Tener mascota pasará a ser un lujo en México
CIUDAD DE MÉXICO—Los dueños de mascotas en México se preparan para un nuevo impuesto sobre la comida para animales domésticos, que recientemente el gobierno declaró un "bien suntuario".
Desde el primero de enero, un impuesto a las ventas de 16% se aplicará sobre alimentos procesados para mascotas, parte de una amplia reforma fiscal del presidente Enrique Peña Nieto que busca aumentar el presupuesto de un gobierno cuya tercera parte de los ingresos depende de la renta petrolera.
Las ventas de alimentos procesados para mascotas superan los US$2.200 millones al año en México, encabezados por multinacionales como Mars Inc. y Nestlé SA, lo que convierte al país latinoamericano en el décimo mercado de alimentos para mascotas, según Euromonitor International. Estados Unidos encabeza las ventas de este rubro: los consumidores allí gastan más de US$20.000 millones al año en alimentar a sus mascotas.
El impuesto al valor agregado de 16% será aplicado a nivel minorista, y las empresas de alimento para mascotas temen que sus ventas caigan como consecuencia.
Hay alrededor de 14 millones de perros y gatos que viven como mascotas en hogares mexicanos, según asociaciones mexicanas de alimento para animales. Otros 13 millones están en las calles.
"La mitad de los hogares mexicanos tiene una mascota. Muchos de ellos quieren dar comida preparada a sus animales porque es más práctico y más saludable", afirmó Lorena Cerdán, quien hizo lobby contra el impuesto en nombre de empresas como Mars y Nestlé.
En el proyecto de ley que propuso el impuesto, el gobierno afirmó que tener mascotas es una "actividad de recreación", no un "bien de primera necesidad".
Los fabricantes de alimentos para mascotas no están de acuerdo. "Cuando hablamos de una mascota, hablamos de un miembro de la familia, aun si es una familia de escasos recursos", afirma Fabián Ortiz, director de la Asociación Mexicana de Productores de Alimentos.
Los productores de comida para mascotas estiman que la mitad de los dueños de animales en el país compran comida formulada para sus animales, mientras el resto prepara alternativas caseras, en general una mezcla de pollo, arroz y tortillas. Alimentos como el pollo y los huevos están exentos de impuestos en México desde 1981.
La comida para mascotas fue parte de una iniciativa más amplia para incrementar la recaudación tributaria al apuntar con más énfasis al contribuyente de clase media, indicó Manuel Solano, director del grupo de servicios impositivos internacionales de Mancera S.C., filial de Ernst & Young en México. El gobierno también sugirió cobrar impuestos sobre ventas de bienes raíces y matrículas en escuelas privadas, pero esas propuestas fueron rechazadas debido a la férrea oposición que generaron en el Congreso.
A los defensores de los animales como Ana Magalí Canosa, directora del refugio Cambia un Destino, les preocupa que el impuesto se traduzca en más animales callejeros o desincentive a la gente a adoptar una mascota.