Sólo 23% de los puestos directivos está ocupado por mujeres
Sigue vigente un techo invisible para la carrera de las ejecutivas
Constanza Bertorello es directora de Recursos Humanos en Pernod Ricard Argentina & Andes; Fernanda Duran ocupa el mismo puesto en First Data Corporation Sudamérica y Caribe, y María Elena Rodríguez Torres es directora de Marketing Dressings en Unilever Cono Sur.
Ellas forman parte del escaso 23% de mujeres que ocupan puestos directivos en la Argentina y del 29% en el resto de América latina y España, según el último estudio que hizo Pratt Pinet sobre la participación femenina en estos cargos, y que demuestra aún la resistencia del llamado techo de cristal.
Un dato llamativo que se desprende del sondeo para el que se encuestaron a tres mil CEO y directores de grandes empresas en la Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Perú y España es que más del 90% de los ejecutivos consideraron relevante contar con la participación de ambos géneros en los cargos directivos: que es "necesario y mandatorio" señaló el 13% en la Argentina y 14% en los países restantes, "muy importante" el 45 y 49%, "ideal" el 38 y 39%, y "no importante" el 4 y 7%, respectivamente.
Sin embargo, cerca del 50% de los encuestados (49% en nuestro país, 48% en el resto de América latina y España) admitió que no existe una política organizacional para trabajar la equidad de género en su empresa.
Sobre esta diferencia entre lo que se dice y lo que se hace, Esteban Calvente, director de Pratt Pinet, opinó: "En general, las grandes empresas son lentas en el momento de definir políticas, y las diferentes idiosincrasias y regulaciones de los países contribuyen con esa burocracia".
En la misma sintonía, Sol Ara, especialista en Research de la consultora, acotó: "Eso tiene que ver con una cultura organizacional establecida que es difícil de cambiar, pero que el tema esté en las expectativas o en los valores de los directivos ya es un paso positivo que podría ayudar a cambiar la manera de pensar sobre la participación de la mujer en estos cargos".
También remarcó una cuestión que no es menor para las ejecutivas: "Hay que tener en cuenta las necesidades de la mujer en ciertas etapas de la vida por las que quizá posterga la carrera, por ejemplo la maternidad, que debería estar acompañada con políticas que propicien servicios de guardería, horarios flexibles y otras medidas".
Ante la pregunta "por qué valora la diversidad de género", la mayoría de los ejecutivos –38% de la Argentina y 42% del resto de América latina y España– respondió "porque entrega otra perspectiva que afecta positivamente los resultados del negocio". En tanto que el 21% y 11% de los consultados respectivos consideraron que la diversidad de género "contribuye a crear un mejor clima laboral"; con el 6% en sendos casos contestaron "porque robustece la imagen de Responsabilidad Social Empresaria" y, en menor medida, "porque es políticamente correcto". Al tiempo que ambos grupos coincidieron en el 33% de las respuestas al señalar todas las opciones anteriores.
"En general las mujeres son más perseverantes y detallistas que sus pares masculinos, más comprometidas y, sin duda, aportan una mirada diferente en la organización", concluyó Calvente.
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