Torres de Manantiales cambia el formato de hotel por el de alquileres
La reserva de plazas para estadías turísticas tradicionales está suspendida y abrió un plan de retiro voluntario para sus 79 empleados; impactó la caída de la demanda derivada de la pandemia
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MAR DEL PLATA.- En vísperas de las vacaciones de invierno, justo cuando el Sheraton Mar del Plata Hotel aportaba una señal de optimismo con la reapertura de sus instalaciones tras tres meses de puertas cerradas y personal suspendido, se conocieron avances en el proyecto de reestructuración para el complejo Torres de Manantiales – Apart Hotel, que como primer paso habilitará un plan de retiros voluntarios para sus trabajadores.
Si bien la novedad circuló como un posible cierre del establecimiento, estos primeros pasos con cambio de rumbo contemplarían continuidad de servicios con nueva modalidad, ya sin reservas hoteleras tradicionales.
“Lo que se inicia es una transformación de la gestión turística”, confirmó a LA NACION la vocera de Torres de Manantiales, Daniela Aruj. En principio sería un giro hacia estadías no inferiores a los 30 días, con perfil más parecido a un alquiler de corto y mediano plazos.
La medida aparece como consecuencia de la merma en la demanda derivada de la pandemia y las absolutas restricciones vigentes entre marzo y diciembre del año pasado, primero con obligado cierre y luego con funcionamiento limitado después de la última temporada de verano.
Manantiales tiene unidades propias de la empresa y otras pertenecen a particulares. Entre los actuales habitantes que tiene el complejo -hay unos 60 departamentos habitados- se encuentran algunos de esos dueños o clientes a los que les han alquilado sus unidades. Este formato les permitió en estos últimos tiempos asegurar algunos ingresos ante la notable y brusca merma del movimiento turístico. La reserva de plazas para estadías tradicionales está suspendida.
Esta mañana, un enviado de la empresa llevó el mensaje a los dirigentes del gremio, que tenían ya algunas referencias sobre estos vientos poco favorables para los 79 empleados que tiene el complejo de calle Alberti al 400, la mayoría con larga antigüedad. La dotación casi se triplicaba en verano, con el staff de temporarios.
Nancy Todoroff, secretaria adjunta de la seccional Mar del Plata de la Unión de Trabajadores Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (Uthgra), dijo a este medio que la empresa no planteó el cierre del establecimiento, sino un cambio de unidad de negocios. “No tienen reservas, no funciona y necesitan también una puesta a punto del edificio”, destacó.
Lo que sí les confirmó es que a partir de ahora se abrirá una propuesta para que los trabajadores de la firma puedan acceder a un retiro voluntario. La propuesta, según trascendió, contemplaría un pago equivalente a la indemnización que corresponde a cada empleado de acuerdo a ingresos que percibe y antigüedad.
“Cerrará sus puertas al turismo”, aseguró Pablo Santín, dirigente de la Agrupación Hotelera y Gastronómica 25 de Mayo, junto a otros delegados gremiales del personal de Torres de Manantiales. “La situación es crítica y preocupante”, informó mediante un comunicado.
Desde la empresa confían en que el nuevo producto por ofrecer encuentre pronto buena recepción entre más interesados. Creen que estos nuevos tiempos de home working trajeron a la costa a buena cantidad de gente de Capital Federal y otras grandes ciudades. Y que el formato de trabajar a distancia, obligado primero pero ya entendido como una opción posible y generalizada, puede haber llegado para quedarse.
Una rica historia con un presente complejo
Torres de Manantiales es un complejo de apartamentos que se construyó e inauguró a fines de la década del 80. Distribuye su oferta de alojamiento en dos torres (Sol y Luna) de 29 pisos de altura y sumó en 1992 el denominado Club de Mar, un balneario propio en playas del sur donde durante la temporada de verano complementa servicios con spa, carpas, recreación y otras propuestas recreativas para sus clientes. Además cuenta con más de una decena de salones y la vecina Villa Gainza Paz, disponibles para turismo de reuniones, congresos y eventos en general.
Se estima que en Mar del Plata cerraron desde marzo del año pasado más de un centenar de establecimientos hoteleros y gastronómicos. Los primeros sufrieron la peor parte, porque aun cuando tuvieron oportunidad y permiso de reapertura, sufrieron la falta de turistas.
Desde la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica se elevaron múltiples reclamos de asistencia al Estado para sostener la actividad y salvaguardar fuentes laborales. Hace poco más de un mes anticiparon desde el sector una suerte de rebelión con suspensión de pago de impuestos para priorizar la subsistencia del negocio y el pago de salarios, a la espera de continuidad de servicios y recuperación a partir de la próxima temporada estival.
El Sheraton Mar del Plata Hotel había dado una primera y fuerte señal de preocupación cuando a mediados de abril último cerró sus puertas. Se suspendió al personal, en principio, hasta mayo. El plazo se extendió hasta principios del mes en curso, cuando reabrió en vísperas del último fin de semana largo.
La vuelta a la actividad en este caso fue con la totalidad del personal efectivo que tenía el establecimiento, en tanto eventuales y temporarios se incorporarán en función del incremento de ingresos de huéspedes y mayor demanda de servicios.