Simones: cómo “hacer marca” en un mercado saturado
Diego Siekiera, Director de Simones, junto a su mujer y actual socia, Laura Litchmaier, cuentan cómo fueron sus comienzos y cómo de la mano de Vistage, la organización mundial que impulsa a los número uno de empresas a asesorarse entre sí en la toma de decisiones, lograron seguir creciendo y profesionalizar la empresa.
"Empezamos muy chiquitito", cuenta Diego, sobre los inicios de esta marca de accesorios (bolsos, mochilas, fundas, billeteras) inspirados en imágenes caninas. "Estampábamos por sublimación unos productos súper funcionales y con un diseño bastante creativo. Desde el principio gustaron mucho", recuerda.
Diego es estampador textil, y Laura, actuaria de profesión. Ella estaba cansada de su antiguo empleo y él, aunque tenía su propia empresa, solamente trabajaba para otras marcas. Se lanzaron entonces con Simones en la Feria Puro Diseño y a la par distribuían en tiendas multimarcas hasta que vieron que en varias de estas últimas sus productos alcanzaban un 80 por ciento de la facturación.
"Si queríamos hacer marca, entonces teníamos que poner nuestros propios locales. ¿Y dónde? En el punto de venta más fuerte del país, que para nosotros era Alto Palermo", narra Diego. Se movieron, averiguaron y la gente del shopping terminó recibiéndolos, aunque les adelantaron que raramente daban un espacio a una marca que recién arrancaba. Pero Diego y Laura los invitaron a Puro Diseño, y al constatar el fenómeno terminaron aceptando.
Corría septiembre de 2013 y Siekera tembló cuando para asegurarse un año de contrato tuvo que emitir cheques posdatados por un millón de pesos. "Fue un riesgo enorme -rememora-, pero lo cierto es que el punto de venta con mayor tráfico era el del metro cuadrado más caro de la Argentina".
Crecer y después
El desenlace es más o menos conocido: el local -que abrieron en paralelo con otro en El Salvador y Armenia, pleno Palermo- fue todo un éxito. Y hoy Simones tiene una docena de locales entre propios y franquiciados, incluidos puntos de venta en Tucumán, Salta, Córdoba y otros más "de temporada" en Pinamar y Cariló. También cuentan desde hace tiempo con una unidad de licencias, esto es: "a lo Disney", venden su pack de arte para que terceros puedan producir y comercializar los productos.
En paralelo al avance comercial Laura y Diego debieron adaptar la organización al nuevo volumen de ventas. Crearon nuevos puestos de trabajo e impusieron controles administrativos colocándose a la altura de las necesidades financieras de un capital de trabajo sustancialmente mayor. Fue entonces cuando entró en escena Vistage, la organización que impulsa a los número uno de empresas a formar grupos que con la ayuda de un chair se asesoran mutuamente en la toma de decisiones.
"Entré a Vistage hace tres años por recomendación de un conocido. Y hoy no tomo una sola decisión sin consultarla con mi grupo, así hablemos de lo empresarial o de cuestiones que tienen que ver con mi calidad de vida", reconoce Diego.
Su chair Osvaldo Abeledo observa que Simones tuvo dos etapas bien marcadas, ya que el éxito comercial empujó a sus dueños a desarrollar una estructura media de jefes y encargados. "Había que profesionalizar la empresa. Y en ese camino el grupo pudo aportar sus años de experiencia para que fueran capaces de formar equipos de trabajo sólidos, qué profesiones tenían que cubrir y cuál era el perfil de cada puesto", explica.
Un aprendizaje continuo
"Cuando uno está en medio del éxito tiende a pensar que es dueño de la verdad. Pero tanto Diego como Laura tuvieron la humildad de no cerrarse, compartir su experiencia y absorber el conocimiento de otros", marca Abeledo y agrega que es interesante que un empresario se pueda poner en un lugar más vulnerable y ser receptivo de otras opiniones, "porque en el fondo, en cualquier profesión, todos estamos inmersos en un continuo aprendizaje".
Litchmaier es también miembro Vistage, aunque en un grupo diferente. No obstante la pareja se reúne periódicamente con sus respectivos chairs en una suerte de "mesa chica" en la que se dedican a conversar temas de la empresa.
"Vistage te ayuda a anticiparte y evaluar los riesgos. Era el soporte que estábamos necesitando", concluye Diego y dice que lo recomienda fuertemente para todos "pero especialmente para los emprendedores que están arrancando y que sienten que todo es cuesta arriba". "En lo personal lo tomo como una inversión -asegura-, no como un día al mes que no puedo estar en la fábrica, sino como ese día en el que estoy absolutamente dedicado a la toma de decisiones futuras".
LA NACIONTemas
Otras noticias de Emprendedores
Más leídas de Economía
Nuevos básicos. Cuánto ganan los empleados de farmacias en diciembre
El futuro de la educación. Cómo la inteligencia artificial pateó el tablero de los profesores y de los alumnos
Tras una feroz granizada. Piden usar aviones no tripulados para evitar daños por tormentas severas
Valor del día. ¿A cuánto cotiza el real este viernes 22 de noviembre?