El FMI esquivó la interna del Gobierno por las tarifas energéticas, pero elogió el rol de Martín Guzmán: “Es nuestro interlocutor”

Sin tomar partido directo en las internas del Gobierno argentino por el aumento de las tarifas, el esquema de los subsidios y el rumbo económico, el FMI elogió hoy al ministro de Economía Martín Guzmán. “Estamos muy comprometidos en esas conversaciones con Guzmán. Es nuestro interlocutor en esas discusiones. Y no especularía más, estamos completamente comprometidos con él en este momento”, dijo el vocero del organismo, Gerry Rice.

Su planteo, en la habitual rueda de prensa desde la sede del organismo, llega después de una semana de tensión dentro del oficialismo, vinculada a la fallida salida del subsecretario de Energía, Federico Basualdo, un funcionario que responde a la vicepresidenta Cristina Kirchner y está enfrentado con Guzmán por visiones contrarias en cuanto a la evolución de las tarifas. Mientras que el titular del Palacio de Hacienda sostiene que las facturas de luz y gas en el área metropolitana deben incrementarse de forma escalonada para evitar que crezcan los subsidios y genere un mayor déficit fiscal, Basualdo -en línea con el kirchnerismo duro- resiste a los incrementos.

Esa disputa derivó en un conflicto político dentro del oficialismo. El viernes pasado el Gobierno comunicó en off the record que le habían pedido la renuncia a Basualdo, pero voceros de La Cámpora y el Instituto Patria desmintieron esta decisión. “Nunca existió el pedido de renuncia a Federico Basualdo”, informaron también extraoficialmente. Si bien se confirmó un aumento del 9% para los usuarios de Edenor y Edesur, el subsecretario permanece en su cargo, al igual que el ministro Guzmán.

Más allá de la coyuntura, este es un tema clave para el esquema económico del Gobierno y la negociación con el FMI. Porque un incremento en la cuenta de subsidios a la energía (en el primer trimestre crecieron un 58,5% en términos interanuales, según datos oficiales) afecta a las cuentas públicas y condiciona la baja en el déficit fiscal, uno de los puntos de discusión centrales entre el Gobierno y el organismo multilateral en torno a la reformulación del programa stand-by que firmó la Argentina en 2018. Para el FMI, un sendero de consolidación fiscal que apunte al equilibrio en las cuentas públicas es uno de los requisitos.

En ese contexto, Rice no brindó grandes precisiones, pero afirmó que continúan las conversaciones en torno al programa de facilidades extendidas para reestructurar la deuda de US$44.000 millones que el país mantiene con el organismo. “Estamos trabajando de manera constructiva con las autoridades argentinas sobre la posibilidad de un programa respaldado por el FMI para ayudar a la Argentina a superar los desafíos que enfrenta, incluida la pandemia. Y ese sigue siendo nuestro enfoque, ayudar a la Argentina, ayudar al pueblo argentino”, planteó el vocero.

“Las autoridades continúan trabajando para definir sus políticas. Y esas conversaciones continúan de forma constructiva. No tengo novedades en cuanto a la conclusión o los plazos de definición del nuevo programa, pero sigue habiendo progresos en esa dirección”, profundizó Rice.

A su vez, el vocero del Fondo negó que esté planificada una reunión entre Alberto Fernández y Kristalina Georgieva en Roma, donde ambos coincidirán la semana que viene. “No estoy al tanto de que haya un encuentro agendado”, dijo Rice. Sin embargo, sí se verán las caras la titular del FMI con el ministro Guzmán, ya que participarán de un seminario el viernes 14 en el Vaticano, donde también estará la secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen.

La polémica por los Derechos Especiales de Giro

Mientras que en la Argentina la decisión del FMI de emitir US$650.000 millones en Derechos Especiales de Giro (DEG) para distribuir entre sus países miembros generó una disputa política, con los senadores del oficialismo exigiendo al ministro Guzmán que ese dinero se utilice para cubrir o financiar gastos derivados de la pandemia, en el FMI evitaron la interna y advirtieron que ese desembolso llevará tiempo.

“No nos adelantemos. Esperemos a que la emisión se apruebe y después podremos hablar sobre sus usos”, dijo Rice. Es que, si bien la idea fue confirmada y bien recibida por el Gobierno argentino, dado que podría representar un ingreso de más de US$4350 millones frescos a las reservas del Banco Central, todavía restan pasos burocráticos para su ejecución.

Recién el mes próximo la directora del organismo llevará el tema al directorio del organismo, que está compuesto por 24 miembros. Una vez que se aprueba en esa instancia, se lleva la decisión a la junta de gobernadores, compuesta por un representante de cada país miembro. Según Rice, esa aprobación podría darse “en los próximos meses”, y en la Argentina se espera ese desembolso recién para agosto.

“La emisión aún no fue aprobada por el directorio, así que seguimos trabajando en eso. Somos optimistas, por supuesto, pero todavía no se aprobó. Cuando se apruebe, la Argentina, como todo el resto de los miembros del FMI, recibirán una parte de acuerdo a su cuota de participación en el FMI”, dijo Rice, quien aclaró que los usos de los DEG “son prerrogativa de los países”.

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