Sustentabilidad. El desafío de hacer negocios cuidando el medio ambiente
Ejecutivos de compañías y referentes de distintos ámbitos, como la gestión pública y la educación, contaron varias acciones puestas en marcha para procurar una economía más responsable
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La agenda sustentable está instalada en diversos ámbitos. Convocados por LA NACION para participar del sexto capítulo del encuentro Sustentabilidad, que se desarrolló bajo el lema “El futuro sostenible es ahora”, distintos actores del mundo empresarial y social compartieron sus experiencias y hablaron de la agenda del futuro.
“El objetivo es un planeta más sano pero la transición debe hacerla cada país según su nivel de desarrollo”, sostuvo Antonio Aracre, CEO de Syngenta para Latinoamérica Sur, en la apertura del encuentro. “Restringir actividades que podrían generar riqueza, trabajo, desarrollo y producción parece un sacrilegio”, resumió. Por eso, propuso poner el foco en la educación. “El 1% de la población más rica emite más del doble de carbono que el 50% de la más pobre. La solución sería modificar los hábitos de consumo de ese 1%”, comentó.
Pero en ese trabajo de educación y transición aparecen otras dificultades que, en el proceso, se transforman en prioridades. Según Constanza Cilley, directora ejecutiva de Voices! Research & Consultancy, los jóvenes pronostican una Argentina más pobre en los próximos diez años y su principal preocupación está en no poder progresar. Esto, sumado a la pobreza y la desigualdad, obliga primero a resolver estas cuestiones antes de darle prioridad a lo ambiental aunque, según agregó, la temática ya está instalada.
Sin una solución general a estas problemáticas, hay propuestas que intentan abordarlas desde diferentes ámbitos de la sociedad.
1. Las acciones que van surgiendo en las empresas
Claramente hay mucho por hacer y el cambio empieza tanto en las personas y en los hogares como en las empresas. Según Agustina Zenarruza, gerente de Sustentabilidad de Pan American Energy, “la forma que tenemos de relacionarnos con la comunidad es clave”, porque desde la acción de las compañías se puede ayudar a crecer y empoderar a quienes la integran. Al referirse a la posibilidad de ayudar a resolver problemas concretos, dijo que las empresas son un puente entre la identificación de las necesidades y las organizaciones y gobiernos, que tienen “el poder real de escalar y hacer los cambios”.
Sabina Zaffora, gerente de Sustentabilidad para Natura Latinoamérica Hispana, evaluó que uno de los grandes desafíos tiene que ver con la medición del impacto de la actividad de la empresa. “Venimos desde 2010 trabajando en este tema, y lanzamos una herramienta, que es un reporte integrado en el capital social, humano y ambiental. Eso nos trae gestión”, contó. Con esa informe, agregó, fue posible diseñar los movimientos de la compañía e impulsar acciones.
“No hay éxito posible en un negocio si no hay un impacto positivo en todo sentido: ambiental, social y laboral. Hace 10 años que venimos trabajando el tema de economía circular”, sentenció por su parte Gisela Krasñansky, gerente de Asuntos Públicos de Danone.
Ese concepto destacado por Krasñansky no le es ajeno a otras empresas. Cervecería y Maltería Quilmes impulsa un modelo de economía circular plena”, según explicó Vanesa Vázquez, gerente de Crecimiento Inclusivo y Sustentabilidad. Y agregó: “En nuestra industria, el 64% de los envases es retornable y reutilizable. El consumidor puede llevar al comercio el envase, que va a ser reutilizado 29 veces y, una vez cumplido el ciclo, reciclado al 100%”.
Ese mismo tipo de estrategias aplica Unilever. Natalia Giraud, head de Asuntos Corporativos y Comunicaciones para el Cono Sur de la multinacional, destacó el compromiso de reducir el uso del plástico virgen a la mitad, en el cual se está trabajando. Según se proyecta, para fines de este año el 20% del plástico en Argentina será reciclado y de industria nacional”.
2. Metas de corto, mediano y largo plazo
Los objetivos planteados por empresas en la Argentina y en el mundo tienen metas de mediano y largo plazo. Es común escuchar proyectos a 2030 y 2050, pero también están los inmediatos. De no lograrse las metas cortas, no sería posible cumplir con lo pautado a 30 años.
Carlos Galmarini, director de Asuntos Públicos y Comunicación en Ford Argentina, contó que, si bien la gran apuesta de la compañía es el auto eléctrico, hay cambios que van dando. “La planta de Pacheco opera al 67% con energía renovable y apunta a un 100% para 2024. Ford tiene el objetivo de ser carbono neutro para 2050 y el de bajar el 76% de las emisiones que generan efecto invernadero para 2035″, puntualizó.
La compañía Arcos Dorados tiene sus proyecciones para dentro de unos años, a la vez que se van concretando varios cambios. “Migramos todo nuestro packaging y eliminamos 3500 toneladas de plástico de un solo uso por año; cambiamos empaques, certificamos la fuente de origen de los materiales, eliminamos tapas, sorbetes y vasos”, repasó Gabriel Serber, vicepresidente regional de Sustentabilidad e Impacto Social.
En la misma línea trabajan en L’Oréal Argentina con su programa Hairstylist For The Future. A través de capacitaciones, le acercan a peluqueros de la región “herramientas para reducir hasta más del 45% el uso de agua en los salones, para bajar un 30% la emisión por uso de energías y para separar los residuos”. “Apuntamos a que 300 peluqueros tengan incorporada en 2023 al menos una de estas iniciativas”, dijo Mariana Petrina, directora de Asuntos Corporativos, Compromiso y Sustentabilidad de la firma.
Con la mira en 2025 y 2050, Nestlé se planteó dos objetivos centrales: trabajar con 100% de envases reciclables y alcanzar la emisión neta cero de gases efecto invernadero. “Son metas desafiantes y marcan nuestra agenda día a día. Implican trabajar, articular con el resto de la cadena de valor y llevar a cabo muchas acciones encadenadas para alcanzarlas”, explicó Verónica Rosales, directora de Comunicación y Asuntos Públicos en Nestlé Argentina, Uruguay y Paraguay. Varios productos ya tuvieron cambios, tras mucho debate interno. “Eliminamos todos los sorbetes de plástico de los envases y cambiamos la icónica tapa roja de Nescafé Dolca por una transparente, que facilita el reciclado”, resumió Rosales.
3. Procurar el desarrollo y lograr financiamiento
El camino es largo y los programas se configuran acorde a las necesidades y posibilidades de cada compañía. Iveco Group Argentina logró desarrollar “un modelo de gestión con mezcla ecológica”, que “permite que el 95% de los residuos del centro industrial sean procesados”, además de haber lanzado en 2020 su camión impulsado a GNC. “Nuestro trabajo es formar a nuestros colaboradores, para hacer entender la importancia de la sustentabilidad en toda la cadena de valor”, dijo Santos Doncel Jones, presidente de la compañía.
Pero, para el cambio, hacen falta recursos y allí debe jugar su rol el sector de intermediación financiera. “A partir de 2020 se ha definido a a sustentabilidad como una prioridad estratégica”, afirmó Hernán Carboni, director de Relaciones Institucionales de BBVA Argentina. Y aclaró que ya se movilizaron más de $7400 millones en productos sostenibles en 2021 y que en 2022 ya se registran más de $8800 millones.
Además del financiamiento, el control y el registro de las acciones realizadas son claves en todo el camino de transformaciones. Pedro López Matheu, director de Comunicaciones Externas, Sustentabilidad y Medios de Telecom, resaltó la relevancia del reporte integrado. “Reúne todo el estado de la empresa, más las iniciativas de sustentabilidad. Cuando salís al mercado de crédito internacional, las financieras te miden y te evalúan por tus iniciativas sustentables”, definió el ejecutivo.
4. Los cambios en las conductas personales
El comportamiento de cada persona es un rasgo fundamental en el camino de las transformaciones. A través del plan Acción Climática 2050, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires busca “reducir el 53% de las emisiones de carbono para 2030 y lograr que para 2050 la ciudad sea resiliente y carbono neutral”. La meta es posible de lograr si los vecinos aportan lo suyo desde cada uno de los hogares.
Juan Ignacio Salari, jefe de Gabinete del Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana de la Ciudad puso el foco en lo inmediato, al hablar del programa BA Recicla. El objetivo es que la gente separe los residuos para que, luego, 6500 recuperadores ambientales los lleven a centros verdes y sean reciclados. “Lo que más necesitamos es que todos los vecinos separen en sus casas, que composten, que consuman menos. Es simple, pero es un desafío enorme. Estamos abocados a eso, porque es con lo cual se podrá reducir la cantidad de toneladas de residuos”, resumió.
5. Educar y comunicar, dos misiones fundamentales
Carolina Ulla es directora de la Licenciatura en Ambiente y Energías Renovables de la Universidad Siglo 21. Según contó, este año se recibe la primera camada de profesionales. “El estudiante no solamente puede elegir enfocarse en el cambio climático o medir la huella de carbono, sino que también puede trabajar en un parque solar o eólico o en una ONG”, sintetizó.
En el caso de las empresas, Clara Di Ció, gerente de Marketing y Comunicación Sudamérica en Rehou, contó que existe un universo de clientes que no quieren gastar energía de más y que buscan productos de largo plazo, dos aristas que convergen en el cuidado de los recursos y, por tanto, del planeta. No son solo los jóvenes idealistas los que reclaman productos sustentables, sino que la motivación está en muchos consumidores, agregó. Y afirmó que hay “una intuición genuina” que lleva a no querer gastar más energía y a cuidar el medio ambiente”.
Las iniciativas pueden ser ambiciosas, efectivas y eficientes y, a la vez, inspiradoras, si hay una buena comunicación. Silvia Stang, periodista de LA NACION, expuso con un ejemplo la importancia de dar a conocer los resultados concretos de las acciones y de identificar desafíos que hay al momento de comunicar.
“Estuve en una reunión donde un nene de seis años contó que en el colegio le enseñaron a hacer botellas de amor; se trata de rellenar botellas de pet, luego de consumir el producto, con los plásticos de un solo uso, como envases de fideos o arroz, e ir apretándolos bien, de forma que entre la mayor cantidad posible, para llevarlos después a un centro de recolección. Los adultos mostraron diferentes actitudes, y me pareció que fue demostrativo de lo que pasa en la sociedad y de las barreras a sortear al comunicar. Dos personas contaron sus técnicas, porque hacían sus propias botellas; alguien dijo que esa práctica no podía aportar demasiado, desde una actitud de indiferencia. Otra persona marcó: ‘Y eso, ¿para que lo usan? Seguro que alguien hace su negocio después’, desde una actitud de falta de credibilidad y confianza. Y hubo quien concluyó que era demasiado tiempo y trabajo encarar esa tarea en vez de tirar todo a la basura, mostrando la escasa valoración de lo que se puede hacer, en este caso individualmente, por el ambiente”, contó en un panel moderado por la periodista Carla Quiroga.
El episodio la llevó a reflexionar sobre la tarea de generar motivación y confianza. Y concluyó que el cuidado del planeta debe ir a la par del cuidado del ser humano en sentido bien amplio, en un mundo signado por las desigualdades y las carencias.