Shell negocia la compra de BG Group
El acuerdo, que superaría los US$50.000 millones, es consecuencia del desplome de los precios de la energía
La gigante anglo-holandesa Royal Dutch Shell PLC está en conversaciones avanzadas para adquirir la energética británica BG Group PLC, en una transacción que podría ser valuada en más de US$50.000 millones. También es la más reciente señal de cómo la caída de los precios de la energía están sacudiendo a la industria global de hidrocarburos.
BG dio cuenta de las negociaciones en un comunicado, confirmando un reporte previo de The Wall Street Journal. La compañía no hizo comentarios adicionales. El acuerdo podría ser anunciado el miércoles, según fuentes cercanas.
Antes conocida como British Gas, BG tiene una capitalización de mercado de 31.000 millones de libras esterlinas (US$46.000 millones), de acuerdo con la cotización de sus acciones en Londres el martes, antes de que el The Wall Street Journal diera la noticia. Con las primas típicas de estas adquisiciones, la transacción por BG tendría probablemente un valor superior a los US$50.000 millones.
De concretarse, la unión representa la suma de dos compañías que, como otras en la industria, han sido sacudidas por el abrupto derrumbe de los precios del petróleo y el gas desde mediados del año pasado, a medida que los avances tecnológicos y otros factores contribuyen a una oleada de nueva producción alrededor del mundo.
El acuerdo permitiría a las dos compañías europeas eliminar la superposición de costos para compensar los efectos de la caída de precios en sus resultados.
Shell y BG no son las únicas compañías energéticas que están explorando fusiones y adquisiciones para fortalecerse. En noviembre, Halliburton Co. acordó la compra de Baker Hughes Inc., un rival más pequeño en el sector de servicios petroleros, por unos US$35.00 millones. Pero como un indicio de lo difícil que resulta el cierre de estos acuerdos en un contexto de precios tan volátiles, Whiting Petroleum Corp., una empresa mediana de petróleo y gas, abortó recientemente sus esfuerzos para encontrar un comprador.
Shell es uno de los mayores productores de energía del mundo, con un valor bursátil cercano a US$192.000 millones. Además de ser un gran productor de petróleo, es una las mayores compañías de gas natural, con una producción de más de tres billones de pies cúbicos en 2014, aun cuando esa cifra representó una baja de 4% respecto del año previo. BG, por su parte, opera en 24 países, según su sitio web, entre ellos Honduras, Colombia, Brasil, Bolivia y Uruguay en América Latina.
Además de los potenciales recortes de costos que permitiría, la combinación con BG le daría a Shell acceso a reservas de gas de primera calidad y lo que la ayudaría en la dura competencia ante rivales como Exxon Mobil Corp. y Chevron Corp.
Las conversaciones sobre este acuerdo surgieron después de que Shell redujera sus ambiciones de convertirse en un importante productor de gas de esquisto. El proceso de fracturación hidráulica, o fracking, que utiliza arena y fluidos para fracturar el esquisto y liberar los hidrocarburos, ha creado un auge de gas y petróleo en EE.UU. Pero Shell y sus otros grandes rivales han fracasado en gran medida en su intento por beneficiarse del auge luego de adquirir activos de esquisto que resultaron infructuosos.
Shell se ha estado deshaciendo de algunos de esos campos, y también dando un paso atrás en el desarrollo de esquisto en Europa y China. Una inversión en BG permitiría volver a concentrar las operaciones de gas de Shell en los grandes proyectos en alta mar en los que tiene una historia de desarrollo rentable.
Desde que se hizo cargo de Shell a principios de 2014, el presidente ejecutivo, Ben van Beurden, había estado tratando de reducir los costos en la empresa luego de años en que esos gastos afectaron sus márgenes de beneficio.
En enero, la compañía dijo que recortaría el gasto previsto durante los próximos tres años en US$15.000 millones.
La reducción de costos ha creado otra preocupación entre algunos inversionistas que podría ayudar a explicar su interés en BG: que los recortes de los gastos de exploración puedan obstaculizar la capacidad de Shell para crecer en el largo plazo.
El año pasado reemplazó sólo 26% del petróleo y el gas que bombeó, y una adquisición sería la manera más rápida de adquirir nuevos recursos.
La compra de BG daría también a Shell acceso a preciados activos de petróleo costa afuera de Brasil, además de importantes recursos de gas no desarrollados en el este de África y un masivo proyecto de gas natural licuado en Australia.
Shell ha estado interesada en entrar en proyectos de gas en África oriental, pero su oferta fue superada hace unos años, y no tiene una gran posición en Brasil. La división de venta y marketing de gas natural de BG también puede encajar bien con la cartera de gas de Shell y su experiencia en el negocio de gas natural licuado.
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