Talentos del futuro: ¿Estamos en la Argentina viendo la oportunidad?

“Hay quienes lamentan que no hay más mecanógrafos ni lecheros, ni operadores de teléfono ni tampoco fogoneros. Pero lo cierto es que el mismo desarrollo humano hace que el talento vaya necesariamente reciclándose. De hecho lo más probable es que en los próximos años seamos testigos de la extinción de más oficios, como cajeros de bancos, supermercados o peajes”.

Quien habla es Pablo Pereira, Ceo de everis Argentina, consultora de origen español que hoy es parte del grupo NTT DATA y ofrece soluciones de negocio, estrategia, desarrollo y mantenimiento de aplicaciones tecnológicas y outsourcing: una industria en la que la demanda de trabajadores no llega a ser satisfecha por la oferta.

De acuerdo a Pereira, el proceso de destrucción y generación de empleos parte de las evoluciones industriales de la humanidad y va a seguir sucediendo. Para el caso, advierte, también las aplicaciones y lenguajes de programación nacen, evolucionan, se extinguen y mueren: ICQ, Quattro, Netscape, Google+ y Fortran son miembros de esa cadena evolutiva sin eslabón perdido. “El talento siempre se ha reinventado. La curiosidad, la necesidad y el deseo de aprender hacen que la fuerza de trabajo vaya buscando insertarse en los resquicios del conocimiento que primero se transforman en tendencia, luego en commodity y finalmente en algo extinto. Sucedió, sucede y va a seguir sucediendo: la tecnología se abre camino en las sociedades y no hay forma de evitarlo”, reflexiona el ejecutivo.

Demanda insatisfecha

La demanda de talento relacionado con el desarrollo tecnológico resulta hoy extremadamente alta, y está insatisfecha. “Esta demanda tiene unas características muy particulares en las cuales el principal activo, y a la vez el cuello de botella, es el talento humano. Claro que también aparecen los procesos, las herramientas, la conectividad y la capacidad de procesamiento y almacenamiento. Pero hoy la restricción más importante la vemos por el lado del talento”, advierte Pereira, que por eso habla de una “crisis del talento”.

El CEO observa, no obstante, una oportunidad: porque esa misma crisis puede ser catalizadora del desarrollo del país y su fuerza laboral. “Esta industria, basada en este talento, tiene características únicas que debieran puestas en consideración para un crecimiento genuino”, dice y enumera que la industria del conocimiento puede ser tanto generadora de primeros empleos como “sexy” para las nuevas generaciones, además de que aporta divisas, podría federalizar la producción (porque solo requiere de conectividad), no necesita de la llegada intensa de grandes inversiones de capital y la educación necesaria para obtener un talento inicial resulta fácilmente industrializable.

Pero hay más: se trata de un campo en el que podríamos evolucionar muy rápidamente, crear puestos laborales de calidad y hacer uso de una coyuntural ventaja en el arbitraje de salarios, produciendo en todo el proceso un clima de generación de negocios. “En la Argentina gozamos además de una zona horaria que nos habilita a trabajar con prácticamente todo el mundo occidental, mientras que la fuerza laboral local cuenta con el acervo cultural y la actitud que hace falta para distinguirse en una industria que por lo demás resulta hipercompetitiva”, precisa el experto.

Un brillante porvenir

Uruguay, Rumania, Ucrania e India son ejemplos silenciosos de las posibilidades que genera el aumento sostenido de exportaciones de conocimiento, un tema que en nuestro país se ha trabajado principalmente a través de la Ley de Promoción de Software.

En la mirada de Pereira urge sentarse a responder una serie de preguntas: ¿Tenemos una estrategia clara para aprovechar esta oportunidad de generar trabajo en un plazo relativamente corto? ¿Estamos haciendo todo lo posible para educar y facilitar el ingreso de las personas a esta industria? ¿Logran los impuestos el incentivo adecuado? ¿Tiene sentido un impuesto a la exportación de estos servicios? ¿Está funcionando bien la integración entre gobierno, universidades y empresas? ¿Estamos facilitando la conectividad de calidad?

“Podemos ser más ambiciosos: tenemos tanto la capacidad intelectual como el talento para hacerlo. Pero todo requiere que las bases sean sólidas y considero que la mejor manera de asegurar un brillante porvenir para el talento del futuro es hacer las cosas correctas en el presente”, señala y agrega que “por más largo que sea, todo recorrido arranca con un simple paso. Y en la industria se han dado ya muchísimos pasos que nos permitieron llegar hasta donde lo hicimos. Ahora tenemos que prepararnos para dar el siguiente salto”.

“Desde everis estamos participando activamente en el desarrollo del talento del futuro, tomando desarrolladores e ingenieros junior y proponiendo un camino de formación muy intenso. Estar más cerca de NTT DATA nos abre todavía mas oportunidades, tanto para la demanda y exportación de servicios desde la Argentina como por el hecho de participar en una red de compañías presente en 50 países”, se entusiasma. Y concluye: “Sin lugar a duda, esto nos permite insertarnos en un ejido de innovación mas profundo y ambicioso, que tiene mayor capacidad financiera y visión de más largo plazo. Y eso es una ventaja competitiva porque nos permite diseñar soluciones de mayor valor agregado a nuestros clientes”.

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