Se diluye la influencia de la OPEP sobre el crudo
La reunión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo de esta semana mostrará cuánto poder ha perdido el grupo ante los extensos cambios que vive el mercado mundial de energía
DUBAI.- Los precios del crudo se han desplomado en los últimos ocho meses debido a un lustro de aumento de la producción en Estados Unidos y a una débil demanda internacional. El precio del crudo Brent para entrega en julio, la referencia internacional, cayó 0,8% el lunes y se ubicó en US$65,05 por barril, muy por debajo de los US$100 que varios miembros de la OPEP necesitan para equilibrar sus presupuestos.
En el pasado, la organización provocaba un alza de los precios al recortar la producción, o los estabilizaba inundando el mercado de crudo en tiempos de crisis, de guerra o cuando quería hacer alarde de su poderío colectivo.
Sin embargo, para la reunión fijada para el viernes en Viena, se prevé que los delegados de la OPEP mantengan por séptima vez en tres años el actual techo de producción de 30 millones de barriles al día.
"La OPEP es el pasado, y su influencia sobre las economías del mundo ha disminuido considerablemente", dijo recientemente John Hickenlooper, ex directivo de la industria petrolera que ahora es gobernador del estado de Colorado en Estados Unidos. "Realmente controlamos nuestros propios destinos".
El año pasado, Colorado produjo más de 86 millones de barriles como parte del auge de la producción estadounidense que ha ayudado a reducir la cuota de la producción mundial que tenía la OPEP de más de 50% en 1979, cuando el poderío del grupo era indiscutido, a aproximadamente 33% en la actualidad.
Los propios líderes de la OPEP reconocen que su poder para fijar precios se ha debilitado.
La producción de crudo mundial supera la demanda en aproximadamente dos millones de barriles al día, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE). Ante la previsión de que la demanda crecerá en más de un millón de barriles al día este año —y que el crecimiento de la producción en EE.UU. terminaría— los líderes de la OPEP han dicho que la oferta y la demanda podrían equilibrarse en los próximos años. La organización espera que eso la ayude a recuperar su influencia.
"Tenemos una perspectiva a largo plazo", dijo en marzo el ministro de Petróleo de Arabia Saudita, Ali al-Naimi. El funcionario recordó los recortes que hizo la entidad en la década de los 80, durante un período de exceso de suministro mundial provocado por la producción en el Mar del Norte y en Alaska, recortes que perjudicaron los intereses de la OPEP porque sus rivales siguieron llenando el vacío que dejó. "No volveremos a cometer el mismo error", sentenció.
Sin embargo, en círculos privados, algunos delegados de la OPEP se pusieron nerviosos con la sugerencia de Naimi del año pasado de que el grupo empezara a reunirse solo una vez al año, en lugar de dos. Varios representantes interpretaron este comentario como una señal de que incluso el miembro de mayor peso de la organización piensa que el grupo ha perdido buena parte de su influencia.
No hay señales de que la OPEP cederá esta semana a las presiones de algunos miembros para reducir la producción. El grupo evitó explícitamente recortar la producción en su última reunión de noviembre.
Este patrón no hace más que intensificar los problemas financieros para los productores golpeados por la caída de los precios desde niveles superiores a US$100 por barril durante tres años hasta mediados del año pasado.
"Es una nueva realidad", dijo uno de ellos. "Y esto pondrá a prueba la unidad de la OPEP".
Los precios ahora son fijados por los operadores de energía y los responsables de la industria a nivel mundial. Los producto-res rivales responden más rápido que nunca a las fluctuaciones de la demanda.
"Si la OPEP o Arabia Saudita o cualquier otro quiere llamar" a EE.UU. para que limite la producción, "no hay nadie a quien llamar", dijo en mayo Amos Hochstein, coordinador de asuntos de energía internacional para el Departamento de Estado de EE.UU. "Tendrá que llamar a 4.000 compañías que operan en el país como productores. Por primera vez, hay un elemento de libre mercado real".
Mientras tanto, muchos en el mercado creen que a los nuevos líderes en algunos países productores de crudo les preocupa que la demanda a largo plazo pueda tocar techo antes de lo previsto.
Hasta ahora, la OPEP ha ofrecido la misma respuesta tanto para sus problemas a corto plazo como los de largo plazo: extraer más crudo.
Los bajos precios resultantes han provocado tensiones en el seno del grupo y han generado intentos por parte de los miembros más vulnerables financieramente, como Argelia y Nigeria, de lograr una reducción de la producción.
La situación geopolítica es otro factor que está dividiendo a los miembros de la OPEP. Irán espera firmar un acuerdo final sobre su programa nuclear en julio, lo que eliminaría las sanciones internacionales y podría suponer la inyección de un millón de barriles nuevos al día en los mercados. Las autoridades de las monarquías árabes vecinas e Irak afirman que no recortarán su producción para dejar hueco al aumento de la producción de Irán.
En esta ocasión, el cártel se enfrenta a la competencia de un conjunto más variado de rivales. Y todos tienen margen para crecer, lo que llevaría a presiones a la baja sobre los precios.
Según la AIE, la demanda de crudo producido por la OPEP es plana o desciende. Los productores rivales, o consumen más de su propio petróleo o están más cerca de mercados de exportación, lo que sitúa al crudo de la OPEP en desventaja. Rusia, Brasil, China, Vietnam y Malasia han mostrado un fuerte crecimiento de la producción durante los últimos meses.
En consecuencia, la batalla por el mercado mundial del crudo "apenas está empezando", indicó la agencia recientemente.
Benoît Faucon, Bill Spindle y Sumner Said