Si busca bonos a largo plazo, ¿qué le parece uno a 100 años?
Los bancos han estado sondeando la disposición de los inversionistas a com¬prar bonos a 100 años y, de esta mane¬ra, mantener hasta el próximo siglo las bajas tasas de interés que imperan en la actualidad en Estados Unidos.
Estos instrumentos de plazo tan prolongado son considerados de los más exóticos disponibles y son emitidos sólo por las compañías más fuertes, aquellas que se espera que sobrevivan 100 años más.
Los bonos de un siglo estuvieron de moda a mediados de los años 90 e inicios de la década de 2000, pero son muy poco comunes porque las empresas de¬ben pagar una prima sobre los papeles a 30 años, usualmente los más longevos. Ahora que las tasas están en los niveles más bajos de la historia, algunas compañías podrían verse tentadas a endeudarse hasta 2110, sabiendo que la demanda por bonos corporativos supera la oferta.
El riesgo es que en el próximo siglo, las tasas de interés suban a un nivel que reduzca el valor del bono a 100 años, una posibilidad muy probable debido a la volatilidad del mercado.
Aun así, los banqueros a favor de los bonos de un siglo no se desaniman.
"Es el entorno perfecto para que los emisores se salgan con la suya con bonos a 100 años", dice un banquero que ha estado tratando de promover la idea entre algunos inversionistas. "Hay una tendencia natural a extender los plazos, de modo que la ramificación obvia es ir más allá del bono a 30 años".
Los emisores de deuda a 30 años han sido conglomerados industriales de primer nivel, señala John Hawley, gestor de portafolio de deuda con grado de inversión para Aviva Investors, que administra más de US$19.000 millones en bonos de empresas estadounidenses.
Una compañía que vendió bonos a 100 años en 1997 y 2005 es la naviera Norfolk Southern Corp. Un vocero de la empresa no quiso comentar si la empre¬sa evalúa repetir el ejercicio.
Otras empresas que también han emitido bonos a 100 años son Burling¬ton Northern Santa Fe Corp., The Walt Disney Co., Coca-Cola Enterprises Inc., Federal Express Corp., Ford Motor Co. e International Business Machines Corp.
Los llamados bonos de un siglo "tienden a ser piezas de museo porque son tan poco frecuentes", señala Michael Collins, director de inversión de Prudential Fixed Income, un gestor de renta fija. Puesto que los inversionistas tienden a conservarlos, tampoco es común que se transen en los mercados secun¬darios, agrega.
Las aseguradoras y los fondos de pensiones son candidatos obvios para comprar estos instrumentos debido a que sus prácticas de gestión de riesgo los obligan a equiparar estos activos con sus pasivos de largo plazo.
Aseguradoras como Symetra Life Insurance Co., Union Fidelity Life Insurance Co. y Genworth Life Insurance estuvieron entre los compradores de los bonos a 100 años que Cola-Cola colocó en 1993. La deuda que empezó pagando un rendimiento de 7,53%, ahora paga sólo 5,37%, en medio de la caída generlizada en los retornos de bonos.
"Se necesita un comprador con una necesidad especial y condiciones especiales en el mercado de bonos. Las condiciones actuales parecen ideales para eso", asevera Ben Garber, economista de Moody’s Analytics.
Los banqueros que acaban de sondear a los inversionistas dicen que para generar interés en los bonos a 100 años, los emisores tendrían que ofrecer 0,75 puntos porcentuales más de lo que ofrecen por papeles a 30 años. En 1996, sin embargo, la diferencia entre un bono de un siglo y uno a 30 años era de apenas 0,15 puntos porcentuales, señala Andrew Karp, director de deuda con gra¬do de inversión para Bank of America Merrill Lynch.