Smata cedió para que Nissan invirtiera
El gremio cordobés aceptó rebajas salariales y recortes en un plus anual
CÓRDOBA.- La decisión de Nissan-Renault de invetir 600 millones de dólares para la fabricación de una pick-up en la planta de Santa Isabel, anunciada anteayer por la presidenta Cristina Kirchner, no se dio sin condicionamientos. Según trascendió, fue crucial en el proceso un preacuerdo que la empresa firmó con la filial cordobesa de Smata (Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor), que incluye flexibilizaciones económicas y organizativas que le permitirán a la terminal ganar competitividad. El plan prevé la creación de 1000 puestos de trabajo directos.
LA NACION pudo conocer los detalles del documento al que el gremio cordobés (no alineado con el kirchnerismo que profesa la conducción nacional) califica como un "gesto de buena voluntad". Un punto es que, durante un año, los que ingresen en la categoría 1 cobrarán por hora 15% menos. El valor horario actual es de 80 pesos. También introduce un cambio en el bono que los trabajadores perciben cada año con las vacaciones. Ese plus equivale a 190 horas, pero en el caso de los ingresantes será de 100 horas y aumentará de manera escalonada.
El "aporte" de los trabajadores no fue mencionado por la Presidenta cuando hizo el anuncio. El Gobierno cordobés, por su lado, dispuso exenciones impositivas, subsidios al consumo de energía, planes de capacitación y obras eléctricas para atender la mayor demanda.
Las negociaciones con el gremio comenzaron hace 11 meses, cuando Renault le comunicó que debía despedir a 70% de los 1600 operarios de Santa Isabel, porque quedaría sólo la línea de producción del Kangoo (el Clio Mio se discontinúa y el Fuence tiene un mercado reducido).
Omar Dragún, secretario general de la delegación Córdoba del Smata, señaló a LA NACION que empezaron a conversar para "tratar de sostener la producción y ganar algunos modelos" que les permitiera "llegar a este año y a 2016 sin despidos. Negociamos aspectos que no afectaban al convenio pero que mejoraban la productividad".
Sobre esa base, Renault anunció en marzo la inversión de US$ 100 millones para una nueva plataforma productiva en Córdoba, con la que fabricarán los modelos Logan, Sandero y Sandero Stepway. Y surgió el proyecto con Nissan.
El gremio no conocía los detalles, pero sabía que sin un acuerdo la inversión iría a Brasil. Un tema fundamental que se planteó era sostener los tres turnos de producción completos para ganar productividad.
Horarios y organización
Según cálculos gremiales, en productos como las pick-ups, el costo de mano de obra incide entre 7 y 8 por ciento, por lo que hay que ganar competitividad por otras vías. El convenio establece el horario de ingreso una hora antes (a las 6 de la mañana) y la salida a las 14. Así se permite que la media hora que las empresas pagan para el almuerzo sea tomada al final del turno y no al comienzo.
De esa forma se acortan los tiempos muertos y la planta no se para. El esquema sigue el modelo de Volkswagen en Córdoba, donde 1100 de sus 1500 operarios trabajan 6 horas y cobran 8. El sistema rinde más porque permite un empalme de turnos de 18 minutos y la actividad no se interrumpe.
Respecto de las concesiones, Dragún indicó que en la generación de los nuevos puestos la categoría 1 para la que rige la reducción es la "minoritaria", ya que la mayoría entra directamente a la 5. De la 4 para abajo son operarios de distribución y limpieza. La máxima es la 7. Para la radicación de Volkswagen en 2000 se usó un acuerdo similar.
En medio de las negociaciones se produjeron dos devaluaciones importantes en Brasil. "Todo se puso en riesgo -enfatizó Dragún-. Se volvieron a hacer los números y nosotros garantizamos calidad y tiempos de entrega para que Brasil no se quedara con todo."
La producción de la pick-up comenzará a fines de 2017. El modelo ya se fabrica en México y en Tailandia. Jorge Vasconcelos, economista del Ieral, señaló que el costo de la mano de obra mexicana es tres veces más bajo en dólares que la argentina.
Explicó que el país mantiene ventajas en algunos nichos, como podría ser el de las pick-up, donde hay un alto valor agregado medido en dólares. Diferente es el caso de los autos chicos, salvo los que hace años se vienen fabricando y ya amortizaron la matriz.
"Estamos convencidos de que sin nuestro aporte la inversión no se concretaba. Hay que ser inteligentes y, en determinadas condiciones, saber flexibilizar", dijo Dragún, que confía en que el proyecto abra mercados como el español, el del norte de África y el de la ex Europa del Este. Esas estimaciones explican que el 70% de la producción se exporte.
Consultada por LA NACION sobre el rol del acuerdo en la definición de la inversión, Renault afirmó que "siempre trabaja en conjunto" con el gremio para "lograr mayor competitividad". Mencionó que busca "asegurar la capacidad horaria" de la fábrica Santa Isabel frente a los nuevos proyectos.
"Nos permite garantizar el volumen de vehículos que se requiere fabricar en los próximos años, incluso si fuera necesario pasar a tres turnos diarios de producción", agregó. Desde Nissan sostuvieron que "no se abordan" los temas de los que no habló el chairman para América latina y vicepresidente senior, José Luis Valls.
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