Tasa fija en pesos: el dato que comenzó a mostrar la confianza del mercado en el plan oficial
Instrumentos por vencer en poco más de 20 días pagan más que otros por caducar en más de ocho meses
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El mercado financiero local entregó en los últimos días una señal que demuestra que “compró” el escenario de tipo de cambio estabilizado y proceso tendencial de desinflación, que hace tiempo venía proyectando el Gobierno.
Una prueba palmaria al respecto es la forma invertida que adoptó la curva de tasas fijas en pesos, ahora que el Tesoro pudo ir alargando progresivamente plazos (reemplazando en ese camino deuda que había sido emitida con alguna tasa de indexación por otra colocada a tasa “pura”). Eso significa, de modo sencillo, que son más rentables los instrumentos emitidos a corto plazo que los colocados a largo plazo, lo que contradice la teoría económica que postula que en una situación “normal” prestar a largo plazo debería ser más rentable que prestar a corto.
Para los analistas, que haya tasas del 3,4% nominal mensual a más de ocho meses de plazo versus otras del 3,46% nominal mensual a menos de 20 días prueba que los inversores con negocios en la plaza local ya “ven” (en los términos que lo postulaba el discurso oficial) un panorama, en relación con determinadas variables claves de la economía, muy similar al que espera el Gobierno.
“La curva de tasas invertida marca en algún punto que el mercado espera que las tasas bajen en el futuro. De esta manera se compran instrumentos en esa zona de plazo que, al ser más demandados, suben su precio y, consecuentemente, su rentabilidad esperada cae”, explica Juan Manuel Truffa, economista director de la Consultora Outlier.
“La traducción es que el mercado está viendo que el Gobierno está ganando claramente la lucha contra la inflación y, al suponer que lo seguirá haciendo, intenta asegurar tasa de rentabilidad lo más alta posible por la mayor cantidad de tiempo posible”, indica.
La misma descripción realiza su colega Leonardo Chialva, de Delphos Investment: “La curva de tasa invertida lo que básicamente muestra es que se cae fuerte la inflación esperada a futuro”, traduce. “De allí -prosigue- que el mercado interpreta que hay muchas chances de que vayan a bajar las tasas en medio de un proceso de baja para toda la nominalidad de la economía”. Para Chialva, sin dudas muestra que, a juicio del mercado, “el plan funciona”.
La rueda de quiebre
El fenómeno se terminó de consolidar ayer con las subas de aproximadamente 1% registradas en el tramo largo de la curva de Lecaps. “Fue lo que culminó el proceso de inversión de la curva, llevando la misma a una pendiente negativa”, destacó Delphos Investment en su informe diario.
”Los Boncap fueron licitados con una tasa del 3,9% TEM, al cierre de ayer cotizaban al 3,4% TEM, lo que implica una suba superior al 7% en tan solo una semana. Por otro lado, los Boncer (con ajuste por inflación) para plazos similares experimentaron caídas, con la curva ajustándose a un rendimiento promedio del 12%. Así la inflación implícita forward hacia el segundo semestre del año próximo era del 3% mensual al momento de la licitación, mientras que actualmente se aproxima al 2% mensual”, allí explicaban.
“Las Lecaps continúan ofreciendo los mejores retornos en el universo de deuda en pesos. Estas letras han brindado un retorno del 2%, en tanto que los bonos CER cayeron un 0,9% y los dollar-linked, un 4,3%”, coincidieron en observar desde Cohen Aliados Financieros.
“Hay marcada preferencia por la tasa fija, que se explica porque el mercado considera cada vez más probable que el Gobierno evitará una unificación cambiaria antes de las elecciones del próximo año. Los breakevens están proyectando una inflación del 3% en octubre, 2,1% en noviembre y 2,1% en diciembre, por lo que la inflación de 2024 cerraría en 116% interanual contra el 123% interanual proyectado por el último REM. Y, para 2025, anticipan una inflación promedio del 2,4% m/m en el primer semestre y del 1,9% m/m en el segundo semestre, cerrando el año en 34% interanual contra el 43% interanual del REM”, hizo notar el analista Juan Pedro Mazza.
Truffa recuerda que un proceso de normalización del mercado en adelante implicaría ir hacia una curva de tasas fijas en pesos con pendiente positiva, lo opuesto a lo que es ahora, lo que supondría que las tasas más cortas “terminarán en niveles inferiores a los actuales”. Claro que eso está por verse.
Por lo pronto, hoy “lo interesante es que la curva, aun con cepo, se está invirtiendo por las expectativas de mayor desinflación hacia delante”, destaca. En ese sentido, opina que va a ser “muy interesante la semana que viene observar qué sucederá con la licitación del Tesoro”, ya que el Ministerio de Economía deberá decidir si convalida o no esa forma de la curva.
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