Telefónica y Telecom Italia se enfrentan en Brasil
Las tensiones entre los dos gigantes europeos estallan mientras compiten por comprar GVT
En una decisión repentina, Vivendi SA se inclinó el jueves por una oferta de casi US$10.000 millones del gigante español Telefónica SA por su filial brasileña de telecomunicaciones GVT, por sobre la de su rival Telecom Italia SpA. La decisión pone fin a una sorpresiva guerra de ofertas entre dos de las mayores empresas de las telecomunicaciones de Europa.
Vivendi indicó que había decidido entablar conversaciones exclusivas con Telefónica luego de que su junta directiva realizara una breve reunión para analizar las propuestas que recibió por GVT este jueves, tanto de la empresa española como de la italiana.
Las conversaciones exclusivas durarán tres meses, hasta el 28 de noviembre, informó Vivendi.
"La decisión fue fácil: la oferta de Telefónica era claramente la mejor", sostuvo una persona al tanto del asunto.
La guerra de ofertas por GVT enfrentó a dos de los mayores operadores europeos en torno a un activo en América Latina, una región de rápido crecimiento que está muy lejos de sus estancados mercados internos.
Para Videndi, el potencial acuerdo representa una corrección de rumbo en una renovación que lleva años. El conglomerado francés, que en su momento se expandió con fuerza, se ha venido reduciendo drásticamente desde 2012. Acordó vender la mayor parte de sus actividades de telecomunicaciones, incluida una participación mayoritaria en la francesa SFR, en un acuerdo valorado en unos US$23.000 millones.
Sin embargo, la oferta de 7.450 millones de euros (US$9.830 millones) de Telefónica —más de la mitad en efectivo— le permitiría a Vivendi mantener su presencia en las telecomunicaciones, ya que se quedaría con 12% de la filial brasileña del gigante español una vez que se haya fusionado con GVT. Vivendi también tendría el derecho de canjear alrededor de un tercio de esa participación por parte de las acciones con voto que tiene Telefónica en Telecom Italia.
El operador italiano, por su parte, le ofreció a Vivendi una participación de 15% en una unidad fusionada en Brasil y una participación en Telecom Italia que podría ayudarle a expandirse en otras áreas. No obstante, esta propuesta incluía menos efectivo y valoraba a GVT en una cifra ligeramente menor, 7.000 millones de euros.
Este desenlace era difícil de prever hace unos años. Cuando Telefónica se convirtió en el mayor accionista de Telecom Italia en 2007, se suponía que iba a ser el comienzo de una hermosa amistad entre los dos gigantes de telecomunicaciones del sur de Europa.
En cambio, la relación se desmoronó en los últimos años debido a una serie de problemas, en particular sus estrategias en Brasil, donde son feroces competidoras.
Ahora esas tensiones internas explotaron hacia afuera, creando una situación paradójica en la que Telecom Italia quedó atrapada en una guerra de ofertas con su principal accionista, para obtener una mayor presencia en Brasil.
El jueves, Telecom Italia presentó una oferta por 7.000 millones de euros para comprar GVT, con la intención de superar la propuesta anterior de Telefónica de 6.700 millones de euros. También invitó al gigante de medios francés a tomar el lugar de Telefónica como mayor accionista del grupo italiano. Una hora después del anuncio de Telecom Italia, Telefónica hizo su contraoferta. No obstante, el directorio de Vivendi decidió desechar la propuesta de Telecom Italia.
En 2007, Telefónica adquirió una participación de 30,6% en Telco SpA, el holding que controla Telecom Italia, lo que le dio el control efectivo de la empresa italiana. Telefónica compró la participación en parte debido a la gran presencia de Telecom Italia en Brasil y también buscaba evitar que otros rivales se expandieran en ese país. Telecom Italia es dueña de TIM Participações, en tanto que Telefónica posee Vivo, el mayor operardor en Brasil.
En los últimos años, Brasil se ha vuelto un objeto de deseo aún mayor para ambas firmas, en busca de crecimiento. Las diferencias sobre cómo desarrollar el negocio así como peleas sobre el manejo de la deuda de 27.400 millones de euros de Telecom Italia crearon tensiones, según personas al tanto.
Entonces, cuando los reguladores brasileños dejaron en claro en septiembre que, debido a la gran presencia de las dos empresas, Telefónica no podía avanzar con los planes de aumentar su participación en Telecom Italia, surgieron más tensiones, según fuentes.
Ese conflicto con su mayor accionista se extendió a otras áreas, paralizando a Telecom Italia, conforme luchaba para encontrar una nueva estrategia para enfrentar el deterioro de su mercado interno, según las fuentes.
Como consecuencia, ambas partes están interesadas en terminar con la relación. Desde hace meses, el presidente ejecutivo de Telecom Italia, Marco Patuano, ha afirmado que la gerencia actúa de forma independiente de los accionistas. En tanto, hace poco Telefónica anunció planes de reducir su participación a cerca de 8%, para luego ofrecer el resto como un atractivo extra en su oferta por GVT.
"No veo la hora de deshacernos de la empresa", dijo el presidente de Telefónica, César Alierta, en una reunión hace apenas unos meses, en referencia a Telecom Italia, según una persona con conocimiento del asunto.
En tanto, ambas empresas han apuntado desde hace meses a GVT, a pesar de que los ejecutivos de las dos compañías conocían el interés de su rival. Este año, banqueros de inversión le propusieron una tregua al director financiero de Telecom Italia, Piergiorgio Peluso: comprar SFR, de Vivendi, y dejar que Telefónica compre GVT.
En cambio, Telecom Italia optó por ir a la guerra con su ex socio.
The Wall Street Journal