frontera contemplan excepciones "humanitarias" destinadas a permitir la repatriación de nacionales, vuelos sanitarios y servicios de carga, entre otras salvedades.
Según aseguró Peter Cerdá, vicepresidente regional para las Américas de IATA, en una conferencia de prensa de la que participó LA NACION, la región latinoamericana estuvo más paralizada que cualquier otra y recibió menos ayuda de los gobiernos. "No se puede aguantar más", dijo sobre países como la Argentina, en los que las empresas aéreas cumplirán en septiembre seis meses sin actividad regular.
La industria considera que mantener los aviones en tierra por más tiempo no es una alternativa viable y propone diseñar estrategias para coexistir con el virus. "Entendemos que las cosas no van a volver a la normalidad hasta que tengamos la vacuna, entonces vamos a necesitar aprender a lidiar con la situación. La industria fue responsable y tomó las medidas necesarias para operar de manera segura", señaló Cerdá.
En la Argentina, toda la industria esperaba que se reabrieran las fronteras aéreas el 1° de septiembre, interpretación derivada de una resolución de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) de fines de abril que habilitaba la venta de pasajes para vuelos regulares a partir de esa fecha. Sin embargo, la situación sanitaria postergó la reactivación y se prolongó el sistema actual, en el que se otorgan autorizaciones excepcionales para una lista acotada de vuelos.
Para septiembre hay programados vuelos "especiales" que unen Buenos Aires con varias capitales del mundo y que permiten conectar desde esas ciudades a un amplio abanico de destinos. Los vuelos de cabotaje, por otra parte, siguen siendo extremadamente limitados, aunque en el Gobierno aseguran que están trabajando para reanudarlos en cuanto sea posible.
Según puso sobre la mesa el ministro de Turismo, Matías Lammens, una fecha tentativa de reapertura de los vuelos comerciales podría ser octubre, pero todavía no hay ninguna confirmación oficial al respecto y en el Gobierno aclaran que dependerá de múltiples factores.