El Gobierno aumentó el impuesto a los combustibles y los precios subieron hasta 6,5%
El incremento en el impuesto a los combustibles líquidos, que impactó en los valores en el surtidor, rige desde esta noche; pero habrá otro aumento paulatino a partir de marzo; también subió el costo de los biocombustibles
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El Gobierno aumentó parte del impuesto a los combustibles que incide directamente en el valor de la nafta y el gasoil, y difirió en tres meses otra parte. También subió el precio que pagan las petroleras por el biocombustible. Por lo tanto, desde hoy a la madrugada, los precios en surtidor de la nafta y el gasoil de YPF, Shell, Axion y Puma Energy subieron 6% en promedio, ya que trasladaron la actualización impositiva y el aumento de sus costos.
El impuesto que grava a los combustibles estaba “congelado” desde julio de 2021 y debe actualizarse cada tres meses, tomando como cálculo la variación de la inflación acumulada en ese período. El Gobierno aplicó una suba hoy por el atraso de 2021 y 2022, y difirió para los próximos meses el de 2023. El aumento del componente impositivo explica cuatro puntos porcentuales de la suba.
Las empresas refineras trasladaron la actualización impositiva al valor final del surtidor y aplicaron una suba adicional de dos puntos porcentuales por el aumento del bioetanol y el biodiesel, que se usa como corte en la producción de nafta y gasoil, respectivamente.
Los precios de YPF en la Ciudad de Buenos Aires subieron 6,5% y quedaron así: la nafta súper pasó de costar $699 a $744; la nafta premium, de $862 a $918; el gasoil súper, de $736 a $784; y el gasoil premium aumentó de $938 a $998.
A través del decreto 107/2024, publicado este jueves en el Boletín Oficial, se establecieron las subas en los montos de los impuestos fijados para los combustibles correspondientes al tercer y cuarto trimestre de 2021 y a todo 2022, desde hoy, mientras que lo que corresponde a todo 2023 sube de manera paulatina. De esta forma, el Gobierno fijó que el aumento del primer y segundo trimestre de 2023 tenga efecto para la nafta sin plomo, la nafta virgen y el gasoil a partir del 1° de marzo de este año. En tanto, los sucesivos incrementos tendrán lugar el 1° de abril y el 1° de mayo.
Los precios de los combustibles aumentaron 86% desde que asumió Javier Milei, repartido en tres incrementos de 38%, 27% y 6,5%. La suba tan pronunciada en poco tiempo se explica por el incremento de las dos principales variables que inciden en los costos de las empresas refinadoras: el tipo de cambio (porque los contratos están dolarizados) y el valor del barril de petróleo.
En diciembre, el Gobierno no solo aplicó una fuerte devaluación de 56% de la moneda, sino que también dejó de presionar sobre el precio interno del barril de petróleo que se comercializa en el país y que era más barato que el internacional. De esta manera, el sector comenzó a acomodar los costos internos al nuevo contexto de liberalización de mercado.
Por parte del Gobierno, en el Ministerio de Economía también buscan normalizar las cuestiones impositivas y por eso implementó el aumento de los impuestos al combustible líquido (ICL) sobre la nafta y al dióxido de carbono (IDC) sobre el gasoil. Se trata de un tributo que en le permitió al Estado recaudar 1% del PBI en el pasado, pero que debido a la falta de actualización que tuvo en los últimos 10 trimestres, le aportó el año pasado al fisco casi 0,4%.
Según cálculos privados, el impuesto debía aumentar 377% para recuperar el atraso desde 2021, lo cual iba a tener un impacto de una suba de $95 por litro en la nafta y de $65 en el valor del gasoil, según cálculos de una de las empresas refinadoras. De hecho, según los datos de Economía & Energía, en 2021, los impuestos representaban el 17% del precio final del gasoil y el 23% del de nafta. Luego del congelamiento, tenían una incidencia promedio del 3% sobre el valor en el surtidor. “La contracción en la alícuota del ICL y el IDC tuvo un costo fiscal solo en el año 2023 de aproximadamente US$2800 millones“, dijeron.
En menos de tres meses, los precios de los combustibles subieron 172% en promedio. Previo al balotaje del 19 de noviembre, un litro de nafta súper de YPF costaba alrededor de $275 en la Ciudad de Buenos Aires, mientras que actualmente vale $745.
Esto significa un aumento mayor al salto del tipo de cambio, que pasó de $350 a $826 en el mismo período (suba de 136%). Por lo tanto, en dólares, los precios de la nafta y el gasoil aumentaron 12,5%, ya que pasaron de 80 centavos de dólar a US$0,90.
Estos aumentos tuvieron un impacto en el consumo: las proyecciones provisorias dan cuenta de una caída mayor del 10% interanual en las ventas durante diciembre. En las estaciones de servicio situadas en las ciudades limítrofes con otros países, la caída de la demanda podría llegar al 20%, ya que dejó de ser tan conveniente para los vecinos extranjeros cruzar al país a cargar combustible.
Postergan los aumentos de gas
El Ministerio de Economía decidió postergar los aumentos en las tarifas de gas, que estaban previstas para febrero. Pese a que el equipo técnico de Energía ya tenía preparados los nuevos cuadros tarifarios, hubo una decisión política de diferirlos un mes más, a marzo.
En las próximas horas, además, la Secretaría de Energía convocará a una nueva audiencia pública para debatir el nuevo esquema de subsidios. El plan del Gobierno es reemplazar la segmentación actual, que divide en tercios a los usuarios según su nivel de ingreso, por la implementación de una canasta energética básica, que cubra las necesidades mínimas de consumo de gas y electricidad, y que variará según el decil poblacional y la zona geográfica en la que se resida.
Según explicaron los funcionarios de Energía en las audiencias públicas, el Estado subsidiará a los hogares en los que el costo de la canasta básica exceda el 10% de sus niveles de ingresos (5% por gas y 5% por electricidad). Para ello, el Gobierno deberá recopilar el nivel de ingreso familiar de cada hogar, una medida que es difícil de implementar, como le sucedió a la administración anterior.
En cuanto a la electricidad, se espera que en los próximos días la Secretaría de Energía publique los nuevos precios de generación que se reflejarán en el valor final de las boletas. Asimismo, el ente regulador de la electricidad (ENRE) establecerá las tarifas de los usuarios de las distribuidoras eléctricas Edenor y Edesur.
El Gobierno dijo que las boletas de electricidad reciben en promedio un 55% de subsidios, mientras que las de gas, un 82,5%.