Se cansaron de esperar en el country, juntaron US$100.000 y crearon una app de ingreso rápido a barrios privados
Esperar en fila. Una acción cotidiana que, en la era de la digitalización y la instantaneidad, es caldo de cultivo para impaciencia, enojo y frustración. Los fines de semana, es la escena más repetida en todos los accesos a countries, clubes de campo y barrios privados del Conurbano bonaerense: decenas de autos que esperan ingresar a visitar a sus amigos o familiares que viven en establecimientos con seguridad.
Esa escena fue la que encendió la tecla de "buscar soluciones" para los dos emprendedores que fundaron Avanti, una startup de control de accesos. "No nacimos en zona de barrios privados, pero sí fuimos como visita y conocemos la dinámica muy bien", detalla Gonzalo Randle (28), uno de los fundadores. Él es licenciado en Administración y su socia, Magdalena Bidabehere (38), es ingeniera industrial.
Si existiera un Tinder para emprendedores, Bidabehere y Randle seguramente habrían conectado. Sin embargo, su encuentro fue a la vieja usanza: a través de un amigo en común que los presentó porque ambos tenían una idea de negocio similar. Se conocieron, se pusieron de acuerdo y juntaron US$100.000. Los fondos llegaron de amigos, familiares, conocidos y un empresario del sector de seguridad que se interesó por el emprendimiento. Con esa plata desarrollaron un software propio que lanzaron en marzo de este año.
Por el momento, Avanti tiene seis clientes: cinco de ellos son barrios privados en Pilar y Bella Vista y uno es un complejo de oficinas en el microcentro porteño. Randle detalla que esperan terminar el año con 20 clientes, y que el verano, la estación de mayor afluencia hacia los countries y barrios cerrados, será la "prueba de fuego" para su emprendimiento, que facturará $1,2 millones hacia fin de año.
Los establecimientos que deseen implementar Avanti deben pagar un cánon mensual. Para agilizar el proceso de entrada a los establecimientos, tanto las visitas como los propietarios deben descargar una app gratuita a sus celulares. Allí quienes visiten podrán cargar y validar sus datos antes de llegar y quienes esperen amigos o familiares podrán adelantar quiénes están habilitados a ingresar.
"El propietario puede otorgarles a sus invitados un pase con código QR con el que esta persona puede llegar a la guardia del barrio cerrado e ingresar más fácilmente", aclara el licenciado en Administración de Empresas. Además, añade que todos los establecimientos que cuenten con el sistema Avanti podrán acceder a los datos de las personas que ya ingresaron su perfil en la app y, de ese modo, no haría falta repetir el proceso cada vez que se visita un nuevo lugar.
El sistema, además, cuenta con notificaciones de vencimientos para la licencia de conducir o el seguro del auto, dos documentos que necesitan estar en regla para ingresar a cualquier establecimiento privado.
Para los usuarios, la app cuenta con dos herramientas extra. Las visitas podrán evitar pedir indicaciones para llegar a cada casa, ya que la información disponible en el sistema los guiará hasta su destino través de la tecnología GPS. Los propietarios, en tanto, pueden controlar todos los movimientos e ingresos a su hogar.
En definitiva, el sistema adelanta tareas que, de otro modo, se realizan manualmente y consumen mucho tiempo. "La idea no es terminar con el trabajo del guardia de seguridad que realiza los ingresos a los countries y barrios privados, sino agilizarlo y mejorarlo para evitar colas innecesarias", indica Randle.
El emprendedor adelanta que están en conversaciones para llevar su producto al interior del país y a Bolivia, e imagina que la solución que creó junto a Bidebehere también puede aplicarse a oficinas, edificios privados y todos los establecimientos que requieran una verificación de identidad para ingresar.
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