Silicon Valley pide poder contratar más extranjeros
El sector tecnológico presiona para que se facilite la obtención de la visa de trabajo en Estados Unidos
SAN FRANCISCO.- El flujo constante de nuevas aplicaciones y servicios de Silicon Valley depende de cientos de miles de ingenieros extranjeros que ayudan a crearlos. Por eso, el sector tecnológico presiona por cambios en la política migratoria de los Estados Unidos desde hace más de una década, para permitir el ingreso de más trabajadores capacitados al país.
Las acciones del presidente Barack Obama se quedan muy cortas respecto de lo que inmigrantes y líderes del sector pretenden. Las cuestiones más acuciantes que enfrentan, como la aceleración del proceso para obtener residencia permanente y visas para trabajo tecnológico de alta capacitación, requerirían una ley del Congreso.
De todos modos, algunos inmigrantes que trabajan en el sector se vieron alentados por las acciones del Presidente, y dijeron que probablemente les harían más fácil la vida y el trabajo en Estados Unidos.
Una de las iniciativas de Obama, por ejemplo, daría a empresarios que funden una compañía una visa especial, siempre que obtengan financiación externa. Eso le resulta atractivo a Laks Srini, uno de los fundadores de la firma Zenefits.
La ley es ahora tan kafkiana que Srini, de la India, tuvo que hacer que su cofundador estadounidense, Parker Conrad, lo contratara como administrador de la base de datos de Zenefits, para transferir su visa del anterior empleador y que pudieran crear la compañía.
En menos de dos años, entre los dos han construido Zenefits, un servicio online que ayuda a las compañías a manejar beneficios laborales. Hoy tienen 450 empleados.
Pero Srini, el jefe de tecnología, aún no ha podido cambiar su visa por una de un tipo más flexible. Hoy pide una para gente de talento extraordinario, apodada la visa "soy fabuloso" porque requiere que los solicitantes cumplan con alrededor de una docena de requisitos.
Srini dice que las restricciones de visa también limitaron sus posibilidades de contratar ingenieros talentosos y que la modalidad de los trámites demora las decisiones. "En una empresa nueva, la velocidad es cuestión de vida o muerte", afirma.
Por ahora, Zenefits planea ubicar algunos puestos de trabajo que podrían estar en San Francisco, en Vancouver. Allí, las leyes facilitan contratar ingenieros extranjeros.
Para el emprendedor, la inmigración es un "problema complicado". Afirma que los políticos que se pelean en Washington no entienden que por cada extranjero que Zenefits contrata a más de 10 ciudadanos o residentes permanentes de EE.UU., para trabajos varios.
Otras dos propuestas de la administración Obama podrían ayudar a Zenefits y otras compañías de Silicon Valley con su reclutamiento.
Permisos por más tiempo
Una de ellas extendería el tiempo en que alguien con un título en ciencias o tecnología en Estados Unidos, puede trabajar en una compañía tras su graduación. Hoy, el límite para esta "capacitación práctica opcional" es de 29 meses. Obama dio una directiva a los funcionarios de inmigración, para que comiencen un procedimiento formal que fije normas más permisivas.
Un mayor período de capacitación ayudaría a las firmas a contratar más trabajadores de lo que permite el límite anual actual, de 85.000 visas H-1B.
Glynn Morrison, un escocés con una visa H-1B que fue uno de los primeros empleados de Zenefits, dice que su esposa, surcoreana, aún no puede trabajar tras casi dos años en EE.UU. Quiere ser contadora, pero no accede a un puesto ni siquiera como empleada administrativa.
Si bien Srini y Morrison probablemente encuentren la manera de quedarse en el país a largo plazo, el futuro es más dudoso para Charlotte Brugman, una holandesa que trabaja en Samahope, una pequeña organización sin fines de lucro en San Francisco que ofrece servicios médicos en países en desarrollo.
Brugman puede trabajar gracias a que la beca Fullbright de su marido, Johannes Koeppel, le otorga una visa más permisiva. Los cónyuges de otros estudiantes extranjeros de la escuela de negocios de Berkeley no pueden trabajar.
Si bien Koeppel está creando una agencia de viajes online con dos socios estadounidenses, no está claro cuánto más podrán quedarse en el país con su esposa cuando termine sus estudios. Espera obtener la visa de fundador que propuso Obama. Pero por lo que se sabe hasta ahora, puede ser un círculo vicioso: es difícil obtener la visa si no se accede a fondos de inversores y a su vez, esto es difícil si los inversores no saben si el fundador se quedará en el país.
Colectivamente, las propuestas de visas para trabajadores altamente calificados agregarían unas 147.000 personas a la fuerza laboral para 2024, según el Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca. Eso es demasiado poco y demasiado tarde para el sector tecnológico.
Carl Guardino, CEO del Silicon Valley Leadership Group, dice que el sector se siente desilusionado, porque Obama no cumplió su promesa de aprobar una reforma amplia en su primer año en el cargo.
Traducción de Gabriel Zadunaisky