Santander y Deutsche Bank no pasarían la prueba de gestión de riesgo de la Fed
Se prevé que dos grandes bancos europeos, Deutsche Bank AG y Banco Santander SA, no superen las pruebas de resistencia preparadas por la Reserva Federal de Estados Unidos debido a sus falencias en la evaluación y predicción de posibles pérdidas y riesgos, indicaron fuentes cercanas con el caso.
Un rechazo representaría el segundo año en que grandes bancos no estadounidenses que quedaron incluidos en las pruebas de resistencia de la Fed a partir de 2014 no cumplen con las expectativas de los reguladores sobre su gestión de riesgo.
Aunque los bancos han reforzado sus colchones de capital para soportar pérdidas durante períodos de turbulencias, la Fed se ha concentrado en temas cualitativos, como la capacidad de la banca para medir en forma apropiada las posibles pérdidas en sus carteras de crédito y reunir información adecuada acerca de su exposición al riesgo. El banco central estadounidense también busca determinar si los bancos cuentan con sólidos controles internos.
Es probable que, en caso de reprobar las pruebas de resistencia, las filiales estadounidenses de Deutsche Bank y Santander tengan restricciones sobre el reparto de dividendos a sus matrices europeas o a otros accionistas. Santander, el mayor banco de la zona euro por capitalización bursátil, ya se encuentra bajo una restricción tras haber reprobado los exámenes del año pasado. Deutsche Bank, el mayor banco europeo por activos, se somete a una prueba de resistencia en EE.UU, por primera vez.
Tanto Deutsche Bank como Santander pasaron las pruebas de resistencia del Banco Central Europeo en octubre. Tales exámenes se centraron en si los bancos poseían capital suficiente para capear una recesión de dos años, pero no tomaron en cuenta temas como gobierno corporativo, gestión de riesgo y otros factores más subjetivos que evalúa la Fed.
Las actuales pruebas de resistencia coinciden con una disputa entre la Fed y los bancos europeos acerca de lo que el ente regulador estadounidense considera posibles vulnerabilidades de las firmas de otros países que tienen una presencia importante en EE.UU. La Fed quiere que los bancos europeos sigan reglas más estrictas y resuelvan fallas que podrían desestabilizarlos a tal extremo que necesitarían asistencia del banco central estadounidense, como ocurrió durante la crisis de 2008.
La Fed anunciará los resultados parciales de las pruebas el 5 de marzo y los resultados definitivos el 11 de marzo, incluyendo cualquier restricción de capital. La Fed se abstuvo de referirse a casos específicos.
Se cree que la Fed determinará que Deutsche Bank Trust Corp., la filial de Deutsche Bank en EE.UU., está bien capitalizada y probablemente reciba una advertencia sobre sus defectos cualitativitos, indicó una fuente cercana. Una portavoz del banco alemán aseveró que Deutsche Bank Trust representa menos del 5% de los activos totales de la matriz.
Deutsche Bank está tratando de resolver los problemas identificados por la Fed en áreas que van desde la información que provee a los reguladores hasta el control de riesgo, agregaron las fuentes. The Wall Street Journal informó el año pasado que el banco había recibido una reprimenda en 2014 por la información que brinda a los reguladores.
Un rechazo de la Fed podría intensificar la presión sobre los ejecutivos de Deutsche Bank, que están bajo la lupa de los reguladores por otros problemas, como la presunta manipulación de los mercados de divisas en que se han visto envueltos numerosos bancos.
Una fuente cercana indicó que Santander también reprobaría las pruebas de resistencia por razones cualtativas. Un portavoz del banco español declinó el viernes referirse al tema.
Santander está tratando de reparar las fallas detectadas el año pasado, pero sufrió un traspié en septiembre, cuando la Fed informó que Santander había distribuido un dividendo no autorizado, lo que constituye una violación de las restricciones im-puestas a la firma tras no aprobar las pruebas de 2014.
La Fed obligó a la matriz de Santander a reembolsar el dividendo a su filial en EE.UU., le prohibió realizar pagos adicionales y le exigió fortalecer sus controles internos. En aquel momento, Santander se abstuvo de comentar al respecto. Ana Patricia Botín, la nueva presidenta de la entidad, prometió mejorar el cumplimiento de las normas por parte del banco.
Cuantificar el impacto de una restricción sobre la distribución de dividendos no es fácil, puesto que los bancos no siempre revelan el monto que piden que la Fed autorice para luego repartirlo. En una nota enviada a sus clientes el miércoles pasado, los analistas de RBC Capital Markets estimaron que 24 bancos que presentaron la prueba estarían en condiciones de pagar un promedio de 74% de sus ganancias, en un rango de entre 17% y 100%. Los analistas no hicieron estimaciones en los casos de Deutsche Bank y Santander.
La filial estadounidense de Santander anunció una ganancia neta de US$2.300 millones en 2014, mientras que la división de Deutsche Bank reportó una utilidad de US$338 millones, según documentos de los reguladores.
La Fed adoptó el año pasado una norma que obligaba a Deutsche Bank, Santander y otros bancos de otros países que operan en EE.UU. a formar holdings en EE.UU. que se ciñan a criterios estrictos de gestión de riesgo y posiblemente sumar miles de millones de dólares en capital para cumplir los requisitos mínimos en sus filiales estadounidenses.
En el caso de los bancos, administrar el proceso de las pruebas de resistencia es caro. Un ejecutivo de un banco manifestó que la firma ha invertido más de US$50 millones en personal y sistemas en los últimos 12 meses como parte de un esfuerzo por mejorar la calidad de su recolección de datos y modelos computacionales, entre otros gastos relacionados.
Emily Glazer, Eyk Henning y Ryan Tracy
- 1
- 2
El Gobierno oficializó la poda a la obra pública y el Tesoro le pidió a la Secretaría que devuelva 1 billón de pesos
- 3
Opinión. Zonas de exclusión: no es el glifosato sino el asfalto el que mata la vida biológica de los suelos
- 4
Premio: un reconocido toro Angus argentino se coronó subcampeón del mundo