Su credibilidad depende de un puerto
El proyecto es importante para convencer a los detractores del empresario brasileño
CAMPOS DOS GOYTACAZES, Brasil—Un puerto multimillonario en el sudeste de Brasil empezará a operar este año, aliviando así algunos de los problemas infraestructurales del país.
El propietario del puerto, el magnate Eike Batista, espera que esto ayude a apaciguar los temores de algunos inversionistas acerca de su grupo industrial.
LLX Logística SA, la empresa que está construyendo el gigantesco puerto Açu, ilustra los desafíos que encaran Batista y su equipo directivo. Se trata de un proyecto gigantesco que beneficiaría a Brasil, que padece una escasez crónica de infraestructura logística. Inversiones tan grandes toman tiempo en ser
rentables, pero los inversionistas están nerviosos en medio de las preocupaciones sobre la habilidad del empresario de hacer realidad sus ambiciosas metas.
"Brasil necesita emprendedores como Eike Batista, pero el problema es que no está cumpliendo", opinó Guido Chagas, socio en Humaita Investimentos en Brasil, una firma de inversión con US$105 millones en activos. Chagas invirtió el dinero del fondo en LLX brevemente en 2012, pero decidió vender las acciones.
Los títulos de LLX han caído 40% en los últimos 12 meses, golpeados por los problemas que han asediado al holding de Batista, EBX Group. Un déficit de producción en OGX Petróleo e Gás SA Participações SA, la empresa insignia del grupo, ha tenido un efecto dominó, ya que LLX alberga una tercera filial, OSX Brasil SA, un astillero que depende en gran medida de los pedidos de OGX.
El puerto de Açu se extiende unos 93 kilómetros cuadrados en un remoto rincón en el noreste del estado de Rio de Janeiro. Una vez que llegue a su máximo nivel de operación en 2020, el puerto sería uno de los más grandes del mundo, gestionando 350 millones de toneladas de bienes al año, desde mineral de hierro y cobre hasta petróleo y contenedores.
Se están invirtiendo unos 4.000 millones de reales (US$2.000 millones) para construir la infraestructura básica del puerto, que incluye dos terminales, una en la costa y otra en alta mar, y LLX anticipa que las firmas que se instalen en la zona portuaria inyecten otros US$50.000 millones.
"Nuestra estrategia ahora es cumplir", afirmó Marcus Berto, presidente ejecutivo de LLX. "Cumplamos primero y hablemos después; así ganaremos credibilidad".
LLX enfrentó sus propios obstáculos, como encontrar a 8.000 personas que trabajaran en la construccion. A muchas, las tuvo que traer de otras regiones del país.
El puerto fue concebido originalmente para lidiar con los enormes proyectos de extracción de mineral de hierro que están arrancando en el cercano estado de Minas Gerais, incluido Minas- Rio, el complejo de Anglo American PLC. Un ducto de 525 kilómetros distribuirá mineral de hierro desde las minas de Anglo American a Açu; parte será exportada y parte será transformada en acero en una planta que está siendo construida por Ternium SA.
Pero el proyecto Minas Rio ha sufrido grandes retrasos y ha excedido su presupuesto. Al mismo tiempo, la industria de gas y crudo juega un papel cada vez más importante, debido a los descubrimientos de gigantescos campos petroleros cerca de la costa del estado de Rio de Janeiro.
Para fines de año, tres empresas vinculadas a la industria petrolera habrán comenzado a operar en el puerto. El astillero de Batista, OSX, empezará a ensamblar sus primeros buques en Açu, mientras que National Oilwell Varco Inc. y Technip SA están construyendo plantas que fabricarán equipos especializados para atender a la industria petrolera en alta mar. Filiales de General Electric Co. y ASCO Group están instalando bases para proporcionar servicios a empresas de exploración y producción petrolera.
A LLX le gustaría cortejar a la petrolera estatal Petróleo Brasileiro SA para que comprara uno de sus embarcaderos. La firma, conocida como Petrobras, invertirá US$237.000 millones en los próximos cinco años, de los cuales una cantidad considerable irá a los nuevos campos petroleros en la costa sudeste. Una nueva base de Petrobras en Açu sería muy positivo para LLX.
The Wall Street Journal