Siguen faltando frascos y botellas de vidrio: la escasez afecta producción y exportaciones
El problema lleva más de un año y medio. Hay empresas que compraron y pagaron hace meses y no reciben. Los precios aumentaron entre 40% y 52% este año
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CORDOBA.- La falta de botellas y frascos de vidrio lleva más de un año y sigue complicando a las empresas de alimentos y a las bodegas, en especial a las medianas y chicas que tienen menos poder de negociación. Hay algunas que tienen pedidos pagados hace más de seis meses y los reciben a cuentagotas, y otras que tienen frenadas exportaciones por falta de envases. La promesa era una normalización en abril, lo que no pasó y la expectativa es que haya más oferta por desaceleración de la demanda.
Además del faltante están los aumentos: en lo que va del año el alza fue del 52%. La provisión de botellas está dominada por dos empresas -una de las cuales, Cattorini, controla más de la mitad- y la de frascos depende prácticamente de una, Rigolleau. En el primer caso, un incendio en la planta de Verallia (que domina alrededor del 35% del mercado) sigue generando complicaciones que, explican, podrían empezar a resolverse en el segundo semestre.
“No pido créditos a tasa subsidiada; no pido no pagar impuestos, pido frascos de vidrio para poder vender mi producción”, cuenta a LA NACION Carlos Hugo Levin, presidente de la Cámara Argentina de Fraccionadores de Miel (Cafram) y dueño de Miel Río Negro. Fue lo mismo que les planteó a técnicos del Ministerio de la Producción hace unos meses. Insiste en que es “muy difícil” trabajar así y darle “sostenibilidad” al circuito productivo.
Describe que el denominado “frasco morronero” de 200 cc -el más demandado por el mercado- “no tiene fecha de fabricación y no es porque no pagamos lo que nos piden”. En seis meses los precios se incrementaron alrededor del 40%; al 2 de este mes un envase de 360cc cuesta $45,80 y $16,85 la tapa. “Con ese costo arrancamos; la miel entró en Precios Cuidados, pero nadie analiza lo que pasa con nuestros insumos”, señala.
Una Pyme fabricante de conservas tiene frenado un pedido a Panamá desde abril porque no consigue los frascos: “Son varias las que sufren este problema -ratifica Levin-. Nosotros certificamos orgánico y tenemos pedidos de Colombia, pero necesitamos los envases”.
Mario Bustos Carra, gerente general de la Cámara de Comercio Exterior de Cuyo, advierte que coincidieron una serie de “inconvenientes” que determinaron que el faltante de frascos y botellas lleve casi dos años. Enumera que las trabas para las importaciones y las de la logística -primero por la pandemia de Covid-19 y ahora por la invasión de Rusia a Ucrania- “complican todo” y repasa que hubo gobiernos provinciales que quisieron comprar en Túnez botellas para aceite de oliva y vino y “cuando terminaron de sortear toda la burocracia, ya no había stock”.
El director ejecutivo de Bodegas de Argentina -reúne a 250 bodegas- Milton Kuret coincide en que la liberación de botellas es a cuentagotas y que la caída del consumo interno que se viene registrando actúa como un “normalizador”. El impacto entre las bodegas es diferente; las más grandes tienen más posibilidades de conseguir e incluso, algunas, consiguieron importar.
Para la fabricación se requiere de soda solvay, de la que hay escasez a nivel mundial y, además, los hornos funcionan a gas cuyo precio aumentó, pero a eso se suma la incertidumbre respecto a que el abastecimiento será normal en los próximos meses. Si tienen que pasar a otro combustible, los costos son más altos. Otro factor que pesa es que hay menos recolectores de botellas y eso también afecta porque se usa material recuperado.
Compras demoradas
Desde la empresa Jugos SA (Villa Regina, Río Negro), Daniel González apunta que compraron 500.000 botellas de 710 cc para sidra, una producción que sumarían a la de jugos concentrados que hacen para otras industrias y uno natural para consumidor final. “Las compramos en julio del año pasado; hace una semana nos entregaron 90.000 -sintetiza - Estamos haciendo una inversión, pero no tenemos los insumos para explotarla”.
LA NACION intentó comunicarse con Cattorini, pero desde la firma pidieron unas semanas para dar la información. Hay especulaciones de que, además de los problemas para importar soda Solvay, los fabricantes priorizan entregas a la industria cervecera -con una demanda concentrada- y acuerdos cerrados en el exterior.
“Hay escasez e informalidad para los envíos -indica Mauricio Colome, gerente de Operaciones de la bodega Casa Montes-. Dos días antes avisan que la entrega será del 50% de un pedido que ya se había recortado por faltantes”. El problema ha determinado que se estén manejando con cupos en la comercialización de manera de poder cumplir lo acordado.
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