Ricardo Arriazu: cuál debe ser el puntapié de la nueva etapa, según uno de los economistas más escuchados
El fundador de Arriazu Macroanalistas, además, sugiere mirar a la India en vez de a China
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El economista Ricardo Arriazu analizó la situación económica mundial que deberá enfrentar el próximo gobierno y dejó un consejo: “La nueva locomotora del mundo es la India, no China”. El fundador de Arriazu Macroanalistas proyectó un crecimiento en Estados Unidos de 1,5% del PBI para 2024 y una caída de la inflación a 2,5% anual, que permitirá bajar las tasas de interés del nivel de 5,5% actual a partir del segundo semestre.
Arriazu contó que la inflación mundial está desapareciendo, gracias a que la mayoría de los países “bajó el gasto público y subió la tasa de interés para que baje el gasto privado”. Si bien esta dinámica en general genera recesión, el economista indicó que no se espera una caída fuerte de la economía mundial. De hecho, para el año hay expectativa de un crecimiento de 1,5% del PBI, pese a que Estados Unidos tendrá la tasa de interés real más alta en 30 años. “Esto se debe a que la gente está ahorrando poco después de la pandemia y el gasto no baja. Pero en algún momento eso se va a tener que revertir. Por ahora, estamos viviendo los años locos”, indicó en el 28º Simposio Internacional de Economía, organizado por Amigos de la Universidad de Tel Aviv en Argentina, que se realiza en el Hotel Alvear.
La excepción a la mayoría de los países es China, dijo, ya que no subió la tasa de interés ni bajó el gasto. “China está comenzando a tener problemas. Tiene un problema poblacional y el desempleo entre la gente joven es 20%. Tiene una población envejecida que deberá mantener en los próximos años. En 2050, China va a tener 100 millones de personas menos y no va a lograr su objetivo de alcanzar el PBI per cápita de Estados Unidos. Esto va a tener una enormidad de efectos geopolíticos. La India pasa a ser el país más habitado y va a ser la nueva locomotora del mundo”, proyectó.
Respecto de la Argentina, el economista evitó referirse a la coyuntura, pero mencionó cuáles fueron los factores que le permitieron al país convertirse en “la China del siglo XIX”, cuando creció abruptamente entre 1870 al 1910 con la mayoría de la población analfabeta. “Mi conclusión sobre qué hizo bien la Argentina es que, primero, respetó su constitución basada en la propiedad privada; segundo, tenía una justicia independiente y leyes estatales; y, tercero, tenía inserción en el mundo”, dijo, entrevistado por Inés Capdevila, secretaria de Redacción de LA NACION.
Luego se refirió a las oportunidades que tiene el país. “Somos muy ricos en la energía de todo tipo. Tenemos gas para más de 200 años. Tenemos petróleo para un montón de tiempo. Es algo que dentro de 30 o 40 años no se va a usar más. El mundo cambia gradualmente. La Argentina tiene un enorme potencial y lo tiene que aportar”, contó.
“Eso debería ser el puntapié inicial de una nueva etapa. Tenemos agricultura, energía, minerales (como el litio), tenemos la industria del conocimiento y otros le suman el turismo. La Argentina es el país de la potencialidad de la economía. Y yo diría que América Latina es la potencialidad de la economía. El promedio de crecimiento de América Latina está debajo del 2% en una región que podría crecer muchísimo más. Hay una gran oportunidad”, concluyó.
La mirada del BID
Más temprano, el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Ilan Goldfajn, había hablado desde Dubai a través de un mensaje grabado y se refirió a los desafíos estructurales que enfrenta la región. “Las poblaciones están cada vez más impacientes con sus gobernantes, quieren más atención con la salud, con la educación, pero los gobiernos no tienen espacio fiscal y los recursos no crecen, porque tenemos niveles de crecimiento muy bajos. Además, tenemos los desafíos globales, como las crisis climáticas, que nos pegan a todos, como la ocurrencia de una sequía”, dijo el expresidente del banco central de Brasil.
Luego se refirió a las oportunidades de la región. “Estamos en un momento de inflexión, donde América Latina necesita del mundo, pero el mundo necesita también de América Latina. El mundo necesita alimentos a costo bajo y la región es responsable por el 40% del comercio mundial de alimentos. Con las oportunidades, con nuestras inversiones, podemos llegar a alimentar a 10.000 millones, que sería casi todo el mundo. En segundo lugar, tenemos todas las condiciones de producir la energía limpia para el mundo, a gracias al agua, el viento y el sol. Con inversiones y planeamiento, se puede exportar energía. Y también tenemos minerales, como litio y de cobre, que es el punto esencial de la electromovilidad”, indicó.
Finalmente, dejó un mensaje de optimismo: “Hay desafíos en el corto plazo y uno tiene que trabajarlos bastante para que lleguemos al mediano y largo plazo con un crecimiento mayor y con más oportunidades para todos”, concluyó.
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