Sin dólares: el Gobierno suma trabas a las importaciones y apuran al campo a liquidar
Sumarán más posiciones a licencias no automáticas, retocarán el CEF de la AFIP y modifican el régimen de importaciones transitorias para que las cerealeras apuren las ventas de sus dólares a través de la exportación
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En medio de la escasez de reservas, y en busca de “cuidar los dólares y ordenar el comercio”, el Gobierno sumará en las próximas horas nuevas medidas para trabar las importaciones y para apurar la liquidación del complejo oleaginoso.
Fuentes del Ministerio de Economía adelantaron esta tarde que en las próximas 48 o 72 horas tomarán tres medidas importantes en el marco de un “plan de ordenamiento de las herramientas de comercio exterior”.
En primer lugar, modificarán el régimen de admisión temporal para el perfeccionamiento activo (decreto 1330 de 2004) para acortar los tiempos -pasarían de 360 a 120 días- en los que se liquiden exportaciones que hayan utilizado esta herramienta. Uno de los que hace mayor uso del mismo es el complejo oleaginoso, que importa soja y exporta aceite.
En segundo lugar, se pasarán 34 posiciones arancelarias de Licencia Automática (LA) a Licencia No Automática (LNA). Serían principalmente bienes de consumo que no se fabrican en el país, según contaron fuentes oficiales.
En tercer lugar, la AFIP modificará la Capacidad Económica Financiera (CEF), con el objetivo de frenar una “sobrefacturación de servicios”. Actualmente, el CEF hace de primer filtro para obtener una SIMI (permiso de importación) y ya en febrero pasado sirvió para lograr un período importante de ralentización sin compras en el exterior. Fuentes oficiales indicaron que los cambios en esa opaca fórmula de la agencia no sólo afectará a los servicios, sino también a los bienes. Los funcionarios sí señalaron que los importadores de servicios deberán completar un nuevo registro, que podría funcionar como una SIMI.
“Hay que cuidar los dólares que se van”, justificaron en el Gobierno, y remarcaron la necesidad de cumplir con el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Uno de los objetivos de ese acuerdo es la acumulación de reservas. “Se achica rápidamente”, señalaron sobre la caída del déficit comercial, que este lunes registró -con el dato de julio- su segundo mes en rojo. En el Gobierno aseguran que buscan ordenar las importaciones, cuidar los dólares y “evitar abusos”.
El ejemplo clásico del uso del régimen de admisión temporal para el perfeccionamiento activo –que exime de impuestos– es el vino. El corcho se importa. Luego, se mete en la botella y finalmente luego se exporta el producto con valor agregado. El decreto de 2004 daba un tiempo específico para que esa operación se perfeccionara. Actualmente, era de 360 días prorrogable por 360 días más. Ahora, con la modificación que incluirá la secretaría de Comercio, pasará a ser de 120 días prorrogable por otros 120 días.
Hay varios sectores que utilizan ese régimen, pero el que más lo usó este año fue el sector oleaginoso. Entre enero y julio de este año, las compras al exterior fueron de US$3086 millones. Casi la mitad (US$1633 millones) son importaciones de porotos de soja que luego se usan para exportar como aceite. Con ese acortamiento del lapso entre importación y exportación, el Gobierno busca frenar la “especulación” del sector y acelerar la liquidación. Fuentes oficiales indicaron además que fortalecerán el control del perfeccionamiento de estas operaciones, que se harán ahora ex ante.
“Hay un aumento exponencial de la importación de servicios”, señalaron fuentes Economía, que hablaron de la posible instauración de una Declaración Anticipada de Importaciones de Servicios. En el primer semestre del año, alertaron los funcionarios, las compras al exterior bajo esta etiqueta fueron US$5500 millones. Fue en ese sentido en el que se aseguró que “van a cambiar variables” de la CEF, una especie de perfil económico de las empresas. Afirmaron que esa modificación será “sistémica”, por lo que, además, es probable que afecte también a los bienes importados, como ocurrió con el “apagón” que se verificó en febrero pasado. Entonces los cambios a esa fórmula frenaron autorizaciones de SIMIs.
Fibrones, whiskys, semen bovino, waffles, aviones, y máquinas tragamonedas y yates. Esos son solo algunos de los productos que, afirmaron fuentes de Economía, pasarán de estar en una LA a pertenecer a una LNA (esto implica que la Secretaria de Comercio debe dar su aprobación para que ingrese al país). Se trata de 34 posiciones arancelarias y sus aperturas. De esta manera, del total de lo importado, las licencias no automáticas pasarán de ser 28% a 33%, precisaron.
La decisión de “reodernar” el comercio interior se da en momentos en el que las reservas netas del Banco Central (BCRA) pululan alrededor de los US$1000 millones, cae el superávit comercial en los últimos dos meses y no se conocen aún decisiones claras para cambiar la dinámica actual por la que la entidad que dirige Miguel Pesce sufre a la hora de sumar reservas internacionales. Sin compras fuertes de energía, por caso, el BCRA pudo adquirir US$140 millones. La apuesta del oficialismo es, por ahora, no devaluar bruscamente y esperar a que termine el invierno. Mientras tanto, buscan frenar importaciones y evitar que el campo se guarde la liquidación de divisas en 2023, un año electoral.