Sin el impuesto a la riqueza ni los DEG, hubo déficit fiscal

El déficit fiscal se achica e, incluso, algunas voces oficiales estiman que a este ritmo se podría terminar el año con superávit, algo que, de concretarse, iría en contra de los deseos de la vicepresidenta de la Nación, Cristina Kirchner, quien le tiró la oreja al ministro de Economía, Martín Guzmán, al endilgarle que había hecho un ajuste que había influido en el resultado de las PASO. El déficit primario del Sector Público Nacional (SPN) fue de $155.525 millones y el déficit financiero de $209.703 millones, ambos sin considerar tanto los ingresos extraordinarios asociados al Aporte Solidario como los Derechos Especiales de Giro (DEG) incorporados al Presupuesto.

De esta manera, al mes de septiembre se acumula un déficit primario de $798.883 millones (1,9% del PBI) y un déficit financiero de $1292.111 millones (3% del PBI).

Claro que, como explicaron desde el propio Ministerio de Economía, si se sumaran los recursos correspondientes al Aporte Solidario, el déficit primario de septiembre se reduciría a $135.972 millones, mientras que el financiero a $190.150 millones. Una de las cuestiones que remarcó Economía anteayer es que, si al impuesto a la riqueza se suma el aporte de los DEG, Guzmán habría logrado un superávit en septiembre (de $291.428 millones) .

Según Nadin Argañaraz, director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), el Gobierno cerró los primeros nueve meses del año con un déficit primario del 0,32% del PBI. “Si se resta el ingreso contabilizado de DEG del FMI (por tratarse de un recurso extraordinario), el déficit fue del 1,3%. Este nivel es muy cercano al que se registró en igual periodo de 2018 y mucho menor al de los años 2016 y 2017″, indicó. Asimismo, Argañaraz puntualizó que no se elimina el Aporte Solidario del cálculo, en virtud de que ya se han ejecutado gastos asignados por ley que no están identificados en la información difundida para poder conocer el efecto neto sobre el resultado. “El efecto neto es positivo sobre el resultado ya que no todos los ingresos por el Aporte Solidario se transformaron en gastos del SPN durante este ejercicio, aunque sí se hayan realizado erogaciones figurativas. De cara a fin de año, el gasto tiene que tener un salto nominal importante para llegar al déficit de 4% del PBI previsto (sin DEG)”, acotó el especialista.

Gabriel Caamaño, economista de Consultora Ledesma, dijo que, sin los DEG y el Aporte Extraordinario, se va a un escenario levemente por debajo de 4% del PBI, que era lo presupuestado, pero que era una neta muy holgada. “Cuando computen los DEG y el Aporte Extraordinario van a decir que sobrecumplieron la meta, pero la realidad es que eso no va a ser así, ya que buena parte de eso lo logran con una maniobra contable que no debió hacerse”, opinó.

Caamaño explicó la dinámica del resultado fiscal de la siguiente manera: “Los subsidios económicos están muy dinámicos, porque en nueve meses ya insumen 2,2% del PBI, que ya es el doble de lo que habían insumido en igual período de la prepandemia. La contracara de eso son las jubilaciones que siguen corriendo de atrás y compensan un poco el incremento del gasto. Está claro que el frente fiscal es expansivo, de ahí la emisión creciente para financiar el rojo”.

Lorenzo Sigaut Gravina, director de Análisis Macroeconómico de Equilibra, comentó que el déficit fiscal primario del SPN –sin DEG– de septiembre fue del 0,3% del PBI y acumula en los primeros nueve meses del año 1,3% del PBI. “Para alcanzar el 4% del Presupuesto, el déficit primario del último trimestre debería ascender a $1,2 billones, pero nosotros vemos más probable un déficit primario de $ 1,5 billones (3,5% del PBI), con un rojo de $940.000 millones en el último trimestre”, analizó.

¿Y qué hay del posible superávit que estima una parte del Gobierno? Argañaraz no lo ve factible. “De ahora en más vas a ir teniendo más gastos específicos de la ley de Aporte Solidario, lo que hará crecer ese déficit de 0,32% del PBI. Además, viene estacionalmente la parte del año donde se registra un déficit relativo alto. Entonces, va a haber déficit, aunque probablemente sea menor al previsto como cierre fiscal para este año”, fundamentó.

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