Tarifas de electricidad: aumentan a partir de febrero y cambiará el esquema de segmentación de subsidios
El secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, detalló cómo se establecerá la nueva canasta energética básica, que variará según el ingreso del usuario, la cantidad de personas que vivan en el hogar y la zona del país donde estén viviendo
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La Secretaría de Energía confirmó que a partir del consumo eléctrico del 1º de febrero subirán las tarifas, aunque no especificó los porcentajes de los aumentos ni los montos. Sólo aclaró que el objetivo es que todos los usuarios, independientemente de su ingreso, paguen el 100% del costo de generación eléctrica, que hoy, en promedio, es del 45%.
A partir de abril, se implementará un nuevo esquema de subsidios, con la creación de una canasta energética básica, que variará según el ingreso del usuario, la cantidad de personas que vivan en el hogar y la zona del país donde estén radicados.
“El sistema actualmente recauda en promedio menos del 45% de sus necesidades a través del precio estacional. Para llevar al nivel del 100% de cobertura hay que ajustar de manera diferente a cada grupo de usuarios, según el atraso que exista en cada uno. El 80% del costo del sistema eléctrico es en dólares o vinculados al dólar, como los combustibles, las instalaciones y los repuestos. La devaluación de más del 100% explica una parte del requerimiento”, dijo la subsecretaria de Planeamiento Energético, Mariela Beljansky, en la audiencia pública realizada para debatir los nuevos cuadros tarifarios.
La funcionaria también confirmó que se modificará la forma actual de subsidiar las tarifas, por lo cual se pondrá fin al esquema de segmentación que ideó el gobierno anterior y que puso en marcha la exsecretaria de Energía y actual secretaria de Minería, Flavia Royon.
Beljansky dijo que el diseño actual de segmentación “tiene sus falencias”, porque los tres segmentos de usuarios, agrupados según sus niveles de ingresos, siguen recibiendo subsidios. Dijo también que hay “superposición de los beneficiarios de planes sociales con estos subsidios” y que hay falta de control en el padrón que recibía la información de los hogares. Por ejemplo, si bien cada usuario debía proporcionar los datos de ingresos de todo el grupo familiar que vivía en el hogar, solo se informaba los del titular de las boletas eléctricas.
El nuevo sistema de subsidios implicará la creación de una “canasta energética básica de electricidad y gas”, que la Secretaría de Energía todavía debe definir. “Cubrirá las necesidades básicas e indispensables de las personas, la cual se determinará en una cantidad de metros cúbicos (m3) o kilowatt hora mes (Kwh/mes) que sería el máximo de lo que se considera subsidiario”, dijo Beljansky. El usuario deberá pagar la tarifa plena por el excedente del cupo de consumo subsidiado.
“A los fines de determinar la canasta básica, se establecerán tipos de consumos en distintas zonas del país. La idea es contrastar el costo de esas cantidades con el ingreso del grupo conviviente y limitar la incidencia de ese costo a un porcentaje del ingreso [que sería del 5% en electricidad]. El Estado subsidiará la diferencia; es decir, las situaciones de vulnerabilidad. El subsidio que otorgará el Estado será el diferencial entre el precio de la canasta básica energética y cuando se supere un porcentaje determinado de los ingresos totales del grupo conviviente”, explicó la funcionaria.
La implementación de la canasta tendrá en consideración, según la funcionaria, el cálculo de los consumos esenciales, correlacionados con los ingresos del grupo conviviente. Es decir, habrá una canasta básica energética para cada decil de la población.
A su vez, esta nueva canasta energética básica reemplazará el subsidio a las “zonas frías”, que el gobierno anterior había ampliado geográficamente, por iniciativa del diputado Máximo Kirchner, y que generaba que las provincias más pobres financien a las que tenían ingresos per cápita más altos. Es por eso que el Gobierno quitó de la ley ómnibus los artículos que se referían al fondo encargado de ese subsidio, en la negociación de esta semana.
“Hay que concentrar los subsidios en los sectores más vulnerables y estableciendo volúmenes máximos energéticos subsidiados a través de la canasta básica por zona bioclimática”, dijo el secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, quien abrió la audiencia pública e hizo un detallado análisis del escenario del sistema energético heredado tras la gestión de Alberto Fernández y Cristina Kirchner.
La herencia energética recibida
“Nos encontramos sumergidos en una crisis económica de magnitudes descomunales generadas por administraciones anteriores y particularmente agravada por la última”, dijo Rodríguez Chirillo al comenzar su presentación. Sin embargo, aclaró que con hablar de la herencia recibida, no busca decir que hay cosas que no se pueden hacer, sino que es para “que absolutamente todos seamos conscientes del punto de partida en el que estamos y que debe ser puntualizado, entendido y conocido”.
También advirtió que “el camino al comienzo será difícil, pues el Estado hizo creer a los usuarios que pagar costos de suministro eléctrico menores a los reales era lo justo y razonable”. En este sentido, aclaró que todas las categorías de usuarios pagan subsidios, incluso las de niveles de ingresos altos.
“Hay cierta categoría de usuarios que están convencidos de que están pagando una tarifa plena porque les sacaron los subsidios con una segmentación tarifaria, cuando en realidad actualmente pagan una tarifa artificialmente plena. Nada de todo eso es cierto y real”, dijo.
Rodríguez Chirillo dijo que las tarifas cubren solo el 45% del costo de generación eléctrica y, en el área metropolitana de Buenos Aires (AMBA), solo el 30% del costo de distribución. “Esto da señales para el consumo que son incorrectas, produciéndose un crecimiento artificial de la demanda. Si a eso se suma que las ampliaciones de la red de transporte no se realizan a fin de poder acceder a los sitios en los que se localizan los recursos de fuente primaria de energía más económico, como el viento, el sol y el gas, entonces ese crecimiento de la demanda se atiende con generación ineficiente adquirida por Cammesa mediante contratos de generación de largo plazo y en dólares, y en los que, en algunos casos, es la propia Cammesa quien compra el combustible”, dijo el secretario.
Como a las empresas distribuidoras de electricidad de todo el país no le alcanzan sus ingresos para cubrir los costos, Rodríguez Chirillo detalló que le adeudan a Cammesa $307.717 millones, a diciembre de 2023. Eso equivale a US$380 millones.
Finalmente, el secretario dijo el precio estacional o monómico promedio fijado en la última revisión trimestral fue de $22.657 el MWh, pero que el precio pasado a tarifas fue $9942. “Es decir, que con la tarifa hay una cobertura del 45% y hay un subsidio anual mayorista de US$4800 millones que paga el Estado Nacional. De mantenerse el esquema de subsidios actual, el subsidio proyectado se elevaría a US$5230 millones”, estimó.