Subasta alemana de bonos genera nuevas dudas en los mercados
FRÁNCFORT—Una subasta de deuda soberana alemana atrajo una de las demandas más débiles desde la introducción del euro, en un indicio del apetito menguante del mercado por incluso los activos más seguros de la zona euro.
La subasta causó remezones en los mercados conforme los inversionistas, golpeados por una andanada de malas noticias provenientes de Europa en los últimos meses, inicialmente la interpretaron como una señal de que la crisis está llegando al corazón de la zona euro.
El gobierno alemán vendió apenas 3.644 millones de euros (US$4.920 millones) de los 6.000 millones de euros que tenía contemplado en bonos a 10 años a un rendimiento promedio de 1,98%.
Las tasas de interés de los bonos de Alemania a 10 años subieron pronunciadamente después de la transacción y alcanzaron 2,09%, su máximo nivel en tres semanas, superando el retorno de los bonos del Tesoro estadounidense del mismo plazo.
En los últimos años, los bonos alemanes, conocidos como bunds, han ofrecido un interés menor que el de sus contrapartes estadounidenses puesto que se considera que Alemania tiene un mejor perfil de deuda que EE.UU.
"Hay múltiples escenarios para Europa, pero casi todos proyectan un crecimiento bajo, lo que debería ser positivo para los bunds", dijo Jack Kelly, director de inversión de renta fija de Standard Life Investment.
Ewald Nowotny, gobernador del Banco Nacional de Austria y miembro del consejo del Banco Central Europeo, calificó los resultados de la subasta alemana como una "señal de alarma", según la Agencia de Prensa Austriaca.
El ministro de Finanzas canadiense, Jim Flaherty, expresó "preocupaciones muy serias" sobre la subasta alemana, argumentando que la crisis de la zona euro se está transformando en una tormenta global y que los resultados deberían reforzar la necesidad de que los estrategas del continente la zona euro encuentren una rápida resolución.
Otros fueron más optimistas, aludiendo a una serie de factores excepcionales que se habrían combinado para reducir la demanda de los bunds. En sus 60 años de historia, la República Federal de Alemania nunca había tratado de vender un bono a 10 años que pagara solamente un interés de 2%, y los rendimientos históricamente bajos parecieron deprimir el apetito en el radicional círculo de compradores. "No se debe a una falta de demanda de los inversionistas finales", dijo Michael Krautzberger, director de inversión de BlackRock Asset Management Deutschland. "Por el momento, siguen prefiriendo refugios seguros como los bunds, dado el nerviosismo en los países vecinos".
Ben Bennett, estratega de crédito de Legal & General Investment Management, en Londres, dijo que los inversionistas se distanciaron de la emisión en parte debido a una típica merma de liquidez al final del año, que se ha acelerado en 2011.
Asimismo, muchos inversionistas ya han acumulado una buena cantidad de bonos alemanes en sus portafolios tras huir de la deuda de los países de la periferia de la zona euro. "No se puede tomar [la subasta] en forma aislada y usarla como señal muy pesimista", observó. "Muchos indicadores técnicos explicarían porqué no fue de las mejores".
El euro cayó a su mínimo nivel en siete semanas contra el dólar y cotizaba a US$1,3333 en negociaciones al final del día en Europa. Eso reforzó la postura de que el capital ahora está saliendo de la zona euro. Hasta hace poco, muchos de los traslados de dinero habían ocurrido dentro de la unión monetaria, desde los bonos soberanos más riesgosos hacia los más seguros.
"La percepción del mercado es que la calidad crediticia de Alemania se ha deteriorado", manifestó Andrew Roberts, director de estrategia monetaria de Royal Bank of Scotland. "Mientras más se profundiza la crisis... la gente se va a empezar a preguntar quién va a pagar la cuenta una vez que termine la comida", aseveró. "Todos los caminos llevan a Alemania".
Emese Bartha y Geoffrey T. Smith
The Wall Street Journal