"Se hizo la luz". Cómo la energía solar les cambia la vida a los pueblos aislados
María Elena Córdoba es la directora de la escuela San Antonio María Clara, en San Francisco de Santa Catalina, Jujuy. "La escuelita" -como María Elena la llama con cariño- es una de las instituciones donde, literalmente, "se hizo la luz" en octubre de 2019.
Más de la mitad del territorio de la Argentina recibe una irradiación solar media anual superior a 3,5 kilowatt/hora por metro cuadrado -kwh/m2-, y en 2019, según la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico, Cammesa, el 1,1% de la energía de la Argentina fue solar. Diferentes proyectos demuestran cómo este recurso puede cambiar radicalmente la vida a las poblaciones que están aisladas de la red eléctrica nacional.
San Antonio María Clara tiene sus puertas abiertas a toda la comunidad del pueblo, que estáconformado por 13 familias que se dedican a la pequeña ganadería. Los docentes deben viajar entre cuatro y 10 horas para llegar allí, y siete alumnos duermen en el albergue anexo de la escuela, además de tomar en ese lugar las cuatro comidas diarias.
María Elena recuerda cómo, antes de la puesta en marcha de la planta de paneles solares, después de despedir a los chicos que dormían en el albergue, se retiraba muy angustiada por las bajas temperaturas que allí reinaban. "Las habitaciones eran heladeras", cuenta. "No podía conseguir la salamandra, y si la conseguía, únicamente nos daban la leña para cocinar", explica. A esto le seguía acompañar en completa penumbra al resto de los chicos a sus hogares, con la luz de las estrellas como única guía... o con algún celular si es que tenían alguno a mano.
El plan Pueblos Solares, de la Empresa Jujeña de Sistemas Energéticos Dispersos (Ejsedsa), comenzó en enero de 2019 con la puesta en servicio de la Central "Olaroz Chico". En abril se puso en marcha una central con tecnología similar pero de menor potencia en La Ciénaga; en mayo, la tercera central fotovoltaica en El Angosto.
"Este proyecto involucra a todos los pueblos aislados de las redes eléctricas, cuya interconexión resulta imposible por las condiciones geográficas y ambientales, o la distancia y tamaño", cuenta el director de Ejsedsa, Miguel Quispe Reyes. El objetivo de este plan es cambiar el modelo térmico existente y pasar a otro fotovoltaico autónomo, con un sistema de almacenaje de energía que haga posible la nivelación del servicio entre un usuario rural y uno urbano.
Entre los beneficios que trajo el parque solar, María Elena menciona la conexión wifi, lo que les permite "una cercanía a la cultura" y no sentirse tan solos y alejados. También el alumbrado que hay en el patio, gracias al cual esta escuela, que tiene jornada extendida, planea dar clases de zumba y organizar torneos de fútbol mixto, además de hacer uso de este espacio para actos escolares y todo tipo de talleres "que sean atractivos y lleven a la reflexión", cuenta entusiasmada María Elena.
El Proyecto de Energías Renovables en Mercados Rurales (Permer) es un programa de energización rural y su objetivo es brindar un suministro de energía eléctrica y térmica confiable y en forma sostenida a las zonas rurales aisladas, a partir de la utilización de fuentes de generación renovables. Se inició en 1999 y ahora está en la segunda fase.
En tanto, "Micro redes" funciona en el marco del programa "Acceso universal" del Permer, que busca llegar a los hogares que utilizan para la iluminación de sus casas mecheros a kerosene o gasoil, velas, linternas a pila y, en una proporción menor, garrafas de gas. Carecen de energía para acceder a soluciones de comunicación, como radios FM y teléfonos celulares, y se engloban en lo que se conoce como "indigencia eléctrica".
Bajo el paraguas de este subproyecto, el organismo estableció un contrato marco para la provisión de hasta 120.000 kits domiciliarios y contrató servicios de instalación para más de 30.000 hogares en ocho provincias. A la fecha, ya se realizaron más de 11.000 instalaciones domiciliarias.
Actualmente, el excoordinador de Permer, Marc Benhamou, está colaborando en el traspaso del proyecto que hasta el momento no tiene ningún marco institucional; la subsecretaría de Energía Renovable y Eficiencia Energética fue disuelta y la dirección de renovables continúa acéfala.
Un proyecto modelo de energía solar se inaugurará en Chaco
La población de la localidad Comandancia Frías, en Chaco, se abastece de electricidad generada a través de una central térmica conformada por grupos electrógenos, que funcionan dentro del pueblo y, por ser máquinas con muchos años de uso, generan contaminación sonora, radiación térmica y humo producto de la combustión.
La planta de generación híbrida solar-térmica (diésel) de la secretaría de Energía de Chacho nace en este contexto y tiene una capacidad de generar energía de 730 kW para abastecer al pueblo, conformado por 450 familias.
A través de un sistema fotovoltaico se generará un total de 201,5 Kilowatt pico -KWp- de potencia máxima. Los 620 paneles solares de 325 Watt pico -Wp- cada uno serán instalados sobre estructuras fijas, permitiendo captar mayor radiación solar a lo largo de todo el año. Esto representaría el 30% de la generación de la planta que se ubicará en esta localidad, porcentaje que, desde la secretaría, planean incrementar en el futuro.
También tendrá dos grupos electrógenos de última generación, con lo que se dispondrá de una potencia total de 730 kW. "La planta híbrida fotovoltaica generará en promedio 300 Megawatts/año -mWh/año- y permitirá ahorrar alrededor de 75.000 litros de combustible por año" explica Diego Bois, subsecretario de Energía.
Este proyecto tendrá un beneficio ambiental dado por la sustancial disminución de las emisiones de CO2. También se eliminarán los ruidos molestos que ocasionan los grupos electrógenos. Esta obra tiene un avance del 90% y desde la secretaría están en conversaciones con Solar Mirón, la empresa proveedora del equipamiento, para reiniciar las obras en marzo. Se estiman 60 días para concluir la obra y la etapa de puesta en marcha.
Si bien las políticas públicas son una fuente necesaria para los proyectos de energía renovable, estas no son las únicas formas de generar un impacto en la vida de las personas. Nilo Romero vivía con su madre María Palmas en Piruaj Bajo, Santiago del Estero. En 2019 recibió un panel solar como parte del proyecto de LA NACION, Hambre de Futuro, y cómo este artefacto les cambió radicalmente su nivel de vida (ver video).
Con la colaboración de Laura Zornosa, estudiante de Periodismo en la Universidad de Northwestern