Servicio doméstico y transporte público: qué pasa a partir de las nuevas medidas
Antes de las últimas restricciones impuestas para intentar reducir los contagios de Covid-19, quienes trabajan en esta actividad estaban habilitados a usar colectivos y trenes; qué ocurrirá ahora y cómo se comportó el empleo en el sector en el último año
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Las personas que trabajan en tareas de servicio doméstico dentro del área metropolitana podrán seguir viajando en el transporte público, sin importar en qué categoría de la actividad estén. A partir de la vigencia de las nuevas restricciones impuestas por el Gobierno por el incremento del número de contagios de Covid-19, la diferencia con respecto a lo que estuvo habilitado en los últimos días es que ahora no podrán utilizar esos medios entre las 20 horas y las 06 del día siguiente quienes no se dediquen al cuidado de otras personas: esa es la única categoría de servicio doméstico que está considerada como tarea esencial.
El decreto 241, publicado anoche en el Boletín Oficial y que rige desde hoy, establece, en relación con el AMBA, que el servicio público de transporte de pasajeros podrá ser usado por los trabajadores considerados esenciales y, además, por quienes están comprendidos “en los supuestos en los cuales expresamente se hubiera autorizado su uso a la fecha de dictado de este decreto” y por quienes “deban concurrir para la atención de su salud, o tengan turno de vacunación, con sus acompañantes, si correspondiere”.
Según fuentes de Jefatura de Gabinete consultadas por LA NACION, como la actividad laboral en casas particulares está habilitada para usar el transporte público (aun cuando ser refiera a tareas no esenciales), a partir del nuevo decreto no hay cambios en cuanto a la posibilidad de uso de diferentes medios para el traslado. Podrán seguir usando colectivos, trenes o subtes quienes ya estaban utilizándolos y, además, podrán gestionarse nuevos permisos en los casos de quienes no lo habían hecho antes, ingresando en el sitio.
En la página oficial se publica un listado de actividades, servicios e instituciones y se especifica si son esenciales o no, y si tienen habilitación para usar el transporte público o no. En el caso de servicio doméstico (al margen de las tareas de cuidado de personas), la respuesta es “no” en el primer caso y “sí” en segundo. Y se menciona expresamente a qué lugares geográficos, dentro del AMBA, se refiere esa especificación: la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y los municipios de Almirante Brown, Avellaneda, Bahía Blanca, Berazategui, Berisso, Ensenada, Escobar, Esteban Echeverría, Ezeiza, Florencio Varela, General Las Heras, General Pueyrredón, General Rodríguez, General San Martín, Hurlingham, Ituzaingó, José C. Paz, La Matanza, Lanús, La Plata, Lomas de Zamora, Luján, Marcos Paz, Malvinas Argentinas, Moreno, Merlo, Morón, Pilar, Presidente Perón, Quilmes, San Fernando, San Isidro, San Miguel, San Nicolás, San Vicente, Tandil, Tigre, Tres de Febrero y Vicente López.
“Nuestra recomendación es que, más allá de la autorización con la que se cuenta, las trabajadoras traten de trasladarse en horarios no pico, para que circulen con la menor cantidad de gente posible en el transporte público”, afirma Carlos Brassesco, asesor de la Unión de Personal Auxiliar de Casas Particulares.
Según fuentes de Jefatura de Gabinete consultadas por LA NACION, como la actividad laboral en casas particulares está habilitada para usar el transporte público (aun cuando ser refiera a tareas no esenciales)
Según los datos del informe más reciente de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Indec, en los 31 principales centros urbanos del país (que es donde se realza el relevamiento), trabajaban en el cuarto trimestre de 2020 alrededor de 726.000 personas en la actividad del servicio doméstico, unas 204.000 menos que un año atrás, lo que representa una caída del empleo del 22%. El mayor deterioro, al igual que en el número total de ocupados, se había dado en el segundo trimestre del año pasado, cuando fue la cuarentena más estricta: entonces, se dio una caída de 38% en términos interanuales.
El impacto de la crisis en la caída del empleo fue mucho mayor en esta actividad que en la economía en general, que sufrió una disminución del número de ocupaciones laborales de 5,8% entre los cuartos trimestres de los dos últimos años: según el Indec, se pasó de 12.240.000 a 11.524.000 ocupados entre fines de 2019 y de 2020 en los 31 centros urbanos medidos. La participación del servicio doméstico en el empleo total, de hecho, bajó; pasó de 7,6% a 6,3% en el último año.
Las relaciones laborales vinculadas al servicio doméstico, según se aclaró en su momento, están alcanzadas por las regulaciones tales como la prohibición de despidos o la obligación de pagar los sueldos y los aportes y contribuciones durante los períodos sin prestación de tareas. Pero la alta informalidad en el sector y la caída o la ausencia de ingresos que afectó en muchos casos a las familias empleadoras, hicieron que el comportamiento del mercado laboral en este segmento estuviera lejos de los efectos esperados de las normativas.
Al hacerse el trabajo de campo de la encuesta de hogares, según aclararon a LA NACION fuentes del Indec, se les preguntó a quienes dijeron estar sin ocupación si, de todas formas, estaban cobrando su ingreso por parte del empleador. Las personas consideradas por la estadística como desocupadas son los que a esa pregunta respondieron que no.
Las relaciones laborales vinculadas al servicio doméstico están alcanzadas por las regulaciones tales como la prohibición de despidos o la obligación de pagar los sueldos y los aportes y contribuciones durante los períodos sin prestación de tareas
La caída de puestos laborales y de la participación del servicio doméstico en el empleo total tiene su correlato en una mayor incidencia de esta actividad en el desempleo. En el último trimestre de 2019 y según los datos de la EPH, el 12,8% de los desocupados provenía de este sector: eran unos 153.000 en los centros urbanos que están alcanzados por la medición del instituto de estadística. Un año después, la participación se había elevado a 16,9%, con más de 239.600 personas que buscan y no encuentran trabajo y que dijeron que su última actividad fue en el servicio doméstico.
En cuanto al empleo formal en el sector, la estadística del sistema jubilatorio publicada por el Ministerio de Trabajo muestra que en diciembre de 2020 los puestos registrados en el servicio doméstico fueron 473.920, mientras que en el último mes de 2019 habían sido 498.145. La caída, de 24.225 ocupaciones formales fue, de esa manera, de 4,8%.
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