Sorpresa por un ticket de restaurante en EE.UU. que muestra una diferencia clave con la Argentina
En enero la suba generalizada de los precios tocó una cifra que no se había visto en los últimos 40 años en EE.UU; los estadounidenses consideran que es un fenómeno pasajero
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La inflación en Estados Unidos es una realidad. En el último año, los precios aumentaron a una velocidad que no se registraba desde hacía cuatro décadas, y los desajustes sobre el valor de los bienes comienzan a notarse en la cotidianeidad. Si bien para la Argentina este fenómeno se convirtió en moneda corriente desde el 44 hasta la fecha -con solo un par de treguas en el medio-, para los ciudadanos norteamericanos se trata de una nueva -¿y pasajera?- realidad.
En los últimos días, se viralizó el ticket de una cadena de restaurantes en el estado de Texas, que dejó al descubierto uno de los mayores problemas que amenaza en la actualidad a Estados Unidos. En el resumen de compra se detalla, además de los alimentos consumidos, un recargo de dos dólares por “inflación temporaria”. Antes que modificar los precios de toda la carta, desde el local gastronómico prefieren aclarar que este “extra” pasará a medida que lo haga el tiempo.
“Busqué la cena para mi hijo de seis años. Obviamente, ordené en el bar y tomé un trago mientras esperaba, movimiento estándar de papá. Cargo por inflación temporal: US$2. ¿¡Qué!?”, cita el tuit de un analista financiero que desató la polémica en la red social.
Picking up dinner for my 6yo. Obviously ordering at the bar and snagging a drink while I wait, standard dad move.
— Steads (@winsteadscap) February 21, 2022
Temporary Inflation Fee: $2.00
What?!? pic.twitter.com/QGP93mTNK9
El último dato de inflación de Estados Unidos se conoció dos semanas atrás. En enero, la cifra escaló a un 7,5% interanual, un número que no se había observado en los últimos 40 años. “La inflación de Estados Unidos, a priori, parecía ser temporaria por los efectos de la suba en el petróleo. El problema es que la inflación núcleo también se empezó a acelerar y hace meses viene por encima del target de la Fed, que es del 2%, aunque habilita desvíos. La última vez la core fue del 6% interanual, es un número bastante más peligroso, y hace ocho meses corre arriba del 4%”, observó Juan Ignacio Paolicchi, economista de Empiria Consultores.
Ya lo dijo The Washington Post en una de sus columnas: “¿Preocupado por la inflación en Estados Unidos? En la Argentina es un estilo de vida”. Mientras que en el país del norte se siguen adaptando a convivir con una inflación que bien podría ser la que acumula la Argentina en dos meses, la experiencia local va más allá.
En los últimos 78 años, en solo ocho no hubo inflación en el país, según un estudio de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios. Una constante que atravesó a casi todas las presidencias y frustró todos los planes por contenerla. En Estados Unidos, la historia es otra. Sin embargo, abre el interrogante si el contexto inflacionario es tan pasajero como se creía o si tendrán que acostumbrarse a convivir con aumentos constantes en los precios por un tiempo.
¿Llegó para quedarse?
Según explicó Matías de Luca, economista de LCG, el problema inflacionario en Estados Unidos comenzó en 2020, con la pandemia de coronavirus. En épocas de crisis, la hoja de balance de los bancos centrales del mundo fue “muy grosera” y se replicaron modelos de Quantitave Easings (grandes inyecciones de dinero a través de la compra de activos financieros), como se aplicaron en la crisis subprime en 2008, aunque a un ritmo más acelerado. El objetivo era que no se corte la cadena de pagos y se derrumbe el sistema financiero, en un escenario donde la actividad estaba paralizada.
“El efecto colateral son los elevados niveles de inflación que estamos viendo en el mundo, en especial en Estados Unidos, donde la tasa de inflación es la más alta desde 1982 y, sobre todo, continúa subiendo. Frenar esta dinámica tomará tiempo y requiere de una suba de tasas importante que en este momento podría frenar la recuperación del empleo y generar mayores problemas a nivel financiero”, afirmó.
En otras palabras, “la Fed [Reserva Federal de Estados Unidos] se encuentra en una situación donde deberá optar por reducir la inflación o velar por la estabilidad financiera”, sostuvo.
Para Paolicchi, la Fed está ante un dilema. Por un lado, viene adelantando hace meses que frenará la expansión de su balance vía anuncio de tasas, por lo que el mercado le está pidiendo una sobrerreacción para que no pierda la credibilidad de sus anuncios. Por el otro, una sobrerreacción podría generar un impacto en el mercado de acciones, sistema en el que ahorran los estadounidenses.
“Cuando subís la tasa y las acciones se pinchan, tenés un impacto en el efecto riqueza. Los americanos pierden plata. Por eso, la Fed es cautelosa con la suba de tasas y viene corriendo detrás, sostiene la temporalidad de esa inflación y de alguna forma llega un poco tarde. Al final de día, creo que se va a estabilizar en la zona del 3%/4%, pero si la Fed es más agresiva con la inflación”, agregó.
Por eso para De Luca, durante algunos años el mundo se tendrá que acostumbrar a convivir con una inflación mayor a la habitual. Si bien las tasas de treasuries subieron desde que arrancó el año a lo largo de toda la curva, el aumento más pronunciado se dio en el tramo más corto. Eso se traduce a que el mercado espera una mayor inflación en el corto plazo, y una reducción hacia más adelante.
“Reducirla llevará tiempo y la suba de tasas vendrá, pero de forma lenta (y prudente), preservando la estabilidad de los mercados financieros, donde índices como ser el S&P o el Dow Jones ya vienen descontando esta futura suba de tasas, bajando un 5% en lo que va de 2022″, cerró.
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