Rodizio: la historia detrás de la disputa que persigue a un clásico de los 90

Después de que el año pasado se presentara en concurso de acreedores, el restaurante Rodizio de Costanera volvió a ser noticia ayer porque trabajadores del lugar hicieron una asamblea en el predio. Dicen que el dueño no les paga los salarios desde marzo y que los únicos ingresos que percibieron en este tiempo son la parte correspondiente al programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP).

"Desde marzo lo único que cobramos es el ATP, estamos desesperados. El Gobierno permite abrir con protocolos, pero acá nada. El dueño dice que no tiene plata. Estamos así hace siete meses", explicó al canal C5N Antonio, un trabajador del lugar.

Además de la deuda de los sueldos, el empleado deslizó que no les estarían pagando la obra social. "Al sindicato le deben $2 millones, nos descontaron los aportes y nada", agregó.

Por último, dijo que el sindicato de gastronómicos presentó un escrito al Gobierno de la Ciudad "porque también es responsable, le alquiló el lugar al dueño".

LA NACION intentó comunicarse con los propietarios de Rodizio Costanera, pero no obtuvo respuestas. En tanto, fuentes del Gobierno de la Ciudad dijeron que los dueños del local le deben a la municipalidad $5 millones de canon, una concesión que terminaría en diciembre próximo.

"Ayer el dueño se presentó pidiendo una extensión de la concesión, pero no habría más posibilidades de prórroga. Dijo que no despidió a los trabajadores para que cobren algo -los aportes del Estado- y que quiere continuar con la concesión, pero con esta deuda estaría impedido legalmente. Le tiene que pagar a la Ciudad, a los empleados y levantar la quiebra", explicaron.

En febrero de 2019 se conoció que Maillol S.A., la sociedad que explota comercialmente Rodizio Costanera, había cesado sus pagos en mayo de 2018 y tramitaba su concurso en el Juzgado Comercial N° 31, en la secretaría N° 61.

Según explicaron en ese entonces voceros de la compañía la situación financiera delicada se originó cuando, en 2016, se produjo una reorganización empresaria entre socios, que dio como resultado dos restaurantes -Rodizio Costanera y Rodizio Puerto Madero- que funcionan de manera independiente "y sin ninguna vinculación económica o societaria".

Eso generó que Maillol S.A., la firma que explota el restaurante en la Costanera, debiera encarar "una importante reestructuración financiera, con vistas a enfrentar su pasivo comercial, laboral y, sobre todo, fiscal".

La compañía aseguró que intentó incorporarse a los planes de pago fiscales, pero que la decisión de ir a concurso se tomó finalmente por "la profundización del proceso inflacionario y el cambio de hábitos de consumo, sumados a la creciente presión impositiva y la carga de la deuda".