¿Será 2014 otro año estelar para los bancos de EE.UU.?
El año pasado, las acciones de los bancos estadounidenses superaron las modestas expectativas de los inversionistas y subieron incluso más que el mercado en general, aprovechando la mejoría de la economía y una mayor actividad de banca de inversión. El sector le ganó por segundo año consecutivo al índice S&P 500.
¿Se repetirá este año? Así piensan grandes y pequeños inversionistas, a juzgar por los ingresos de capital en los fondos de acciones financieras y el optimismo de importantes gestores de dinero.
Una buena ronda de informes de resultados trimestrales, que empieza la próxima semana para los bancos, podría darle mayor ímpetu al sector.
No obstante, antes que salir a festejar por anticipado, tal vez valga la pena reflexionar sobre lo que han sido los últimos cinco años en la industria financiera de Estados Unidos.
El relato resumido es que, después del funesto período 2008-09, los bancos recortaron costos, redujeron sus balances y se deshicieron de "pasatiempos" que no encajaban con sus negocios centrales. Los resultados han sido sustanciales: El Índice de Bancos KBW, un amplio indicador de las acciones bancarias, se ha más que triplicado desde que tocó fondo tras la crisis. Grandes bancos como Goldman Sachs Group Inc. y J.P. Morgan Chase & Co. registran sus mayores valuaciones en años.
Sin embargo, este éxito no ha sido acompañado por un considerable aumento de los ingresos y las ganancias operativas. En otras palabras, los bancos han prosperado reduciendo gastos y volviéndose más eficientes, en lugar de lograrlo otorgando préstamos a empresas y consumidores, ayudando en fusiones y adquisiciones y ofreciendo servicios de corretaje a los inversionistas.
Considere, por ejemplo, el desempeño de Wells Fargo & Co. desde 2010. Sus acciones han escalado casi 70%, pero sus ingresos y ganancias operativas prácticamente no han aumentado, según las previsiones de los resultados de este año de analistas del banco de inversión Keefe Bruyette & Woods.
Para Wells Fargo y otros, recién ahora comienza el trabajo pesado: alzas estables tanto en los precios de las acciones como en las utilidades.
Los que mantienen proyecciones optimistas sobre los bancos señalan dos factores: la aceleración del crecimiento económico estadounidense y una "curva de rendimiento más empinada" (un alza de las tasas de interés de largo plazo mientras las de corto plazo se mantienen bajas). Esos elementos deberían permitir a los bancos conceder más créditos a deudores con mayor solidez financiera y a la vez cobrar más por su dinero. (Los bancos toman prestado a tasas de corto plazo y prestan a tasas de largo plazo.)
"Los bancos comerciales estarán en una posición ideal en 2014", afirma Davide Serra, fundador de Algebris Investments LLP, una firma británica con US$1.600 millones bajo gestión que se especializa en empresas financieras internacionales. "Una mejor calidad del crédito, combinada con una curva de rendimiento más pronunciada y un continuo enfoque en los cos-tos, debería conducir a algunos resultados excelentes".
En cuanto a los bancos de inversión, expertos como Brad Hintz de Bernstein Research sostienen que, pese a un aumento de las regulaciones, una recuperación de los mercados de capitales debería propulsar los ingresos por valores y emisiones de deuda, y quizás incluso el adormecido mercado de adquisiciones.
Ahora, la mala noticia: la economía estadounidense está creciendo, pero no lo suficientemente rápido para estimular un marcado incremento en la demanda de créditos. "El crecimiento de préstamos podría aumentar ligeramente", escribió hace poco Keith Horowitz, analista de Citigroup Inc., a sus clientes. "Pero no vemos un catalizador para una gran aceleración (…) mientras continúe la lenta recuperación de la economía de EE.UU.".
Asimismo, si bien las tasas de interés de largo plazo más altas mejoran los márgenes de los bancos, ya están reduciendo uno de los principales motores de ganancias: la refinanciación de hipotecas.
Aún más importante es que los bancos se están acercando al límite en cuanto al recorte de gastos y la liberación de reservas guardadas para préstamos tóxicos, dos grandes motores de su reciente desempeño. Christopher Mutascio, analista de KBW, proyecta que el ritmo de liberación de reservas —una maniobra contable que permite a los bancos añadir a las ganancias dine-ro apartado para cubrir préstamos morosos cuando mejora la calidad crédito— se desacelere este año en los 11 bancos comerciales que estudia.
¿Su conclusión? "Creemos que a los grandes bancos les será difícil superar al mercado en general en 2014", señala.
Los expertos discrepan sobre el desempeño que tendrá el sector este año. Los inversionistas deberían ignorar las distintas opiniones y plantearse esta pregunta fundamental: ¿pueden los bancos elevar sus ganancias sin controles de costos y tácticas contables?
La respuesta podría ser la diferencia entre un prolongado período sin alzas y otro año estelar.
The Wall Street Journal