Suiza sacude los mercados de divisas
Su banco central rompe amarras entre el franco y el euro, y ahora todos esperan la reunión del BCE del 22 de enero
ZÚRICH—El Banco Nacional Suizo desató el jueves una tormenta en los mercados de divisas después de eliminar en forma imprevista el techo de la banda cambiaria entre el franco suizo y el euro, una medida que subraya la dificultad de los bancos centrales para proteger sus economías de los acontecimientos que suceden fuera de sus fronteras.
El abandono del tope a la banda cambiaria, que esencialmente había fijado el tipo de cambio a 1,20 francos por euro durante los últimos tres años y medio, provocó un desplome de cerca de 30% del euro frente a la moneda suiza, el movimiento más violento en una jornada en un mercado desarrollado del que los operadores tengan memoria. Las acciones suizas retrocedieron 8,7% ante la preocupación de los operadores de que el fortalecimiento del franco merme las exportaciones del país, en especial hacia Europa.
Suiza pasó a ser, de este modo, la primera ficha de dominó en caer de cara a la decisión del Banco Central Europeo sobre la conveniencia de comprar grandes cantidades de bonos soberanos de la zona euro para elevar la oferta de dinero y estimular la economía del bloque. Muchos analistas prevén que el BCE ponga en marcha una política de este tipo, conocida como relajamiento cuantitativo, en la reunión prevista para el 22 de enero.
La perspectiva de que cientos de miles de millones de euros recién impresos inunden el mercado ha debilitado la cotización de la moneda común, en particular frente al dólar estadounidense. Ello ponía en riesgo y encarecía cada vez más la defensa de la banda cambiaria por parte del Banco Nacional Suizo.
Beat Siegenthaler, estratega del banco de inversión suizo UBS, calcula que el banco central podría sufrir una pérdida, al menos en papel, de US$40.000 millones en su cartera de divisas extranjeras como resultado de la medida.
La decisión del SNB así como la reacción frenética en los mercados dejan de manifiesto el desafío que afrontan los bancos centrales que han mantenido políticas supuestamente temporales durante años y la sensibilidad de los mercados a los cambios en dichas medidas. Hace casi dos años, la incertidumbre sobre el desmantelamiento del programa de relajamiento cuantitativo de la Reserva Federal de Estados Unidos provocó cambios volátiles en los mercados mundiales, particularmente en los mercados emergentes.
El caso suizo también demuestra las limitaciones de los bancos centrales que tratan de resistir las fuerzas del mercado durante un período prolongado, sobre todo cuando se concentran en las divisas como una herramienta de política como lo ha hecho Suiza.
"Durante los últimos años, los bancos centrales han sido los héroes (de la economía global), pero ser un héroe acarrea sus costos", dice Charles Wyplosz, profesor del Instituto Universitario de Altos Estudios Internacionales en Ginebra. "Todos están en un aprieto", con tasas de interés oficiales en cerca de cero en muchas economías desarrolladas, añade.
La decisión del Banco Nacional Suizo de eliminar el límite de su banda cambiaria fue acompañada de la introducción inmediata de tasas de interés negativas sobre los depósitos bancarios a un día, una medida orientada a disminuir el atractivo del franco.
Se trata de un giro abrupto del SNB, que había defendido el límite desde su introducción en septiembre de 2011. El presidente de la entidad, Thomas Jordan, y otras autoridades habían reiterado que el tope de la banda cambiaria era una piedra angular de la política del banco central.
Jordan indicó en una conferencia de prensa que el límite cambiario ya había cumplido su misión de ayudar a estabilizar la economía suiza y darles a los exportadores el tiempo suficiente para ajustarse a un franco fuerte. "Decidimos que ante los acontecimientos internacionales era el momento adecuado para descontinuar el tipo de cambio mínimo", aseveró. "Mantener el límite en la cotización franco-euro no es sostenible ni sensato en el largo plazo".
Jordan se negó a señalar si había consultado con el BCE u otros bancos centrales antes de adoptar la medida e insistió en que "la decisión se tomó sin ninguna influencia externa".
El organismo también redujo su meta para la tasa de interés Libor a tres meses, una referencia clave del mercado, desde un rango de -0,75% a 0,25% a entre -1,25% y -0,25%. Las tasas de interés negativas desincentivan la compra de una divisa.
Los analistas reconocieron el jueves que la medida los tomó por sorpresa y dijeron que podría socavar la credibilidad del SNB.
"Parece una medida desesperada por parte del SNB", asevera Esther Reichelt, analista de divisas del banco alemán Commerzbank. "Al parecer su voluntad para intervenir no era lo suficientemente grande".
—Andrew Morse y John Revill contribuyeron a este artículo.
Brian Blackstone y Neil MacLucas